Una improbable victoria de Le Pen podría desencadenar volatilidad económica en Europa

Una victoria de Le Pen genera incertidumbre económica. / RRSS
Una victoria de Le Pen generaría incertidumbre económica. / RRSS

Con Marine Le Pen instalada en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, la perspectiva de una salida de la UE está en el centro de sus políticas económicas. Pero su elección es improbable.

Una improbable victoria de Le Pen podría desencadenar volatilidad económica en Europa

Mientras que la posibilidad de Marine Le Pen de ganar en la segunda vuelta es remota, dos semanas puede ser un largo tiempo en la política. En cuanto a las implicaciones de una salida francesa de la Unión Europea, los comentaristas se han centrado hasta ahora en los 1,7 billones de euros de la deuda pública emitida con arreglo a la ley francesa, que puede ser redenominada en francos si Francia sale de la eurozona. Según las agencias de calificación, esto constituiría el mayor incumplimiento de un estado soberano.

En comparación, la reestructuración de la deuda soberana de Grecia, que afectó a 200.000 millones de euros de deuda del sector privado en 2011-12, parece minúscula. Mientras que el momento de un impago francés sigue siendo incierto, los tenedores de bonos soberanos franceses probablemente huirán en masa en el momento en que se den cuenta de que sus escenarios de referencia puedan estar equivocados.

Aunque un defecto soberano de tal magnitud podría desencadenar una intensa ola de volatilidad en los mercados financieros internacionales, ello sólo sería el principio. El lanzamiento de una nueva moneda a través de la economía crearía nuevos riesgos de liquidez y solvencia, lo que podría causar turbulencia financiera, si no el caos, en los inicios de la vida del nuevo gobierno.

Una salida francesa de la eurozona ciertamente tendría implicaciones para la deuda emitida por bancos y corporaciones francesas, independientemente de si se ha emitido bajo la ley francesa o no. En el caso de que la deuda haya sido emitida con arreglo al derecho francés, su redenominación en francos sería automática. Es ciertamente probable que los inversionistas internacionales huyan, intentando reducir sus pérdidas.

Esto provocaría una caída abrupta de los precios de los bonos franceses y de los valores colaterales. El punto de interrogación más grande es lo que podría sucederá al resto de Europa cuando Reino Unido se vaya por completo, ya que al menos ahí tendremos un parámetro real respecto a qué espera. Europa, después de todo, era antes que nada un proyecto de paz, más que uno de integración económica y monetaria.

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