Volkswagen, protagonista de la mayor estafa empresarial de 2015
La empresa alemana, al instalar en millones de coches de motor diésel un software diseñado para falsear las emisiones de gases contaminantes, debe enfrentar el peso de la justicia por este fraude.
Si hay una noticia del 2015 que refleja la inmoralidad del capital, y de cómo la mentira, el fraude y la falta de ética están en el tuétano del afán de lucro, es la referida a la actuación de la empresa alemana Volkswagen, que engañó a sus clientes al vender en Europa 11 millones de coches, y 600,000 en Estados Unidos, de motor diésel, subrepticiamente equipados con un software diseñado para falsear las emisiones de gases contaminantes, en un desprecio total al medio ambiente y a la salud de las personas. Llama mucho la atención que esto haya pasado en Alemania, el país que le exige austeridad, recortes y disciplina moral a los miembros de la Unión Europea.
Esta empresa alemana, que está constituida por nueve marcas procedentes de siete países europeos, y vende sus vehículos en más de 155 países, trata de escabullirse con mentiras y negando la información que le solicitan, de la acción de la justicia de Estados Unidos, único país que ha actuado con dureza ante semejante delito. En España, donde se han visto afectados 683.626 coches que están equipados con motores diesel del tipo EA 189 Euro 5, por ejemplo, no hemos visto al gobierno del Partido Popular y a su ministro Soria expresar indignación por el engaño, y solicitar que el peso de la ley recaiga sobre este fraude. Contradictoriamente este es uno de los países donde más se siguen vendiendo coches de esta marca. Es el premio que le dan los consumidores españoles a esta empresa, cuyos responsables culparon cínicamente en un inicio a un “pequeño grupo de programadores sin escrúpulos” de ser los causantes del daño, negando que la compañía lo supiera, pero el mundo no ha tragado semejante embuste, y la verdad se está abriendo paso. Este crimen corporativo no puede quedar impune, y las fiscalías de varios países están abriendo investigaciones penales.
Es bueno destacar que fue la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos quien destapó la estafa en septiembre pasado, ya que ese país tiene algunas de las normas de emisiones de diesel más exigentes del mundo.
El actual ministro alemán de Transporte, Construcción y Desarrollo Urbano Alexander Dobrindt ha expresado que la Volkswagen "debe eliminar el software de todos los vehículos y adoptar las medidas apropiadas para garantizar que las normas de emisiones se cumplan”.
Mientras tanto se ha sabido –según la crónica de Sandro Pozzi, desde Nueva York, para El País- que “Volkswagen se resiste a cooperar con la justicia norteamericana, citando leyes de privacidad que le impiden facilitar los mensajes internos que se intercambian sus empleados, en este caso los ingenieros que diseñaron el sistema informático que controla las emisiones. Esa información es una prueba clave para sancionarles”.
En Estados Unidos las ventas de los modelos con motor diésel están suspendidas, desde que el DieselGate fue destapado hace 4 meses.
Aquí en España, este periodista ha tenido acceso al mensaje que por correo electrónico ha enviado Laura Ros, directora general de Volkswagen España, a un cliente nacional , dado el escándalo causado, y que no ha podido ser tapado, y que es el siguiente:
Reciba un cordial saludo,
Juzguen, ustedes.