La guerrilla ELN se adjudica el ataque bomba en Bogotá y pide al Gobierno agilizar las conversaciones de paz

La dirigencia del guerrillero Ejercito de Liberación Nacional (ELN) aceptó que fueron ellos quienes colocaron una bomba en las cercanías de una plaza de toros en Bogotá, Colombia, para exigir la clausura del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) por considerar que reprime las manifestaciones sociales con excesiva violencia.

El pasado 19 de febrero un aparato con dos kilos de explosivos y metralla fue detonado poco antes de que se realizara una corrida de toros, hiriendo a 16 policías, sin embargo uno de ellos falleció días después por politraumatismo. 

Los rebeldes justificaron sus acciones asegurando que “desde hace más de 10 años importantes voces del país se han pronunciado para que este cuerpo represivo sea disuelto”.  Y paradójicamente también hicieron un llamado al gobierno para dar continuidad a las conversaciones de paz y recalcan “la urgencia de un cese bilateral al fuego”.

El gobierno colombiano y el ELN iniciaron el 7 de febrero las negociaciones de paz que pondrían fin a casi de 50 años de enfrentamiento y que ha dejado al menos 45 mil personas desaparecidas y a 300 mil desplazadas. Sin embargo las pláticas no llevan aparejado un cese el fuego.

Algunos funcionarios han repudiado las acciones guerrilleras y señalaron que las negociaciones están en la cuerda floja. "Con atentados contra ciudadanos y la fuerza pública no se llegará al cese el fuego. Se pone en riesgo la mesa", señaló Juan Fernando Cristo, ministro del Interior de Colombia.

Por otro lado el senador y líder campesino Alberto Castilla ha pedido que este hecho no interrumpa las conversaciones de paz e hizo un llamado para que se llegue a un acuerdo para dejar las armas lo más pronto posible.

Tras la firma de la paz con las FARC, el ELN se convirtió en el último grupo guerrillero en territorio colombiano.