Entre EE UU y México ya hay una valla que ocupa una distancia como la de A Coruña a Barcelona

Frontera entre México y EE UU.
Frontera entre México y EE UU.

Faltan dos terceras partes para que ese muro cubra los 3.200 kilómetros de frontera entre EE UU y México. Pero el proyecto de sellar físicamente la frontera es como "intentar poner puertas al campo”, explica el economista Dean Barry.

Entre EE UU y México ya hay una valla que ocupa una distancia como la de A Coruña a Barcelona

La frontera que separa México de los Estados Unidos mide cerca de 3.200 kilómetros, unas tres veces la distancia por carretera entre Barcelona y A Coruña. Buena parte, más de un tercio, ya tiene muro: no hace falta que Donald Trump lo construya entero. Por lo tanto ya hay una valla que ocupa una distancia como la de A Coruña a Barcelona. En realidad, no sólo se trata de una valla: lleva consigo torres de observación, instalación de cámaras y sensores de movimientos.

Pero el proyecto de sellar físicamente la frontera entre EE UU y México es como "intentar poner puertas al campo”, explica de manera gráfica el economista Dean Barry. Además, el río Bravo/Grande es la división natural de una parte de la frontera, y una valla podría restringir el acceso a los propios estadounidenses. En el marco de la geografía administrativa, el río Bravo/Grande recorre sendos territorios de los estados estadounidenses de Colorado, Nuevo México y Texas y de los estados mexicanos de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

El proyecto para triplicar la extensión del muro que separa la frontera entre México y EE UU causa indignación al sur del Río Bravo. La gente en México habla de "atropello", "golpe a los derechos humanos", "desprecio” y "el camino equivocado”. El propio presidente de México, Enrique Peña Nieto, criticado por cauto en sus respuestas a Donald Trump, rechazó con firmeza el nuevo órdago del presidente electo en EE UU.

"En ningún momento aceptaremos nada en contra de nuestra dignidad como país, ni de nuestra dignidad como mexicanos. No son negociables principios básicos, como nuestra soberanía, el interés nacional y la protección de nuestros connacionales. Es evidente que tenemos algunas diferencias con el próximo gobierno de Estados Unidos, como el tema de un muro, que México, por supuesto, no pagará", advirtió el presidente Peña Nieto.

El narcotráfico tiene sus propias rutas –a veces subterráneas–, principalmente en puntos como Tijuana, Mexicali, Nogales, Ciudad Juárez, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Reynosa o Matamoros

En la actualidad, EE UU tiene 21.000 agentes fronterizos, un 518% más que hace dos décadas, según el Reporte del Estado de la Frontera, elaborado por el Centro Wilson, el Colegio de la Frontera Norte y el Centro Norteamericano de Estudios Transfronterizos. Algunos inmigrantes se arriesgan a caminar por las zonas desérticas donde no existe valla que divida a ambos países pero el narcotráfico tiene sus propias rutas –a veces subterráneas–, principalmente en puntos como Tijuana, Mexicali, Nogales, Ciudad Juárez, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Reynosa o Matamoros.

Cada día cruzan la frontera unos 300.000 vehículos y un millón de personas que trabajan, estudian, comercian o visitan por turismo el otro lado. También 15.000 camiones de transporte pasan a diario.

Donald Trump dice que será México el que pague por la construcción del muro, ya que considera que el país latinoamericano se aprovecha de manera desproporcionada del Tratado de Libre Comercio entre ambos países, que según el multimillonario ha hecho que miles de empleos y compañías de EE UU se hayan trasladado al sur de la frontera. Pero, en general, la clase política y los expertos coinciden en hacer valoraciones muy distintas.

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