La mujer se ha hecho visible en el mundo de la pesca

Mujeres mariscadoras.
Mujeres mariscadoras.

Pero todavía falta por dar el paso definitivo: mujeres patrón de pesca o de costa y mujeres marineras-pescadoras que ocupen puestos que los hombres dejan vacantes especialmente en la bajura y que son ocupados en gran medida por trabajadores extranjeros.

La mujer se ha hecho visible en el mundo de la pesca

De pronto, y como por arte de magia, la mujer se ha hecho visible en el mundo de la pesca, hasta hace nada reservado exclusivamente al hombre.  Y, sin embargo, la relación de la mujer con el sector pesquero va mucho más allá de la venta de pescado en los mercados locales. 

Desde la dirección de sociedades pesqueras, a la gestión de las ventas en lonja,  pasando por la extracción de berberecho o almeja en las concesiones de las agrupaciones marisqueras o a bordo de las bateas de mejillón, la mujer se ha ido ganando un puesto de referencia en el trabajo en la mar, como es el caso de las percebeiras en las costas de Galicia. No así en el marisqueo a flote, donde el hombre ejecuta las tareas. La mujer, en Galicia, realiza mayoritariamente el marisqueo a pie, al igual que el trabajo de cocción y distribución en las conserveras e los trabajos de arreglo y confección de redes.

No ha sido fácil para la mujer llegar a un planteamiento de igualdad de oportunidades con el hombre. No hace muchos años, la cofradía de pescadores de Castiñeiras (Ribeira) impedía a fuer de estatutos el acceso de la mujer no ya a los órganos de gobierno de la entidad, sino que incluso les negaba la posibilidad de formar parte del pósito. Otro tanto ocurría en Valencia, donde la mujer pescadora no era reconocida por los estatutos que regían la actividad extractiva en aguas de la albufera.

En los últimos tiempos han sido varias las organizaciones empresariales que han reconocido el papel protagonista de la mujer en el sector pesquero. Por ejemplo, la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) que, a través de entidades como REDMAR (un proyecto pionero nacido en 2012 con el apoyo del Ministerio  de Agricultura y Pesca y la colaboración de la Fundación de Mujeres, dedicada al análisis de la cuestión de género en la pesca de altura y gran altura. O la Asociación Internacional de Mujeres de la Pesca, que promueve el empleo femenino y da visibilidad a la mujer dentro del sector de la pesca. Pero también desde organizaciones como Mujeres de la Pesca, Asociación de Rederas, Asociación Galega de Mariscadoras, etc.

La mujer ha sabido encontrar la manera de salir del ostracismo y plantear la igualdad de derechos con el hombre, y en este momento son ya más de 5.000 las que trabajan en toda la cadena de valor del sector pesquero, incluso con puestos de alta responsabilidad en la gestión de las organizaciones regionales y nacionales de pesca o al frente de empresas armadoras.

Parece que se han acabado aquellos tiempos en los que, allá por los años 70 del siglo pasado, solo en buques de pesca abanderados en países de la antigua Unión Soviética era posible ver mujeres compartiendo labores a bordo de los mismos, en igualdad de condiciones que el hombre. Esto llamaba poderosamente la atención en puertos españoles, donde la mujer tan solo accedía a las subastas en las lonjas de pescado (famosa era Evangelina, en la lonja de Ribeira) o en el acarreo del pescado capturados por embarcaciones menores hasta el mercado municipal en suyos puestos de venta era raro encontrar a un hombre.

Enrique López Veiga, en su responsabilidad de conselleiro de Pesca con Manuel Fraga Iribarne como presidente de la Xunta de Galicia, promovió la incorporación de la mujer (sin éxito, verdaderamente) a la tareas del mar e profesionalizó el marisqueo estableciendo los permisos de explotación (permex) que todavía hoy se critican y que, sin embargo, significaron un paso adelante definitivo para tal profesionalización.

Pero todavía falta por dar el paso definitivo: mujeres patrón de pesca o de costa y mujeres marineras-pescadoras que ocupen puestos que los hombres dejan vacantes especialmente en la bajura y que son ocupados en gran medida por trabajadores extranjeros.

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