Casi todas las normas y leyes nuevas perjudican siempre a los más pobres

Marcha contra la pobreza.
Marcha contra la pobreza.

Quizás no sea culpa de nadie pero en el mundo actual cada paso que se dá aleja más al pobre del rico, mientras la clase media sigue disminuyendo.

Casi todas las normas y leyes nuevas perjudican siempre a los más pobres

El empobrecimiento de los pobres quizás no sea culpa de nadie pero eso  no significa que exculpemos a los dirigentes que no toman medidas acertadas para corregirlo. El mundo ha cambiado mucho y demasiado rápido para asimilar el cambio. Muchos de los que empezaron una formación, unos estudios para la profesión soñada, se encontraron al terminar que los puestos de trabajo a los que aspiraban habian sido ocupado por robots, ordenadores, o simplemente se habían extinguido siendo sustituidos por otros que no se corresponden con su formación. Cuando va a Mercadona verá carteles que anuncian puestos de trabajo con contrato indefinido y 1.700€ de sueldo en el nivel inferior, cuando se acerca a los sitios de veraneo encontrará múltiples anuncios solicitando camareros o cocineros o vendedores de inmobiliaria con contratos de temporada, normalmente de tres a nueve meses, aunque también los hay fijos, y en las capitales también verá carteles pidiendo cocineros, conductores de drones, o gente que domine complicados sistemas informáticos, pero bibliotecarios ni uno ¿que hacer cuando uno se siente engañado? Está claro que hasta ahora los trabajos de este país turístico acaban siendo ocupado por inmigrantes de América o Europa, y que los españoles se dan oportunidades durante unos años o emigran a países tecnológicos donde en 2007 su PIB ya no dependia de la construcción.

El abundante paro juvenil, y especialmente de primer empleo, ha sido y es, junto con el paro de larga duración, la primera preocupación de los gobiernos, y las promesas de acabar con él el mejor medio de captar votantes. Esto es lógico y necesario, pero ha producido un tremendo coste en las clases pasivas que han pasado a segundo término, especialmente en las personas más necesitadas, así hemos visto la práctica congelación de las pensiones que en realidad es una bajada si tenemos en cuenta el aumento de impuestos directos e indirectos así como de los recibos y residencias de ancianos. Todas las medidas benefician a los más ricos y perjudican a los más pobres. Lo hemos visto hasta en las restricciones del tráfico en ayuntamientos de la izquierda radical cuando solo dejan circular a las matriculas pares o impares, lo que perjudica a los que tienen un solo coche, o prohiben circular a los vehículos antiguos, los que usan la gente humilde, o a los diesel, mientras los ricos pasean sus poderosos coches que aparcan en sus garajes mientras los pobres no pueden pagar ni el  disparatado precio que ha alcanzado la zona azul o verde.

La crisis del 2008 cogió a España a medio camino en prestaciones sociales, así carecemos de muchos servicios gratuitos en otros países, como dentistas, acupuntura, homeopatía, guarderías, o las ayudas a las múltiples dependencias, además de unas pensiones bajas. Es muy triste que los pobres, incluyendo muchos pensionistas, parados de larga duración, o mileuristas, pierdan sus dientes mientras los más pudientes se los empastan, no puedan comprarse una dentadura postiza cuando otros se implantan las piezas que les faltan, no puedan ver porque las lentes son muy caras, no puedan oír porque los audífonos están por las nubes, no puedan pasear por que no pueden comprar una silla de ruedas, o que les corten el suministro eléctrico por no pagar los recibos,  y esto no solo por falta de ayudas sino que hasta las desgravaciones han desaparecido.

Sabemos que el rico siempre tendrá acceso a bienes que el pobre no alcanza, pero hay cosas que forman parte de la dignidad humana y deben tener un trato preferencial para no depender del dinero sino del hecho de ser humano. En los acuerdos de investidura que el PP hizo con Ciudadanos, y que esperamos que el PSOE, Podemos, y todos, también apoyen, hay unos miles de millones de euros destinados a temas sociales cuyo fín estamos deseando ver. Esperemos que los postureos tan de moda no impidan su ejecución, y si no fuera suficiente para recobrar la dignidad, que busquen en los Presupuestos otras partidas que puedan recortarse antes que las sociales. A mi me llega con 100 senadores, por ejemplo, y me sobran diputaciones, solo por citar algo.

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