En la Casa Blanca ya no confían en nadie: revisan los móviles de sus empleados

La Casa Blanca.
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Sean Spicer instó a los empleados que fueron requisados que no filtraran esa reunión a los medios ni de los esfuerzo que llevan a cabo para acabar con las filtraciones

En la Casa Blanca ya no confían en nadie: revisan los móviles de sus empleados

El portavoz presidencial de EE UU, Sean Spicer,  ha realizado chequeos a los teléfonos de varios empleados de la Casa Blanca para comprobar si estos se comunicaban con algunos medios o hacían filtraciones de informaciones clasificadas, informó el portal político.com. Spicer justifica estas medidas como parte de los esfuerzos para evitar nuevas filtraciones y encontrar a quienes ya las han hecho.

La semana pasada Spicer invitó a su oficina a empleados del ala oriental de la sede presidencial y les anunció que el uso de aplicaciones de mensajería codificadas, como Signal o Confice, era una violación del Acta de Anotaciones Federales de 1950 (Federal Records Act), informaron fuentes del portal que difundió la requisa. Después, Spicer les pidió los teléfonos, tanto los privados como los de trabajo, para comprobar que no usaban dichas aplicaciones ni se comunicaban con periodistas de forma privada.

Además, instó a los que estaban presentes que no filtraran a los medios nada del encuentro ni de sus esfuerzos para acabar con las filtraciones. Agrega, Politico que Spicer consultó al abogado de la Casa Blanca, Donald McGahn, antes de tomar dichas medidas y que estuvo acompañado por otros especialistas en materia legal durante la reunión con los empleados.

La Administración Trump busca el modo de atajar las divulgaciones no autorizadas de información sensible, a cuyos autores el mandatario ha prometido castigar, haciéndoles "pagar un precio muy alto". Entre otras medidas, figura un memorándum contra las filtraciones preparado por Richard Visek, asesor jurídico en funciones del secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson.

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