La discordia reina en Jerusalén tras la polémica declaración de Trump
Esta semana el presidente estadounidense hizo un anuncio que ha terminado confrontando una vez más a las tropas israelí y a la comunidad palestina. Días de violencia e indignación serán más comunes en la tierra santa.
Durante el transcurso de esta semana Donald Trump , presidente de EE UU, anunció que aceptaba a Jerusalén como la capital de Israel, cosa que despertó la indignación mundial y como todos esperaban, han desatado una ola de protestas y violencias contra esa decisión. El día después, múltiples enfrentamientos se vivieron en el este de la Ciudad Santa, en Cisjordania y en los lindes de Gaza, en donde se registraron varios heridos de bala.
El movimiento islamista Hamás llamó a los ciudadanos palestinos a protestar “en defensa de Jerusalén”, declarando que la tercera Intifada arranque en el día sagrado musulmán. Jan Yunis, ubicado al sureste, ha sido una de las tierras en donde ambas fuerzas se han enfrentado y también resultado varios heridos.
Cerca del los accesos a Ramala, sede administrativa de la Autoridad Palestina en el centro de Cisjordania, en Belén, Nablus y Hebrón también han sido blancos de la furia entre las distintas sociedades.
“Jerusalén es la capital de Palestina”, gritan los manifestantes más jóvenes que son dispersados por las fuerzas de seguridad de Israel. Los métodos empleados van desde el uso de gas lacrimógeno, fuego y balas recubiertas de plástico, según los informes de la Media Luna Roja Palestina.
Enfretamientos en Jerusalén. / RR SS.
Según el Ejército israelí dos cohetes lanzados desde Gaza han acabado impactando cerca de la frontera en el interior de la Franja palestina, por lo que la Fuerza Aérea ha respondido bombardeando posiciones militares de Hamás. Las autoridades no esperan que durante el fin de semana mengüen las enfrentamientos, al contrario, distintas organizaciones y partidos han convocado movilizaciones y piden ejercer su derecho a la huelga para evitar que la Embajada de EE UU se traslade desde Tel Aviv hasta Jerusalén.
Por su parte, Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí solo tiene palabras de felicidad para expresar la decisión de Trump, además de asegurar que otras naciones como Filipinas y República Checa seguirán los pasos de EE UU. “No tengo ninguna duda de que otros países van a trasladar sus embajadas a Jerusalén”, dijo el ministro sin hacer ninguna referencia a los enfrentamientos que se registran en la Ciudad Santa.
Por ahora, Jerusalén –aunque sea conocida como una tierra sagrada en donde coexisten tres religiones distintas- está siendo el campo de batalla entre dos naciones que la reclaman como su capital y Trump está muy tranquilo en el gigantesco EE UU. @mundiario
