Los asombrosos comentarios que nos regalan las tertulias políticas en televisión

Marhuenda en televisión.
Marhuenda en televisión.

Uno de los mayores defectos de esos ciudadanos que acuden a los platós de televisión es la vulgaridad, en unos casos, y en otros, la pomposa figura pregonera.

Los asombrosos comentarios que nos regalan las tertulias políticas en televisión

La tertulia-debate televisiva ya la introdujo Jose´Luis Balbín en la lejana España de la Transición. Sin duda, lo necesario para estar informados, sobre todo para aquellos que llevan la política en la sangre, que cada día seremos más. Y viviremos en un lugar libre y abierto donde cada uno puede aportar su granito de arena a la colectividad nacional. Solo que también es cierto que uno de los mayores defectos de esos ciudadanos es la vulgaridad, en unos casos, y en otros, la pomposa figura pregonera, de lo que en verdad significa el término verdad. Pues la mentira guarda el lugar donde se esconde el contenido, la esencia de la más pura realidad de lo cierto.

Aunque a decir verdad, es la televisión la que gana casi todas las partidas, lugares cuasi sagrados donde acuden políticos y tertulianos de todo tinte. Como la casi seguridad de que cada uno dirá seguramente lo que cree, lo que puede ser, lo que él sabe lo que es, solo que no es bueno decirlo en público. No olvidemos que en las pantallas televisivas se mezclan churras y merinas. Y eso es solo un puro decir.

Un final para ilustrar el texto. La pasada semana, en tanto desayunaba, como un día más, vi y oí los comentarios de tertulianos y políticos. Natural. Y escuché algo que me dolió, aunque no demasiado, pues ya conoce uno el estilo de algunos. Se trataba de un comentario del director del diario La Razón, que, al referirse a los socialistas dijo algo así como que lo que le preocupa de los socialistas es su escaso nivel cultural. Esto, o algo parecido, pues lo mismo ya lo había oído yo en otras ocasiones. El buen profesor, en cada intervención, en cuanto abre la boca, lo primero es hablar de su currículo, alardeando de que es profesor universitario, etc, etc. Como si alguien le hubiese preguntado. Y aunque puede que diga parte de verdad, dicha verdad estaría justificada, y si no lo entiende, que desglose las siglas del partido socialista: PSOE, partido socialista, obrero, español. Es decir, por lo general, se trata de un partido de gente trabajadora, ciertamente y en contados casos de escasa preparación. Pero esa historia ya es pasada. Hoy ya no. Miren, para componer su primera estructura de las listas de congresistas y senadores, imagino que lo pasaron canuta.

Lo que demuestra que uno se rehace de todo, solo cuando se vive en democracia. Antes eran analfabetos; ahora son universitarios. Antes en el PP no había ladrones. Ahora… resulta indignante.

Así que, por favor, señor Marhuenda, preocúpese usted de sí mismo. Aunque esto solo sea un puro decir.

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