Los prejuicios aún obstaculizan la prevención y el tratamiento del VIH

Sigue existiendo mucho prejuicio alrededor del VIH. / RRSS
Sigue existiendo mucho prejuicio alrededor del VIH. / RRSS

Ha habido grandes avances y muchas victorias importantes en la lucha contra el VIH, pero tres décadas después, el estigma aún impide la prevención y el tratamiento. 

Los prejuicios aún obstaculizan la prevención y el tratamiento del VIH

Las innovaciones científicas y la inversión sostenida han sido las armas más importantes para expandir la prevención y el tratamiento del VIH. Sin embargo, la epidemia aún conserva un poderoso impulso, especialmente en regiones como África. En el África subsahariana, 19,4 millones viven con el virus. En 2016, se produjeron aproximadamente 15 000 nuevas infecciones cada semana en la región.

El tratamiento y la prevención del VIH son emprendimientos gemelos; se basan universalmente en dos elementos. El primero es la interacción de personas VIH positivas y negativas con servicios de VIH. El segundo es la voluntad de las personas de modificar su comportamiento riesgoso y evitar consecuencias negativas para la salud. La adherencia es la piedra angular de estos procesos: el compromiso de tomar medicamentos o adoptar un comportamiento de reducción de riesgos de manera constante a lo largo del tiempo.

Al adherirse a sus regímenes antirretrovirales (ARV), aquellos que viven con el virus pueden llevar una vida larga y saludable, y pueden eliminar la posibilidad de transmitir el virus a su pareja. El concepto de virus no detectable es intransmisible y ahora es aceptable. Con una buena adherencia a una píldora para la prevención del VIH o profilaxis previa a la exposición, o el uso constante de preservativos, las personas VIH negativas pueden protegerse contra la infección.

Pero el estigma real y percibido puede socavar todos estos esfuerzos. Esto se debe a que los prejuicios impiden que las personas se hagan la prueba. También les impide hablar de los resultados de la prueba con sus parejas cuando se la realizan, y luego continuar con su tratamiento. A menos que se aborde el problema del estigma, es poco probable que el objetivo de poner fin a la epidemia de SIDA para el año 2030, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, se convierta en realidad.

El estigma ocurre en la mayoría de casos cuando la desgracia y la vergüenza se asocian con el padecimiento, Resulta en la persona teniendo miedo de compartir su situación o siendo rechazada al respecto. Cuando las creencias estigmatizadas se mantienen ampliamente en una comunidad, la hostilidad y la discriminación hacia las personas que padecen la enfermedad se vuelven comunes. Crear conciencia no deja de ser una buena medida para acompañar a las ya extendidas del tratamiento y la prevención. @mundiario

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