'Supermario' Draghi da un vuelco a la política económica en Europa

Mario Draghi. / RR.SS.
Mario Draghi.

Ahora los gobiernos de los 19 países de la eurozona tienen la pelota en su tejado: salir de la austeridad impuesta por Alemania, o seguir en la crisis durante décadas.

'Supermario' Draghi da un vuelco a la política económica en Europa

Ahora los gobiernos de los 19 países de la eurozona tienen la pelota en su tejado: salir de la austeridad impuesta por Alemania, o seguir en la crisis durante décadas.

El economista italiano de 67 años Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo con sede en Francfort, ha demostrado ser el líder para la recuperación económica en la Eurozona. Primero fue el 26/7/2012 cuando salvó al euro (y a España) cuando estaba a punto de caer. Lo hizo con una declaración: “El BCE hará todo lo posible por salvar al euro, y créanme, será suficiente”. Después, cuando el 5/6/2014 tomó las medidas para crecer y contra la inflación: bajó el tipo de interés (precio del dinero) al 0.05%; inyectó 400.000 millones de euros y ordenó intereses negativos (cobrar) a los bancos por depositar dinero en el BCE. Finalmente el 22/1/2015 ha puesto en marcha la máquina de hacer dinero, “QE, Quantitive Easing” (expansión cuantitativa): un plan de estímulos del BCE para financiar la recuperación económica. Pondrá en los bancos europeos 60.000 millones de euros al mes desde marzo 2015 hasta septiembre del 2016. Es decir, supone inyectar en la zona euro 1.14 billones de euros. El BCE comprará deuda de los gobiernos por ese importe. El 80% del riesgo es asumido por los bancos centrales. El Banco de España tomará 120.000 millones de euros, un 8.84% del total.

En un principio el objetivo del BCE era controlar que la inflación no llegase al 2%. Debido a la crisis se ha llegado a lo contrario: a una deflación del 2%, un parón de la actividad económica, un aumento del paro y la aparición de nuevos partidos políticos reivindicativos. La Política Económica restrictiva en Europa, impuesta por la “troika”, obliga a un menor gasto productivo, a equilibrar el déficit y a fomentar un euro fuerte. Ello ha llevado a muchos países a una devaluación interna. Una catástrofe en la economía del sur de Europa. La deuda pública europea es de 9 billones de euros, imposible de pagar.

Proponer que la clase media europea siga sacrificándose a largo plazo es un suicidio. Sobre todo cuando el gasto improductivo lo realizaron los gobiernos y se realizaron quitas a los bancos. En España fue rescatada la banca con 41.600 millones.

El objetivo del BCE ha cambiado. La preocupación ahora es el crecimiento y llegar a una inflación del 2%. Inclusive se piensa en prolongar los estímulos a la economía en el caso de que no se llegue a ese 2%. Todo ello ha conducido a Mario Draghi a actuar con firmeza: inyectar dinero en el sistema, como lo hicieron EEUU, RU y Japón. Si bajan la actividad económica y los precios, la solución es poner dinero en el sistema; con ello baja el precio del dinero, baja el precio del euro respecto al dólar (lo que permite exportar más), y suben los precios, sube la bolsa, aumenta la producción y se crea más empleo.

Se necesita una Política Económica expansiva. Mario Draghi vuelve a tomar decisiones que benefician claramente a Europa y principalmente a la economía española. Una decisión histórica que impulsará el crédito, la inversión, el consumo y el crecimiento del PIB en la zona euro. Los gobiernos europeos deben aplicar reformas para desatascar la economía:

> Propiciar que el dinero puesto en los bancos llegue a las empresas y familias.

> Los gobiernos deben transmitir confianza y entusiasmo en la recuperación económica, informando de los créditos disponibles.

> Los gobiernos deben aplicar políticas de estimulación presupuestaria.

-Los bancos deben estar abiertos al crédito a empresas, autónomos y familias.

Resumiendo: el Gobierno de España y las autonomías deberían iniciar la remontada, aprovechar el momento de la expansión cuantitativa para cambiar la política restrictiva.

> Deben seguir las reformas: aumentar salarios y el SMI. Bajar las cotizaciones sociales a las empresas para que contraten más personal y aumente el consumo. Bajar cuotas a autónomos.

> Reducir el gasto público: eliminar la “grasa” de los presupuestos.

> Apostar definitivamente por I+D+i.

> Proponer la renovación de maquinaria obsoleta en las empresas, con créditos sin intereses.

> Crear el nuevo programa maquinaria 4.0. Es la cuarta revolución industrial.

> Favorecer la unidad de mercado. Suprimir normas en las CCAA contrarias a la libertad comercial.

Ahora la pelota está en el tejado de Mariano Rajoy (y del Gobierno). Llega dinero de Europa. ¿Tomará medidas para fomentar el empleo o hará el don Tancredo?

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