Las 4 situaciones que podrían estropear el verano de los políticos europeos

Manifestación independentista en Cataluña. / RRSS
Manifestación independentista en Cataluña. / RRSS

Desde las playas de Italia hasta Cataluña, aquí están los problemas que podrían forzar a los políticos a pasar unas vacaciones en vela.

Las 4 situaciones que podrían estropear el verano de los políticos europeos

El mes de agosto supone un mes aburrido para la política europea, gracias a las largas vacaciones de verano disfrutadas por muchos en todo el continente.  Pero este año, las crisis políticas, los movimientos independentistas, o los incendios financieros, tendrán el hábito de ignorar los horarios de vacaciones de los políticos europeos.

Polonia

La Comisión ya ha sentado las bases para sancionar a Polonia si el gobierno avanza con reformas que la Unión Europea cree socavarían la independencia de la judicatura del país. Esto es muy relevante porque los funcionarios de la UE ya no confían en el gobierno de Varsovia, y el poder judicial es la última línea que Bruselas ha dibujado como el límite de lo permitido.

El gobierno polaco se mueve para anular o evitar el veto del presidente Andrzej Duda de dos polémicas leyes que le habrían dado el control de la Corte Suprema y que le permitirían escoger a los jueces del país.  Ante tal situación, el vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, dijo el miércoles que la Comisión estaba dispuesta a activar el "artículo 7", el primer paso hacia la "opción nuclear" de suspender los derechos de voto de Polonia.

Italia

Por el tercer verano consecutivo se espera que cientos de miles de inmigrantes aterricen en Europa desde Oriente Próximo y África. La UE ha negociado con Turquía, Afganistán, y varios estados africanos para reducir los flujos migratorios o permitir que los recién llegados sean devueltos a su país de origen. Y sin embargo, los barcos siguen llegando, en particular en Italia.

La migración es el tema político más explosivo de Europa en este momento. Tiene el potencial de hundir a los gobiernos y alzar las campañas electorales en Alemania y Austria. Otro ahogamiento en masa de alto perfil o un atentado terrorista mortal atribuido a recién llegados podría inyectar combustible fresco en un debate ya bastante cargado.

Juncker ha prometido 100 millones de euros adicionales para Italia y más personal de la UE para ayudarles a hacer frente a las oleadas que llegan. Los Ministros también acordaron extender la Operación Sofia, el esfuerzo de la UE para combatir el tráfico humano y de armas en el Mediterráneo central hasta finales de 2018.

Londres

La mayoría parlamentaria de Theresa May está a punto de evaporarse en el calor del verano. La primera ministra británica se aferra al poder gracias a un acuerdo con el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte. Si la primera ministra saliera, también lo hace la trayectoria del Brexit, la tarea política más complicada del país en mucho tiempo.

Bajo las reglas del Partido Conservador, se necesitan unos 48 diputados para forzar un voto sobre un cambio en el liderazgo. Es poco probable que ocurra en agosto. A menos que haya una emergencia como una guerra, el parlamento no estará en sesión. Los funcionarios de la UE quieren un gobierno británico estable con el que puedan negociar, pero hay poca simpatía por el Partido Conservador y su costumbre de convertir sus luchas internas en problemas de todo el mundo.

Cataluña

Carles Puigdemont, presidente de Cataluña, ha pasado los últimos meses en un curso de colisión de alta velocidad con el Estado español. Él ha dicho que "nada nos impedirá" celebrar un referéndum de independencia el 1 de octubre, una medida que el gobierno en Madrid considera ilegal.

Una de las respuestas de Madrid a los políticos catalanes que llaman a la independencia es llevarlos a los tribunales. Amenazar a la gente con tiempo de cárcel para pedir una votación no se ve muy bien en un continente que se enorgullece de su récord en la protección de los derechos humanos.

Es poco probable que los funcionarios catalanes retrocedan, o que lo haga también Madrid. La Comisión Europea se esfuerza por no comentar la cuestión de Cataluña, porque cualquier palabra que pronuncie puede ser sacada de proporción por cualquiera de las dos partes que están en pugna. Pero lo que sucede en Cataluña será observado cuidadosamente en todo el bloque, incluyendo los flamencos en Bélgica, o los escoceses de Reino Unido.

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