El Congreso de Estados Unidos autoriza la venta de datos de internautas

Edificio del Capitolio en Washington, D.C.
Edificio del Capitolio en Washington, D.C.

El Partido Republicano se carga la privacidad de los usuarios de las proveedoras de Internet, que ahora podrán comerciar con los datos de aquéllos sin ningún impedimento legal.

El Congreso de Estados Unidos autoriza la venta de datos de internautas

Estados Unidos ha presenciado este martes el fin definitivo de la privacidad para sus internautas. La Cámara de Representantes ha aprobado una ley que ha llegado desde el Senado para autorizar a los proveedores de internet a comerciar con los historiales de búsqueda de sus usuarios. Así, el legislativo patrocina una gran victoria para las empresas de telecomunicaciones con todo y la bendición de Donald Trump, quien deberá sellar este triunfante texto en los próximos días.

Esta nueva ley recibió el voto positivo de 215 representantes, todos republicanos, y 205 en contra, es decir, 13 republicanos y 192 demócratas. Con este texto, Trump estaría impulsando una medida más que contraste directamente con las regulaciones aprobadas por Barack Obama a lo largo de sus ocho años en la Casa Blanca.

El proceso estuvo empacado por el hermetismo y la rapidez con que los conservadores consiguieron su aprobación. Los legisladores del Gran Viejo Partido nunca llevaron su texto a debates ni lo presentaron en audiencias ante los comités respectivos ni tampoco se ampararon en expertos para su realización. El partido tan sólo se limitó a decir que la idea era cargarse algunas de las regulaciones demócratas por considerarlas excesivas. En total, el proceso tardó menos de un mes en pasar el filtro del Congreso.

Así, la Casa Blanca entregará un galardón en forma de ley a las grandes compañías de telecomunicaciones del país norteamericano, dentro de las que Comcast o Verizon se erigen como dos de las más poderosas. Esas mismas empresas lideraron una serie de rechazos hacia Obama y sus intentos por proteger la privacidad de sus usuarios, así como el inicio de la neutralidad en la red, la cual veta la discriminación entre los consumidores por parte de las mismas.

La regulación en cuestión se aprobó en octubre último en los despachos de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) y demandaba a los proveedores de conexión a Internet que obtuvieran el permiso de los usuarios para comercializar sus datos, dentro de los que se incluían desde el historial de búsqueda hasta las aplicaciones descargadas e incluso qué dispositivo utilizan para navegar en la web.

Esta ley no sólo elimina aquellas condicionantes, sino que encima impide a la agencia reguladora que imponga otras restricciones semejantes o idénticas en el futuro. En cuando la ley entre en vigor, las empresas podrán vender los datos de sus usuarios a los anunciantes que quieran sin que los primeros conscientan las operaciones.

Las medidas de Barack Obama también forzaban a las empresas a explicar a los usuarios qué tipo de datos juntaban sobre ellos y a quiénes se los vendían. Aparte de ello, los proveedores de Internet también debían avisar si los datos estaban en peligro e incluso requerían un permiso especial para buscar datos específicos como el historial de páginas visitadas.

Esta nueva normativa se salta prácticamente todos los filtros y restricciones, y deja como único obstáculo para su venta que el consumidor exprese deliberadamente que quiere mantener sus datos en privado. El Partido Demócrata ha reaccionado asegurando que este proyecto se carga las medidas de protección que el Gobierno había establecido previamente antes del cambio de mando en enero de este año. "Los datos de los usuarios pertenecen a los consumidores, no a los proveedores, y nunca deberían ser vendidos para el beneficio de las grandes operadoras", explicó John Lewis, congresista demócrata.

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