No me lo podía imaginar: cantar con la mejor orquesta de España

Sito Sedes con la Orquesta Atlantic. / Mundiario
Sito Sedes con la Orquesta Atlantic, donde debutó como cantante. / Mundiario

Nueva serie sobre la vida musical en MUNDIARIO: un repaso a las orquestas, sus músicos y cantantes, los festivales de la canción... 

No me lo podía imaginar: cantar con la mejor orquesta de España

La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo. Platón.

La música me ha permitido muchas cosas: cantar, que es la manera de comunicar sentimientos; conocer muchos pueblos, muchísima gente, y, sobre todo, hacer amigos, amigos que cada vez que los encuentras, te hacen rebobinar la película de tu vida, con imágenes de nuestra juventud. Y ahora que debuto como colaborador de MUNDIARIO, trataré de contaros de la mejor manera como fue mi mundo en la música, a la cual estoy muy agradecido, ya que no me cansaré de decir gracias. Esta nueva serie sobre la vida musical comprenderá un repaso a las orquestas, sus músicos y cantantes, los festivales de la canción... 

Comencé a cantar en el año 1962 con dieciséis año en la orquesta Atlantic de Pontedeume (A Coruña), una orquesta muy familiar, con Raimundo, Paco y Leonardo, que eran hermanos, y los hijos de Raimundo, Amador y Pedro, por eso digo lo de familiar.

Pedro, trompetista, abandonó la música muy joven y se dedicó al futbol, triunfando en el Racing de Santander en la época gloriosa de Maguregui como entrenador, y ya más tarde se dedicó a la banca. Su hermano Amador, un gran músico, opositó a la banda de música de Infantería Marina, en Cartagena y luego Marín, donde se jubiló.

Actuación del cantante Sito Sedes con la orquesta Los Satélites en la TVG.

 

Tuve una parada en mi vida de dos años debido a una enfermedad pero una vez recuperado decidí seguir cantando y comenzó mi vida profesional en la orquesta Sintonía de La Coruña, de la que pasé a la orquesta Radio. Ésta pronto desapareció y la mitad de los músicos formamos el grupo Los Key. No llevaba un año cuando me llamaron para cantar con Los Satélites. ¡Dios mío! No me lo podía imaginar: cantar con la mejor orquesta de España. El día que me dijeron si quería cantar con ellos, nada más terminar la conversación lo primero que hice fue llamar a mi padre al bar de Doro, en Sillobre (A Coruña), que era donde el paraba todos los días y donde había teléfono. Fue un día que no se me olvidará nunca.

(Continuará.)

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