Los parques marinos altamente protegidos tienen la capacidad de recuperar el clima

Buceadores en un parque marino protegido.
Buceadores en un parque marino protegido.

Los resultados de un estudio destacan la imperiosa necesidad de que los gobiernos implementen políticas de adaptación climática que faciliten la protección de los océanos y las sociedades de ellos dependientes.

Los parques marinos altamente protegidos tienen la capacidad de recuperar el clima

Hasta ahora existía la creencia de que los parques marinos o reservas marinas no eran sino refugios para las especies en las que la sobrespesca, la contaminación del mar o el desarrollo pesquero, entre otras acciones perjudiciales, había incidido de forma ostensible. Este fue, inicialmente, el planteamiento de los promotores -con la colaboración a regañadientes de la Consellería do Mar de la Xunta de Galicia- de la reserva marina de Os Miñarzos, en Lira (Carnota), cuyo objetivo más importante era -y de hecho, es- plantear un parque marino que, en la práctica, abarcara la mayor parte del litoral gallego desde Cabo Corrubedo a Burela. El primer paso para ello fue la creación de la citada reserva marina de Lira, con el complemento de la de la ría de Cedeira. Vendría posteriormente la ampliación hasta Fisterra de la reserva carnotana, y la de Cedeira hasta Burela, con lo que se dibujaba el mapa de un reservorio excepcional nunca antes registrado en la Comunidad gallega, base para la recuperación de especies prácticamente desaparecidas de la plataforma de Galicia.

La idea no cuajó totalmente y en la actualidad quedan tan solo los restos de Os Miñarzos.

Los armadores de Lira abandonaron la reserva posiblemente ante la presión que ejercían los de poblaciones cercanas que pescaban en ella aún sin ser socios de esta y por el simple hecho de haberlo realizado cuando las circunstancias así lo dictaban. Cedeira ha abandonado el proyecto, y en el área de Fisterra no quieren saber nada de reservas ni parques marinos. En la zona de Burela ocurre tres cuartos de lo mismo y, ni unos ni otros, caen en la cuenta de lo que esa gran reserva marina significaría especialmente para la pesca de bajura.

A todo esto se puede añadir el beneficio que se extrae de esta protección de grandes áreas de mar dada su condición de reservas oceánicas, al contribuir a la lucha contra el cambio climático.

Un estudio publicado recientemente en la revista científica Proceedings of the National Academy od Sciences, de cuya redacción se han encargado investigadores de una decena de instituciones, concluye que los parques marinos altamente protegidos tienen la capacidad de recuperar el clima,  lo que convierte los parques marinos en reservas climáticas en tanto en cuanto se mantienen durante muchos años y disponen de reglamentaciones muy definidas respecto del tipo de actividades humanas que se pueden desarrollar en ellas. Así, tales áreas protegidas pueden ayudar a fortalecer los ecosistemas, al tiempo que reconstruyen la biodiversidad.

Los resultados de este estudio. llevado a cabo por el doctor Callum Roberts y la doctora Bethan O'Leary de la Universidad británica de York, destacan la imperiosa necesidad de que los gobiernos implementen políticas de adaptación climática que faciliten la protección de los océanos y las sociedades de ellos dependientes. 

Según el Dr. Roberts, conviene acelerar la implementación de áreas marinas protegidas eficaces si "queremos resguardar la vida silvestre, proteger su capacidad de respaldar las pesquerías, brindar protección costera y ofrecer agua limpia y en buenas condiciones".

En el Congreso Mundial de la Naturaleza celebrado en junio de 2016, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza aprobó una moción sobre la protección de, cuando menos, el 30% de los océanos para el año 2030 si queremos evitar la extinción a gran escala de la vida marina. Y es ahora cuando los gobiernos se movilizan, conscientes de lo que todos nos jugamos en y con la mar y la reservas marinas. En los últimos años los países han aportado inmensas franjas oceánicas para su protección, incluídas las aguas de Palaos, el territorio de ultramar del Reino Unido de las Islas Pitcairn y el Monumento Marino Nacional de Papahânaumokuâkea en las islas de Hawai noroccidental.

Resulta necesario tomar medidas urgentes para implementar el espacio oceánico protegido íntegramente si queremos resguardar los ecosistemas y los beneficios económicos que estos aportan

Resulta necesario tomar medidas urgentes para implementar el espacio oceánico protegido íntegramente si queremos resguardar los ecosistemas y los beneficios económicos que estos aportan porque, a día de hoy, solo el 3,5% de los océanos se ha compartimentado para su protección y el 1,6% está protegido íntegramente, si bien es cierto que existe el compromiso de elevar la cobertura total de áreas protegidas al 10% para 2020.

Los parques marinos, al igual que las reservas marinas, son una estrategia rentable y con una baja demanda de tecnología para la conservación de los océanos. 

Aunque el aporte de esa reserva marina diseñada para Galicia no sería mucho más que una gota de agua en la recuperación oceánica y climática, sin duda significaría un paso sumamente trascendente para una sociedad de pescadores que es fundamental para la conservación de las poblaciones costeras en su aspecto más esencial: el económico y social; pero también en la preservación de la biodiversidad del rincón noroeste de la península ibérica.

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