Díaz elude las preguntas sobre su candidatura y promete un PSOE integrado

Desde hace meses es un secreto a voces que ella será la principal aspirante al gran despacho de Ferraz. Aun así, sigue sin dar el paso al frente y reconocer sus intenciones, con todo y que ya son de dominio público. Susana Díaz sabe que en la cúpula del PSOE todos esperan que lance su candidatura a la secretaría general de los socialistas, pero ella sigue eludiendo tal responsabilidad. Hoy, durante la celebración del Comité Federal, la jefa de Andalucía ha evitado cualquier pregunta al respecto, tal y como hizo también Patxi López. "Hoy no estamos en eso", se limitó a decir a los medios al ser preguntada sobre su carrera por el liderazgo del partido.

No obstante, lo que sí quiso asegurar es que está 100% comprometida con la reintegración del partido, desquebrajado desde el verano pasado. "Vamos a defender que salga un proyecto integrador para volver a ganar las elecciones", manifestó la presidenta de la Junta durante la reunión federal. Díaz ha dado su palabra de integrar a todos los socialistas "al margen de las responsabilidades orgánicas" al igual que las posiciones internas. Un partido íntegro es lo que ha ofrecido para el cierre del congreso federal del próximo verano, en el que se incluyan las diversas "voces, opiniones y sugerencias".

La candidatura de Susana Díaz es ya un hecho en todas las oficinas del partido socialista, aunque no esperan que lo anuncie todavía, a prácticamente cinco meses de que se puedan celebrar los comicios. No obstante, los barones, tanto los que desde ya se han decantado por ella como los que no la quieren, confían en que haya un segundo candidato a fin de que se presenten dos proyectos distintos para elegir.

Dentro de las ruinas del sanchismo se busca a alguien que pueda competirle a Díaz, pero competirle de verdad. En ese debate y discusión el nombre del exlehandakari Patxi López es el que se ha erigido como el favorito de este sector. López no ha querido desmentir los rumores que han empezado a correr a su alrededor, pero tampoco parece decidido a dar el gran paso que exigen quienes no confían en Díaz.

La presidenta andaluza ha tomado una postura abnegada al respecto, más a estas alturas con el panorama empezando a definirse tras varios meses de fuegos cruzados en Ferraz. "Esto no se trata de mí. Estaré donde me pidan los compañeros. Hoy no estamos en eso", dijo para esquivar cualquier presión sobre sí misma. Y es que Díaz no quiere poner las manos al fuego por sí sola y tampoco ha querido dar un adelanto de las fechas en que los potenciales candidatos empiecen con sus trámites de presentación. "Los compañeros irán hablando y cada uno lo hará libremente cuando quiera", avisó.

Cuando retornó de sus vacaciones navideñas, Díaz retomó su gira diplomática en Castilla y León, algo  a lo que quitó peso asegurando que respondió a una invitación. "Siempre he ido a donde me han invitado", se defendió de quienes creían que aquello era el inicio adelantado de su campaña.

Díaz ha apostado por ser una defensora del status quo del partido, respaldando por ejemplo a Javier Fernández y sus recientes críticas hacia la oposición interna, a quienes ha tachado de desleales. También se ha mostrado a favor de haberse abstenido para permitir el nuevo ascenso de Rajoy al poder. "Se está sustituyendo el debate por el combate dentro del partido", reveló la andaluza. Con el partido socialista empezando a resurgir en el congreso como el gran partido de oposición al PP, Díaz ha dicho que el "PSOE ha vuelto", pero no es suficiente con el legislativo, hay que crear "un proyecto ganador, permeable, humilde y reflexivo pero también desacomplejado de la presunta izquierda y de la derecha" y ganar las elecciones sí o sí. @hmorales_gt