El debate político del PSOE, empañado por el cruce de acusaciones entre Díaz y Sánchez

Susana Díaz saluda a Pedro Sánchez en presencia de Patxi López. / eldiario.es
Susana Díaz saluda a Pedro Sánchez en presencia de Patxi López. / eldiario.es

"¿Le conviene al PP el candidato que ha tenido las dos derrotas electorales más grandes o la candidata que le gana por diez puntos al PP?", dijo Díaz. "No soy presidente porque Pablo Iglesias no quiso las condiciones que le puse. Otros le dieron a Rajoy la abstención gratis", destacó Sánchez.

El debate político del PSOE, empañado por el cruce de acusaciones entre Díaz y Sánchez

El debate político de las primarias del PSOE, que lo hubo y fue interesante en algunos momentos, se vio empañado por el cruce de reproches entre Susana Díaz y Pedro Sánchez. "¿Le conviene al PP el candidato que ha tenido las dos derrotas electorales más grandes o la candidata que le gana por diez puntos al PP?", dijo Díaz. "No soy presidente porque Pablo Iglesias no quiso las condiciones que le puse. Otros le dieron a Rajoy la abstención gratis", destacó Sánchez. "Estamos así porque en vez de enfrentarnos a la derecha nos hemos enfrentado entre nosotros", explicó Patxi López. Tanto Sánchez como López coincidieron ante Susana Díaz en que "la abstención al PP fue un error".

Susana Díaz y Pedro Sánchez se empeñaron en demostrar que representan dos proyectos distintos, tras relatar un sinfín de líos internos. Incluso se descalificaron de cara al futuro, ya que para Díaz, los malos resultados del PSOE se asocian al ex secretario general, y según Sánchez, las encuestas demuestran de forma unánime que con ella al frente el PSOE tendría peores resultados.

Vídeo del debate de las primarias del PSOE. / YouTube

A diferencia de cuando eligieron a Borrell, esta larga campaña de primarias socialistas no abrillanta la imagen del PSOE, sino que pone de manifiesto las limitaciones de los tres candidatos y sus discursos endogámicos

A diferencia de cuando eligieron a Josep Borrell, esta larga campaña de primarias socialistas no abrillanta la imagen del PSOE, sino que pone más bien en evidencia las limitaciones de los tres candidatos –Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López– y sus discursos endogámicos. Mariano Rajoy, el líder del PP, está bajo mínimos pero enfrente apenas hay nada. Esta vez Felipe González se ha equivocado: se deshizo de un chico –para él– díscolo, Pedro Sánchez, pero no buscó a una chica capaz de deslumbrar; brillante como Borrell. Parece mentira que un partido como el PSOE y un líder como González, que tuvieron en sus filas a Maravall, Solana, Barón, Solchaga, Boyer, Guerra, Tierno, Maragall, Raventós, Manolo Marín, Laxe, Areces, Paco Vázquez, Benegas, Rubalcaba, Bono, Ibarra, Jordi Sevilla, Méndez Romeu, Xerardo Estévez y tantos otros, hoy no tengan a casi nadie, salvo tal vez al superviviente Abel Caballero. Desde fuera no se entiende. Tampoco se comprende que personas preparadas como el profesor Gonzalo Caballero o el abogado Pablo Arangüena, que podrían darle unas cuantas vueltas a los actuales aspirantes, no salgan a flote. Algo va mal en el PSOE.

En el Partido Socialista faltan líderes y sus ideas no están ordenadas. "Tenemos muchas ideas, pero tenemos que identificar primero cuáles son los principales retos que tiene el país para después poner rostro a los dirigentes que tienen que llevar al PSOE de nuevo a recuperar la confianza de la mayoría. Es una cuestión de ordenar prioridades y luego poner cara y ojos a nuestros dirigentes", dice el diputado Ignacio Urquizu, que pasa por ser el actual ideólogo de su partido.

Susana Díaz, Patxi López y Pedro Sánchez. / PSOE

Susana Díaz, Patxi López y Pedro Sánchez. / PSOE

Un partido socialdemócrata que fue garante de la igualdad y de una cierta prosperidad puede contribuir a recuperar el modelo de sociedad que puso en pie en los años 80, lo que pasa por producir más y mejor, y por repartir las rentas en busca de la igualdad

El PSOE está bajo mínimos en las clases urbanas, entre los profesionales liberales, que no se ven representados. También tiene un problema entre los jóvenes, sobre todo urbanos, que no vivieron su contribución a la modernización de España y ahora no se sienten identificados. El gran partido de la clase media y de muchos trabajadores españoles se ha venido abajo, del mismo modo que un parte de España, la que ahora vive en la exclusión social y la pobreza, y anda en busca de su salvavidas.

Reducir todo eso a un giro a la derecha o a la izquierda es una simplificación. Un partido socialdemócrata que fue garante de la igualdad y de una cierta prosperidad si algo tiene que hacer es contribuir a recuperar el modelo de sociedad que puso en pie en los años 80, lo que pasa por producir más y mejor y, obviamente, por repartir las rentas en busca de la igualdad. El PP está contribuyendo a hacer la primera parte y alguien tendrá que gestionar la segunda, sin echar nada abajo, a riesgo de repartir pobreza.

En esta campaña de primarias se sigue hablando mucho del partido y de las viejas glorias del PSOE pero se habla poco de cómo conseguir que la gente trabaje, cobre un sueldo decente y pueda tener su casa y confianza en el futuro. @J_L_Gomez

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