Los mejores colores para las habitaciones infantiles 

Edredón ajustable. / Mundiario
Edredón ajustable. / Mundiario

La psicóloga alemana Eva Haller, en su libro Psicología del color, estudió cómo los colores actuaban en los sentimientos y en la razón, así como el modo en que pueden alterar nuestro estado de ánimo.

Los mejores colores para las habitaciones infantiles 

Los colores inciden mucho en el estado anímico de todos nosotros, pero su influencia se hace notar muy directamente en los niños. Los primeros estudios que establecen una relación entre color y estado de ánimo son del siglo XVIII, pero hasta los años 40 del siglo XX no se establece científicamente una relación directa entre los colores y las emociones. La psicóloga alemana Eva Haller, en su libro Psicología del color, estudió cómo los colores actuaban en los sentimientos y en la razón, así como el modo en que pueden alterar nuestro estado de ánimo.

Vamos a ver qué colores son los más adecuados para los dormitorios infantiles, cómo se pueden combinar entre ellos y qué efecto producen sobre los más pequeños de la casa.

En primer lugar, nos ocuparemos de los colores más indicados para los primeros meses de vida, en esta etapa el niño debe tener un entorno que consiga un equilibrio perfecto entre la estimulación y el descanso. Hemos escogido el rosa en combinación con el blanco para esta primera etapa de la vida, dejando las tonalidades amarillas y verdes para etapas posteriores.

El rosa es un color muy indicado para las habitaciones de recién nacidos independientemente de si son niñas o niños. El rosa se asocia con todo aquello que es tierno y suave, al amor y a la ternura; para evitar que tenga una presencia excesiva y resulte empalagoso es perfecto combinarlo con el blanco. Éste aporta vitalidad y fuerza, es el color de la inocencia y la pureza, la suma de todos los colores de la luz y es el tono neutro perfecto para combinar con el resto de colores. Si se quiere ser más atrevido se puede utilizar también el rosa combinado con el blanco y con un gris suave que es también una tonalidad neutra.

Saco nórdico. / Mundiario

Saco nórdico. / Mundiario

El amarillo es el color del optimismo y la alegría, representa el sol y la luz. Se le atribuyen propiedades estimulantes sin llegar a ser excitante. El amarillo suave es una buena opción para la habitación de los niños, es mejor utilizarlo cuando ya han dejado atrás la etapa de bebé y antes de entrar en serio en la dureza de la etapa escolar. Hay que evitar las tonalidades que lo acercan al naranja porque puede provocar un exceso de estímulo. El amarillo es la mejor opción para las habitaciones interiores y pequeñas porqué proporciona calidez y luminosidad.

El verde se asocia a la naturaleza, representa la vida lo que crece y se desarrolla. Es un color equilibrado que favorece la concentración intelectual por ello está indicado para las paredes y el mobiliario de los despachos y oficinas y también para las habitaciones infantiles en las etapas en que es necesario incorporar un rincón de estudio a la habitación. La combinación de amarillo y verde proporciona alegría y optimismo, a la vez que calma y concentración, se puede crear una zona de descanso donde predominen las tonalidades amarillas, por ejemplo, en la ropa de cama, y una zona de estudio que favorezca más el trabajo intelectual.

 

Comentarios