El modelo productivo, principal razón de las bajas pensiones en Galicia

Pensionistas. / estrategiaynegocios.net
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La comunidad gallega es la segunda en donde se cobra una menor pensión, sólo por encima de Extremadura. La jubilación de los gallegos es de 765€ mensuales.

El modelo productivo, principal razón de las bajas pensiones en Galicia

Recientemente hemos conocido los datos actualizados de las pensiones medias de jubilación en cada una de las Comunidades Autónomas, donde Galicia una vez más ocupa los puestos de cola. La comunidad gallega es la segunda en donde se cobra una menor pensión, sólo por encima de Extremadura.

Concretamente, la pensión media de jubilación de los gallegos es de 765€ mensuales, cifra  que contrasta con la comunidad autónoma en donde se cobra una mayor pensión, País Vasco, en donde la pensión media se sitúa en los 1.124,23€ mensuales.

Una de las quejas habituales entre los pensionistas gallegos es precisamente la reducida capacidad adquisitiva de sus pensiones, más si cabe en situaciones como la actual en donde muchos de ellos tienen que hacer frente a ayudas a hijos y nietos para que puedan salir adelante.

En este sentido, se suele echar la culpa al político de turno y a su falta de sensibilidad por no aumentar las pensiones hasta un monto que sea considerado como decente por la mayoría de la sociedad. 

La realidad es que nuestros pensionistas tienen razón, el problema de las bajas pensiones en Galicia ( y en la mayoría de las CC.AA. De España) es un problema político, pero no en el sentido en el que suelen ir las quejas mayoritarias de los pensionistas, sino que es un problema estructural del sistema de pensiones ( un sistema de reparto que es una estructura piramidal), y por otro lado un problema de estructura productiva.

Dejando a un lado los diferentes problemas que acarrea un sistema de reparto, en este artículo vamos a centrarnos en las razones de las diferencias existentes entre las diferentes comunidades autónomas. ¿Por qué existen diferencias tan grandes entre unas comunidades y otras bajo un mismo sistema de pensiones?

Los salarios, un factor clave

Un factor fundamental a la hora de poder hacer frente al pago de las pensiones en un sistema de reparto son los salarios. Cuanto mayores sean los salarios, mayor es lo que recaudará la administración por cotizaciones sociales, y por lo tanto de mayores recursos dispondrá para poder pagar a los pensionistas. A su vez, cuanto mayores sean los salarios, mayor será la pensión futura del trabajador.

En efecto, una de las recetas más habituales que se suelen escuchar a la hora de tratar el tema de la viabilidad del actual sistema de pensiones es precisamente la necesidad de aumentar los salarios actuales. Sin embargo, algo que puede parecer sencillo no lo es tanto.

La existencia de unos salarios elevados y crecientes que sean capaces de ser sostenidos en el tiempo  por parte de los empresarios vendrá determinada por la productividad de la economía, es decir, cuanto mayor sea el valor añadido que se genera en la economía, mayor será la capacidad de las empresas de poder hacer frente a salarios más elevados.

Esta es pues la clave de que la economía gallega se encuentre en el furgón de cola en materia de salarios y de pensiones: Una economía poco diversificada en donde predominan sectores que generan bajo valor añadido y por lo tanto, con bajos salarios.

Para verlo más claro podemos realizar un pequeño análisis de la estructura económica de la economía gallega y de la economía vasca, que como hemos dicho es la comunidad autónoma en donde existen unas mayores pensiones de jubilación.

Si bien ambas economías están caracterizadas por un importante peso del sector servicios ( en torno al 63% del PIB en ambos casos), existe una diferencia estructural clara en favor de la economía vasca: El gran peso del sector industrial.

Históricamente el Pais Vasco siempre ha tenido una economía fuertemente industrializada. Si bien  ha perdido peso  desde los inicios de los años 2000 ( llegó a suponer el 29% del PIB de la comunidad en esas fechas frente al 24% actual), ha capeado la crisis con holgura, ya que en ningún momento ha perdido peso durante los últimos años.

Por el contrario, la industria gallega presenta un menor peso en el conjunto del PIB, y lo que es peor, cada vez su peso en el conjunto de la economía es menor. Si en el año 2000 el peso del sector industrial gallego en el PIB de la comunidad era del 19,4%, en el segundo trimestre de 2016 su peso es del 16,5%.

El sector industrial es el sector en donde se genera un empleo de mayor calidad y con unos salarios más elevados, por lo tanto el cada vez menor peso de sectores altamente productivos como el industrial y un cada vez mayor peso de sectores cíclicos como la hostelería y el turismo tienen una incidencia negativa sobre la masa salarial.

A esto se le une un hecho característico del mapa empresarial gallego: la fuerte presencia de micro empresas que, o bien renuncian a crecer o simplemente no pueden hacerlo.

El disfrutar de unos salarios elevados no se consigue mediante un decreto ley. Eso es lo que se ha hecho en España durante décadas y sólo ha funcionado para generar elevadas tasas de paro en los momentos de crisis económica, dado que muchas empresas no pueden hacer frente a ese incremento de costes en épocas de recesión.

Unos salarios elevados y crecientes que sean asumibles por las empresas sólo pueden venir dados por el aumento de la productividad. La solución pasa pues, no por incrementar los salarios a golpe de decreto ley, sino facilitando la atracción y acumulación de capital físico y tecnológico, así como haciendo todo lo posible por parte de la administración en facilitar la creación y crecimiento de empresas.

Sólo así podremos disfrutar de unos salarios crecientes que sean asumibles por las empresas y , bajo el actual sistema de pensiones, unas prestaciones el día de mañana que nos permitan vivir desahogadamente. 

 

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