¿Hay recorrido para la vuelta al ladrillo e incluso para burbujas locales?

Bloques de viviendas. / Pixabay
Bloques de viviendas. / Pixabay

En el sector de la vivienda no hay unanimidad de criterios y, si bien se constata una mejora, reforzada en lo que va de año, se teme que la tendencia no se sostendrá. Otra cosa es que pueda haber burbujas locales.

¿Hay recorrido para la vuelta al ladrillo e incluso para burbujas locales?

La vivienda fue la locomotora de la expansión económica que, fruto de una inmensa burbuja, derivó en recesión. Ahora, todo parece indicar que el precio de la vivienda frenó su caída después de siete años de crisis. Y no sólo eso. Como escribió Antonio Nespereira en el diario La Región, una ligera recuperación de los precios de la vivienda es uno de los escasos elementos positivos que presenta el mercado inmobiliario desde que comenzó el año. Aun así, de sus datos se desprende que Ourense, por ejemplo, sigue siendo una provincia con precios ajustados tanto a la hora de comprar, con una tasación de 1.390 euros el metro cuadrado, como de alquilar, con un precio mensual medio de 4,40 euros/m2.

Actualmente se venden bastantes más viviendas de las que se financian, dado el peso de los adquirentes inversores, y se nota que los nuevos empleos apenas permiten alquilar. Aumenta, pues, la vivienda residencial, incluso con nuevas construcciones y en el mes de abril de este año, 35.199 casas cambiaron de manos, un 29% más que un año antes y la mayor cifra desde febrero de 2013.

No es casualidad que sea en Cataluña, junto con Madrid y Baleares, donde destacan los aumentos de precios, que de momento parecen estar lejos de extenderse al resto de España

En Galicia las viviendas más caras están en Sanxenxo (2.200 euros/m2) y en A Coruña (2.025 euros/m2). Para tener elementos de contraste, los precios de la vivienda más elevados en España en el primer trimestre de 2016 fueron los del País Vasco (2.360,2 euros/m2), mientras que los mayores niveles de alquileres fueron los de Cataluña (10,22 euros/m2-mes). No es casualidad que sea en Cataluña, junto con Madrid y Baleares, donde destacan los aumentos de precios, que de momento parecen estar lejos de extenderse al resto de España. Peor aún, el sector de la tasación observa que la subida del precio de la vivienda pierde fuerza y no percibe una verdadera recuperación en la construcción de casas. Los bancos siguen teniendo importantes volúmenes de inmuebles en sus balances, no precisamente provisionados al 100%, lo cual tampoco otorga normalidad al sector.

¿Pero hay o no hay recorrido para la vuelta al ladrillo e incluso para burbujas locales? Depende de cómo se quiera ver. En la fase de apogeo, 1997-2007, los aumentos de precios de la vivienda en España duplicaron a los de la zona euro. En la fase de recesión, 2008-2013, la caída de los precios en España multiplicó por seis la de la eurozona. De entrada, en el primer trimestre de 2016 los precios de la vivienda crecieron en España sobre el año anterior en un 6,3%, más del doble del 3% registrado por el conjunto de países de la zona euro.

Según Julio Rodríguez, miembro de Economistas Frente a la Crisis, la recuperación del mercado de la vivienda, reforzada en 2016,  fortalecerá el crecimiento de la economía. Lo razonable –subraya– sería que dicha evolución siguiese un ritmo tranquilo, que el ladrillo no volviese a expulsar actividades productivas sostenibles para construir viviendas sin previsiones rigurosas de demanda, y que el nuevo Gobierno recuperase la desaparecida política social de vivienda, ya que actualmente se ha convertido en un puro elemento de inversión. Por un lado, ahí están los inversores extranjeros, sobre todo fondos de inversión, y por otro, los ahorradores españoles, que compran viviendas como defensa ante los nulos intereses de los depósitos bancarios y la incertidumbre que planea sobre la Bolsa y otros mercados financieros. Otros, sin tantos ahorros, se benefician de los tipos de interés de los préstamos al comprador, que bajaron hasta el 1,89% en mayo de este año. @J_L_Gomez

En línea con el crecimiento del PIB
La evolución de la coyuntura inmobiliaria residencial, por más que se apoye en subidas relevantes de algunos índices de precios de la vivienda y en crecimientos de dos dígitos en los nuevos proyectos de edificación, todavía no muestra el vigor que permitiría pensar con optimismo en un nuevo ciclo expansivo. Al contrario, según José Manuel Gómez de Miguel, de la Asociación Española de Análisis de Valor, esos factores positivos conviven con dudas que pueden perturbar su evolución futura.
El aumento del 5% en el precio de la vivienda registrado en el primer semestre no se mantendrá en los próximos trimestres. Las tasas medias de crecimiento de los precios podrían moverse en línea con el crecimiento del PIB, es decir, en el entorno del 2% y el 3% anual. Estas tasas son compatibles con subidas más elevadas en ciertas áreas urbanas, según el quinto Observatorio de la Valoración correspondiente al primer semestre de 2016, presentado por la mencionada asociación.

 

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