Estados Unidos y Corea del Sur muestran su poderío naval a Corea del Norte

Despliegue naval surcoreano. /  Twitter
Despliegue naval surcoreano. / Twitter

Tres portaaviones nucleares y siete barcos de guerra surcoreanos ejecutarán ejercicios sin precedentes en el Pacífico occidental.

Estados Unidos y Corea del Sur muestran su poderío naval a Corea del Norte

El conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte sigue creciendo. La tensión está en su punto más alto. La posibilidad de salir de la crisis por medio de la vía diplomática ha quedado enterrada. Este fin de semana el presidente norteamericano, Donald Trump, ha enviado una nueva demostración de fuerza a Pyongyang, con un despliegue naval sin precedentes en conjunto con Corea del Sur.

Según han informado medios internacionales, el mandatario republicano envió tres portaaviones nucleares cerca de las aguas norcoreanas: USS Ronald Reagan, USS Nimitz y USS Theodore Roosevelt. Además, también hicieron acto de presencia siete barcos de guerra surcoreanos, con el fin de ejecutar ejercicios inéditos por cuatro días en el Pacífico occidental.

Asimismo, los representantes de la Marina surcoreana han explicado que los buques militares realizaran ensayos aéreos, de vigilancia en el mar, entrenamiento de combate aéreo defensivo y otras operaciones de entrenamiento. "El ejercicio está destinado a mejorar la disuasión contra las amenazas nuclear y de misiles de Corea del Norte y mostrar nuestra capacidad para detener cualquier acto de provocación", señaló un portavoz ministerial de Corea del Sur.

Ante la nueva amenaza, el Gobierno del líder norcoreano Kim Jong-Un no ha tardado demasiado en responder. “Trump reveló su verdadera naturaleza como destructor de la paz mundial y estabilidad, además suplicó por el inicio de la guerra nuclear en la península coreana”, señaló un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, citado por la agencia oficial Reuters, quien según la publicación, también ha advertido que ahora el país acelerará sus planes para aumentar su potencial de combate nuclear.

Y a todo esto hay que agregarle la reciente guerra verbal que han protagonizado –una vez más- Donald Trump y Kim Jong-Un. Este sábado el magnate neoyorquino rompió el silencio en la etapa final de su gira por Asía, y llamó “bajo y gordo” al dictador norcoreano, en respuesta a un insulto recibido unos días antes. Desde Pyongyang se tachó a Trump de “viejo lunático” y esto fue suficiente para despertar al monstruo que había estado dormido en los últimos días. @mundiario

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