El Modelo 3 de Tesla apuesta por una estrategia de ensamblaje riesgosa
Tesla ha tomado muchos riesgos con la tecnología para los automóviles de su compañía. Pero ahora Musk está empujando incluso los límites de su fabricación.
La mayoría de los fabricantes de automóviles prueban la línea de producción de cualquier nuevo modelo construyendo vehículos con herramientas de prototipo relativamente baratas diseñadas para ser desechadas una vez que entreguen puertas que encajan, paneles de carrocería con la forma correcta, y tableros que no tienen huecos ni costuras.
Sin embargo, Tesla está saltando ese paso preliminar al ordenar equipos permanentes, y mucho más caros, para lanzar su sedán Modelo 3 en un plazo de producción de volumen autoimpuesto por su líder, Elon Musk, en el mes de septiembre. La decisión de Musk subraya su tolerancia para el alto riesgo, así como su voluntad de renunciar a las largas normas de la industria que han ayudado a Tesla a levantarse sobre la industria automotriz tradicional.
Si bien Tesla no es el primer fabricante de automóviles que intenta acelerar la producción en la fábrica, ningún otro rival está poniendo mucha fe en esa estrategia de producción. Musk espera que el despliegue del Modelo 3 ayude a la compañía a entregar cinco veces su volumen de ventas anual actual, un objetivo que es clave en los esfuerzos del fabricante de automóviles para detener la quema de efectivo.
Los inversores ya están contando con el éxito de la planta de Tesla, con acciones que se ubican al alza y que han alcanzado la barrera del 39% desde enero. A pesar del optimismo hay señales de precaución. El equipo de producción diseñado para ensamblar millones de automóviles resulta muy caro de reparar o reemplazar en caso de no funcionar como se espera.
Tesla ha encontrado problemas de calidad en sus actuales automóviles de bajo volumen, y el Modelo 3 está diseñado para venderse en números de hasta 500.000 vehículos al año, elevando el costo potencial de los retiros o reparaciones bajo garantía.
Pero Musk calma las aguas diciendo a los inversionistas que su visión de una fábrica que use inteligencia artificial y robots para construir coches a velocidades más rápidas está en proceso, y que su éxito es asegurado. Aunque para algo así tendremos que esperar primero que el Modelo 3 logre sus pretensiones.