Las cuatro claves del caos político y social que ha arrinconado a Temer

Protesta contra Michel Temer en Brasil. / Twitter
Protesta contra Michel Temer en Brasil. / Twitter

El presidente de Brasil se queda sin municiones para defenderse de los ataques de sus adversarios y de la población pero el Congreso podría salvar su puesto.

Las cuatro claves del caos político y social que ha arrinconado a Temer

Michel Temer vive sus horas más difíciles desde que es presidente de Brasil, si no es que siempre fueron así. Acorralado por la Justicia, despreciado por la población y traicionado por quienes consideraba sus socios, el jefe de Estado se aferra con las fuerzas que le quedan a la Cámara de Diputados, que a estas alturas es también su único sostén. En este caos político, MUNDIARIO resume las claves de la caótica coyuntura que rodea al presidente y a los suyos:

1- La traición al Partido de los Trabajadores:

Temer llegó al poder tras haber preparado la guillotina de Dilma Rousseff, quien era presidenta hasta agosto del año pasado. Rousseff y Temer eran de distintos partidos (el actual mandatario pertenece al Partido del Movimiento Democrático Brasileño, PMDB), pero el de Rousseff, el Partido de los Trabajadores, era para entonces el más poderoso a nivel nacional. Pese a que las elecciones municipales confirmaron la menguante situación del partido que parió también a Luiz Inácio da Silva, el carismático expresidentes brasileño, la maniobra de Temer siempre se vio como una traición en su núcleo fuerte. Unido a eso, los seguidores de Rousseff y da Silva, que componen la clase más desfavorecida del país, condenó desde un inicio la caída de su guía espiritual, condicionando todavía más al nuevo presidente entre la población.

2- El resurgimiento de da Silva:

Pese a la delicada situación en que se encuentra Temer, hay un actor que podría mantenerle su cabeza en su puesto. Es irónicamente Luiz Inácio da Silva, conocido popularmente como Lula. El expresidente se encuentra él mismo envuelto en otros escándalos de corrupción. Su cabeza es uno de los trofeos más codiciados por las autoridades brasileñas, y por sus rivales políticos. El exmandatario ha amenazado con presentarse a las próximas elecciones presidenciales, y los primeros sondeos de los medios de comunicación apuntan que podría ganar sin mayores dificultades. La caída de Temer podría catapultar las ambiciones de Lula, desatando así un nuevo huracán en las instituciones gubernamentales.

3- Primer presidente demandado de la historia:

Temer rompió esta semana la marca de imbatibilidad de los presidentes brasileños en los tribunales. Ya Fernando Collor de Mello y Dilma Rousseff habían caído cada uno por ser acusados en serios casos de corrupción, pero ninguno fue demandado durante su mandato. Temer sí. Rodrigo Janot, el impecable fiscal general de Brasil, presentó la denuncia por cobro de sobornos formalmente el lunes y eso no hizo sino rematar al caótico Ejecutivo federal. El presidente, no obstante, se niega a renunciar, pese a que él y ocho ministros tienen carpetas pendientes en los tribunales. Encima de eso, cuenta apenas con un 7% de aprobación entre los brasileños, una cifra que le deja en ridículo casi absoluto. Rousseff, su exsuperiora, se quedó en 13% en su peor momento.

4- El Congreso podría sostenerlo:

Y a todo esto, la última palabra la tiene el Congreso. Puntualmente, la Cámara de Diputados. Con la denuncia hecha por Janot, los legisladores serán los encargados de votar por hacer rodar la cabeza del presidente o dejarlo en el puesto pese a que tiene a todo el país en su contra. En Brasil, los medios de comunicación han anticipado que el jefe de Estado está dispuesto a arrastrarse por los pasillos de las instituciones de Brasilia con tal de convencer a los diputados de votar en su beneficio. Su argumento sería que, en vista de que la mayoría de ellos están en su misma situación, lo más conveniente es mantenerse unidos ante la tempestad. Lo peor de todo, es que parece que muchos de ellos están dispuestos a ceder a este escueto argumento.

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