El acuerdo PP-PNV pone en evidencia la catastrófica política de la Generalitat

Carles Puigdemont
Carles Puigdemont.

Cataluña ha sido incapaz de aprovechar la misma oportunidad al haberse enrocado en una posición ideológica, la independencia, que le priva de hacer política. Al final no habrán conseguido referéndum ni independencia y habrán desperdiciado varios años para hacer política real.

El acuerdo PP-PNV pone en evidencia la catastrófica política de la Generalitat

Mariano Rajoy ha estampado su firma al pie de un documento de once páginas firmado con el PNV para garantizar su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado, más dos anexos que suman otras 18 páginas donde se recogen acuerdos en materia ferroviaria. El acuerdo incluye lo grande, como el cupo, y lo pequeño, como subvenciones a entidades culturales, lo estratégico, como los compromisos ferroviarios, y lo coyuntural. Los treinta epígrafes del acuerdo incluyen: cupo 2006 - 2017, diversas actuaciones en la llamada Y vasca, con tramos y estaciones detallados, minoración de las tarifas eléctricas industriales, construcción de nuevas plataformas intermodales, cesión de los terrenos de Lemóniz y de los que ocupa la prisión de Martutene, diversos acuerdos en energía, variante sur ferroviaria, acuerdos para potenciar las funciones de la policía autonómica, acuerdos medioambientales…

No han faltado voces que han criticado el acuerdo como cesión inconcebible, error a largo plazo, oportunismo, etc. Olvidan que los apoyos parlamentarios nunca son gratuitos. Que esos acuerdos se hayan pactado sobre asuntos de gestión y no sobre entelequias ideológicas, ha facilitado el acuerdo pero también ha demostrado que la política realista siempre tiene recorrido. Además, el acuerdo tiene varios aspectos sumamente positivos que deben resaltarse.

De un lado, el más obvio. Con un gobierno de base parlamentaria que no goza de mayoría, el acuerdo blinda la ley de presupuestos y además establece un calendario temporal que compromete al PNV tanto como al PP. Por otra parte es un acuerdo que pone en evidencia la catastrófica política de la Generalitat, incapaz de aprovechar la misma oportunidad al haberse enrocado en una posición ideológica, la independencia, que le priva de hacer política. Al final no habrán conseguido referéndum ni independencia y habrán desperdiciado varios años para hacer política real. El acuerdo con el PNV es la puntilla para el gobierno catalán, como bien recoge la prensa barcelonesa.

La flexibilidad del Gobierno para lograr acuerdos con socios tan dispares como Ciudadanos y PNV le otorga una ventaja estratégica para los próximos meses

Por otra parte la flexibilidad del Gobierno para lograr acuerdos con socios tan dispares como Ciudadanos y PNV, le otorga una ventaja estratégica para los próximos meses en los que deberá abordar cuestiones tan complejas como el final del “procés” catalán o la reordenación de la Unión Europea tras el Brexit. El enconamiento entre Podemos y el PSOE también ayuda. Sin compromisos electorales hasta las elecciones autonómicas y municipales de 2019, el Ejecutivo puede hacer política.

La oposición, mientras, se ha enredado. Frente a los Presupuestos y frente a la corrupción ha demostrado las profundas diferencias entre los distintos grupos y la nula convergencia. Lo que demuestra una vez más la inviabilidad de una moción de censura por falta de acuerdo político. Podemos hará algo más de ruido, el PSOE seguirá con su proceloso proceso de renovación y el Gobierno por primera vez en año y medio, tiene las manos libres. 

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