La corrupción socava las instituciones y pervierte el imperio de la ley

Mariano Rajoy, con María Dolores de Cospedal, en una convención del PP en Málaga.
Mariano Rajoy, con María Dolores de Cospedal, en una convención del PP en Málaga.

Nadie pone en cuestión que 2015 es el año del Partido Popular, acusado de corrupción continuada. Ampararon, consintieron y se lucraron usando el poder como instrumento en beneficio propio.

La corrupción socava las instituciones y pervierte el imperio de la ley

Nadie pone en cuestión que 2015 es el año del Partido Popular, acusado de corrupción continuada. Ampararon, consintieron y se lucraron usando el poder como instrumento en beneficio propio.

Llegadas estas fechas, previas a la Semana Santa, es acostumbrado planear, quien se lo puede permitir, el disfrute de una serie de días para el descanso, aunque suele suceder que pasados los mismos, nuestro agotamiento sea similar al de nuestra cuenta corriente, en estado de alerta. Nos pasamos el año buscando el “puente perfecto”, pudiendo variar desde un sencillo salto de río o desnivel somero, hasta una auténtica obra de ingeniería que une puntos tan distantes que tardamos días en atravesarlos; en este caso, la gente suele llamarle “acueductos” con una sonrisa. Haciendo un ligero repaso de festividades susceptibles de tales “puentes”, nos topamos que a principios de Diciembre se juntan varias fechas con festividades encadenadas y allí, entre el Día de Constitución y otras conocidas, nos encontramos con una fecha singular extrañamente difusa, pero vigente como ninguna otra en este país. Sucede que la Asamblea General de las Naciones Unidas, la ONU, decidió proclamar el 9 de diciembre como Día Internacional contra la Corrupción. Como lo oyen, perdón, como lo leen…! Después del pasmo inicial, lógico por otra parte, les aclaro que esta decisión se tomó a finales de octubre del año 2003. No pretendo aburrirles, pero por si alguien -cosa extraña- no supiese de que hablamos, realizo un simple “copia y pega“de los motivos que fundamenta la ONU para semejante celebración:

“La corrupción es un complejo fenómeno social, político y económico, que afecta a todos los países. Por ejemplo, socava las instituciones democráticas al distorsionar los procesos electorales, pervertir el imperio de la ley y crear atolladeros burocráticos, cuya única razón de ser es la de solicitar sobornos. También atrofia los cimientos del desarrollo económico, ya que desalienta la inversión extranjera directa y a las pequeñas empresas nacionales les resulta a menudo imposible superar los «gastos iniciales» requeridos por la corrupción”.

El acuerdo se tomó por unanimidad de los “7 magníficos con derecho a veto”. Extrapolemos la efeméride a nuestro país, por el momento, España. No me dirán ustedes si no hay motivos más que sobrados, mayores incluso que las razones eclesiásticas y educativas, para que esta fecha sea declarada Fiesta Nacional a la altura, como mínimo, del 12 de octubre o el mismo 6 de diciembre. Pocas veces una festividad tendría mayores motivos de ser  tenida en cuenta por  ayuntamientos, cabildos o diputaciones, gobiernos autónomos o gobierno central. Adornando plazas, jardines y edificios oficiales con toda la parafernalia posible… incluso pancartas alusivas a las felonías y sentencias motivo de celebración. Sumándose al evento, por motivos sobrados, empresas públicas, Bankias, Endesas y en general entidades mercantiles con Consejos de Administración “ad hoc” formados por conseguidores expertos en puertas giratorias. Puestos a  celebrar como se merecería este evento -sin duda con carácter transversal en la sociedad imperante- se realizaría una Procesión de las fuerzas corruptas. Como lo oyen, sí, como lo oyen, esto es muy serio. No un clásico desfile con militares, aviones en rebufos rojigualdas, jeeps para mandos con poco fuelle, militares al unísono de las ocas pasadas y cabra a su bola. Tampoco una procesión de las que se celebran esta Semana Santa, no confundamos, el máximo respeto a las creencias individuales. Sería el mayor homenaje al sufrido pueblo al que tanto daño han hecho. Marchando en procesión todos los componentes de la Cofradía del “Tanto Joder al País”: los corruptos, condenados, presuntos, probables y todos sus corruptores. Encabezando la comitiva deberían marchar, a paso lento y rodeados de su ejecutiva, los máximos responsables del partido político merecedor anual del evento, por aclamación popular. Nadie pone en cuestión que 2015 está llamado a ser el año del Partido Popular, porque ampararon, consintieron y se lucraron usando el poder como instrumento de beneficio, junto a sus aventajados afiliados, marcados por su propia bajeza. Han engañado al país, jugando a ventajistas durante más de 18 años. Da vértigo y repugnancia pensar en la señora Cospedal con su marido multiplicando por mil sus ingresos desde que ella posee las llaves de la caja. Es insano dejar indemne a un Presidente rodeado de corrupción, hasta en las cajas de puros, dañino en su doble o triple moral. Los que anduvimos por Pontevedra en los años 70, sabemos de quien hablamos, allí nos conocíamos todos y cada cual era responsable de su hoja de ruta. Las copas que se tomaban en El Daniel, punto de encuentro por aquellos tiempos, tenían sabor a garrafón y olor a dobleces personales. Como nada es gratuito y menos para los personajes del macro desfile, sería necesario aprobar, no por Real Decreto, si no por Decreto Ciudadano, unas bulas en forma de condonación parcial de sus condenas e incluso una quita sobre lo que han esquilmado. Incluso podría condonarse, parcialmente, la pena a un reo. Alibabá, alias Bárcenas, sería un buen candidato, pero no se preocupen, él ya no es un problema, el problema son los 40 ladrones, gran parte de ellos procesionarios en este acto.

 Apena que tengamos que recurrir a estas parodias cuando deberíamos acudir a efemérides que representen lo mejor de  nosotros mismos y que nos iluminen como un faro de esperanza para sortear los bajíos del mar de las miserias humanas… encontraríamos referentes, muchos referentes. Por ejemplo, día 9 de Diciembre, aniversario de la muerte de John Lennon, autor de Imagine, poesía ética musicada. Y podríamos cerrar por un momento los ojos escuchando esa maravillosa canción, con un pensamiento: Imagina un país sin corruptos. Pero disculpen esta osadía… sólo soy un soñador.

Imagine.

 

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