Los Clinton en el ojo del huracán por una mala praxis o pagos por favores, la controversia está servida

Bill, Hillary y Chelsea Clinton en la Clinton Foundation.
Bill, Hillary y Chelsea Clinton en la Clinton Foundation. / CF

Una fundación que realiza grandes obras sociales en todo el mundo puede verse empañada por la financiación captada para realizar esos actos de caridad y la futura presidenta de EE UU es la protagonista principal de esta controversia.

Los Clinton en el ojo del huracán por una mala praxis o pagos por favores, la controversia está servida

Existe una fundación calificada de organización de caridad pública cuya idea es unir a gobiernos, negocios y grupos sociales para enfrentar grandes problemas. Esta fundación, de la que más tarde diremos su nombre, está formada por 11 grupos no gubernamentales que trabajan en cuatro grandes asuntos: salud global y bienestar, cambio climático, desarrollo económico y la mejora de las oportunidades de mujeres y niñas.

La organización de caridad realiza trabajos tratando esos cuatro grandes asuntos con recursos propios, es decir, no hace donaciones a otras organizaciones, o al menos no grandes donaciones, sino que realiza su propio trabajo, con empleados y socios en todo el mundo.

Algunos de los trabajos que esta fundación realiza y que explican en su web es ayudar, en más de 70 países, a 11,5 millones de personas, incluyendo 800.000 niños, con VIH/sida para que tengan acceso a medicamentos a un costo 90% menor. Estos números representan a más de la mitad de los adultos y tres cuartas partes de los niños que reciben tratamiento en el mundo en la actualidad.

Otros trabajos que realizan es ayudar a granjeros en el este de África a tener mejores semillas y fertilizantes. Apoyo a la reconstrucción de Nepal tras del sismo de 2015 y conectar a más de 500.000 latinoamericanos con capacitación para el trabajo y oportunidades empresariales.

Esta fundación es estadounidense y no solo se dedica a hacer labores internacionales sino también dentro del propio país. En EE UU tiene un programa escolar que opera en cada estado, que involucra a más de 31.000 escuelas y 18 millones de estudiantes según sus cifras. El programa ayuda a mejorar la educación física, la nutrición infantil, la educación de salud y los programas de bienestar del personal. También trabajan para combatir las adicciones a medicamentos bajo prescripción. La fundación quiere reducir a la mitad el número de sobredosis por opioides, ya que ahora mismo esas sobredosis matan a más estadounidenses que los accidentes de auto.

El lector que haya llegado hasta aquí se preguntará de dónde saca el dinero esta fundación para realizar labores de tal envergadura. En su página web, cualquiera puede hacer donaciones de 25$, 50$… 1000$ o más, pero queda claro que las grandes cantidades de dinero que le permite realizar a esta fundación esas grandes obras de caridad que se han puesto como ejemplo, provienen de otro tipo de donaciones.

Llegados a este punto conviene ya decir que la fundación en cuestión es la Clinton Foundation, la organización que Bill Clinton creó tras dejar la presidencia en 2001, con la idea de unir a gobiernos, negocios y grupos sociales para enfrentar grandes problemas. Una fundación actualmente en boca de todos precisamente por la respuesta a esa pregunta que hacíamos antes: ¿de dónde saca el dinero?

La información al respecto no es nueva, al contrario, The Washington Post ya publicó en febrero de 2015 que la Fundación Clinton aceptó millones de dólares procedentes de siete gobiernos extranjeros durante el mandato de Hillary Clinton como secretaria de Estado (21 de enero de 2009-1 de febrero de 2013), incluyendo una donación que violó su acuerdo con la ética de la administración de Obama.

Las donaciones se recibieron antes de este acuerdo, es decir, antes de la nominación de Hillary Clinton como secretaria de Estado, por tanto los gobiernos que habían donado previamente dinero siguieron haciendo contribuciones a niveles similares.

The Washington Post, en su información de febrero de 2015, hace un apunte importante: “Las nuevas revelaciones, proporcionadas en respuesta a preguntas de The Washington Post, dejan claro que el acuerdo de 2008 no impide a los países extranjeros con intereses ante el gobierno de Estados Unidos de dar dinero a la caridad estrechamente vinculada a la secretaria de Estado.”

Para nuevas donaciones, posteriores a 2008, funcionarios de la fundación reconocieron al periódico que deberían haber solicitado la aprobación en 2010 de la oficina de ética del Departamento de Estado, como lo requiere el acuerdo de los nuevos donantes gubernamentales, antes de aceptar una donación de $ 500,000 del gobierno argelino. Pero no lo hicieron. Ese dinero fue destinado a ayudar a Haití tras el terrible terremoto que sufrió en 2010. A su vez, Argelia, el país donante, buscó una relación más estrecha con Washington y una involucramiento del país norteamericano en materia de derechos humanos. El ejemplo está en que la propia Clinton escribió en 2014 lo siguiente:  "Argelia es uno de esos países complicados que obligan a los Estados Unidos para equilibrar nuestros intereses y valores”. Añadió que el país [Argelia] era no solo un aliado en la lucha contra el terrorismo, sino que "también tiene un pobre historial de derechos humanos y una economía relativamente cerrada ".

Más allá de este ejemplo, lo que extraña es que la Fundación Clinton, quien siempre ha dado a conocer los gobiernos extranjeros donantes, no ha detallado las donaciones que fueron aceptadas durante el periodo de cuatro años de Clinton en el Departamento de Estado.

Lo que extraña es que la Fundación Clinton, quien siempre ha dado a conocer los gobiernos extranjeros donantes, no ha detallado las donaciones que fueron aceptadas durante el periodo de cuatro años de Clinton en el Departamento de Estado.

Se ha sabido que a parte de Argelia la fundación recibió dinero de los gobiernos de Kuwait, Qatar y Omán, países con relaciones diplomáticas, militares y financieras complicadas con el gobierno de Estados Unidos. Otros gobiernos que aportaron fueron Australia, Noruega y la República Dominicana.

Una vez que Hillary Clinton dejó su puesto de secretaria de Estado en 2013, pasó a dedicarse plenamente al desarrollo de la fundación. A partir de 2013 la fundación obtuvo donaciones de gobiernos como Arabia Saudita, Alemania y Emiratos Árabes Unidos.

El problema al que se enfrenta la actual candidata demócrata a la presidencia de los Estados Unidos es delimitar el nivel de lo que algunos consideran mala praxis. En EE UU, gobierno e individuos extranjeros tienen prohibido dar dinero a los candidatos políticos para evitar influencias externas sobre los líderes nacionales. Si la fundación de los Clinton ha recibido durante años donaciones de gobiernos extranjeros para realizar obras de caridad como las ya expuestas, ¿se puede considerar que Hillary Clinton ha sobrepasado los límites políticos tradicionales en EE UU? ¿La candidata demócrata se ha ganado el potencial favor de gobiernos extranjeros durante su etapa de secretaria de Estado? ¿Pueden afectar estas donaciones a la Fundación Clinton -y los favores de gobiernos extranjeros, que, en el mundo en el que vivimos, no dan algo a cambio de nada- en su futuro desempeño como presidenta de EE UU?

Por otro lado, se oye hablar estos días de la Clinton Global Initiative. Se trata de una parte de la Fundación que Bill Clinton comenzó en 2005. La Iniciativa, de lo que se encarga es de unir a financiadores con buenas causas y lo hace realizando eventos durante el año, incluyendo un gran evento anual en Nueva York.

Desde la primera reunión anual en 2005, la Iniciativa ha ayudado a realizar más de 3.500 compromisos entre financiadores y proyectos. En términos de la vida real, eso significa que han sido tocadas las vidas de más de 430 millones de personas en más de 180 países. Más de 46 millones de niños tienen acceso a una mejor educación, según calcula la fundación. La Iniciativa Global Clinton ha reunido más de 313 millones de dólares para investigar y desarrollar nuevas vacunas, medicinas y diagnósticos. Y también ha ayudado a más de 27 millones de personas a tener un mejor acceso a agua limpia y sanidad.

Un hecho sumamente loable. Pero lo que aquí se critica y se cuestiona no es la labor de la Fundación, sino la captación de fondos poco transparente, cómo ha podido afectar al desempeño de Hillary Clinton como secretaria de Estado el dinero recaudado y cómo afectará en el futuro. Un ejemplo: la agencia AP reportó esta semana que durante su tiempo como secretaria, más de la mitad de las reuniones de Clinton con gente fuera del gobierno fueron con donantes de la Fundación Clinton. Estas incluyen a ejecutivos de Estee Lauder -que estaba trabajando con el Departamento de Estado en un proyecto sobre violencia de género en Sudáfrica- y con el fundador de un banco sin fines de lucro que pedía ayuda porque su gobierno en Bangladesh lo estaba presionando para que renunciara. ¿Simple coincidencia? Mark Toner, vocero adjunto del Departamento de Estado, dijo en un comunicado tras estas revelaciones de la AP, que "individuos, incluyendo los que donaron a campañas políticas, organizaciones sin fines de lucro o fundaciones, incluyendo la Fundación Clinton, pudieron tener contacto o reuniones con funcionarios de la administración. Un gran rango de individuos y organizaciones externas contactan al Departamento de Estado.”

En cuanto al problema de la transparencia, ya se indicaba en líneas anteriores; cuando Clinton tomó el cargo de secretaria de Estado en 2008, ella prometió al presidente Barack Obama que la fundación publicaría la lista de sus todos sus donantes año con año. Pero eso no ocurrió. Reuters descubrió que desde 2010 hasta 2013, el área encargada de asuntos de salud de la fundación no dio a conocer la lista completa de sus donantes, dejando fuera a países como Suiza o metiendo a individuos en un solo grupo. La fundación no dijo al Departamento de Estado que países como Australia y el Reino Unido duplicaron o triplicaron sus donaciones entre 2009 y 2012, cuando Clinton era secretaria de Estado.

Se trata de un debate que acompañará a Hillary Clinton durante toda la campaña hasta el 8 de noviembre, día de la elecciones presidenciales en EE UU, y del que Donald Trump está sacando mucho rédito. El último es que el candidato republicano ha pedido un fiscal especial para investigar la fundación y acusó a su oponente demócrata de estar involucrada en "criminalidad" debido a las conexiones entre los donantes de la organización familiar y sus acciones como secretaria de Estado. Este martes 23 de agosto, Trump se refirió a un reporte de The Associated Press (AP) sobre el alto número de contribuyentes de la fundación que Clinton recibió en reuniones.

Desde el ala republicana esta opacidad en el tema de la Fundación Clinton será el filo con el que atacar a Hillary Clinton, aunque desde el ala demócrata hay quien lanzó alguna crítica también, como Bernie Sander, quien ya dio su apoyo a Clinton no sin antes dejar claro algo: "¿Tengo un problema cuando una secretaria de Estado en funciones recolecta millones de dólares de gobiernos extranjeros... dictaduras?", preguntó Sanders. "¿Tengo un problema con eso? Si".

Aunque las donaciones del extranjero a fundaciones y caridades de Estados Unidos sean comunes, la crítica viene por ser la familia Clinton los protagonistas y por ser Hillary Clinton la actual candidata a convertirse en presidenta de EE UU.

Por su parte, la fundación siempre ha rechazado las acusaciones de "pagos por favores" y ha ofrecido varias razones por las cuales no ha dado a conocer la lista de sus donantes. Bill Clinton se limitó a decir que las informaciones vertidas no son correctas y Craig Minassian, vocero de la fundación, ha dicho que hay amigos de Clinton involucrados en los compromisos de la iniciativa porque a ellos también les importa realizar un impacto positivo.

Si Clinton gana la presidencia, Bill Clinton ha escrito que  "No ha sido fácil el proceso para determinar el futuro de la Fundación Clinton si Hillary Clinton gana la presidencia […] Es una situación sin precedentes, por lo que no hay un manual que seguir".

Sin embargo, dijo que se tomarán algunos pasos si su esposa gana. Solo aceptará donaciones de residentes legales y ciudadanos estadounidenses y de fundaciones independientes con sede en Estados Unidos. Bill Clinton renunciará de la junta directiva y dejará de recolectar fondos.

Debido a que mucho del trabajo internacional está financiado parcialmente por programas de ayuda de gobiernos extranjeros, ellos tendrán que mover esos programas a otras organizaciones que puedan continuarlos. Además, según Clinton, este septiembre se realizará la última reunión anual de la Iniciativa Global Clinton.

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