¿Por qué llamamos lacra al turismo, nuestra principal fuente de riqueza?

Imagen de marbella. / marbelladirecto.com
Imagen de Marbella. / marbelladirecto.com

Mucha gente asocia el turismo exterior al trabajo temporal  de baja cualificación y mal pagado, además de crear múltiples inconvenientes, pero la realidad es que sin él sobreviviríamos muy mal.

¿Por qué llamamos lacra al turismo, nuestra principal fuente de riqueza?

Hasta 1957 España era un país aislado lleno de restricciones porque carecíamos de recursos para importar los productos más básicos, entre ellos la energía. Podríamos pensar que aquello provenía del aislamiento al régimen de Franco y sin embargo hemos comprobado que si hay dinero para comprar nunca faltan vendedores como desgraciadamente nos han demostrado las peores dictaduras del mundo y hasta el ISIS. Con la llegada de las bases americanas no llegó la riqueza al estilo de "Bienvenido Mr. Marshall", la famosa película de Berlanga, pero sí entraron dólares que nos permitieron disfrutar las mieles de algunos productos más allá de la afición tan extendida entonces llamada extraperlo, que era la versión light del contrabando.

Entrando en los sesenta, el Ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, lanzó su lema "Todo por el Turismo" y se dispuso a ampliar la red de Paradores Nacionales además de poner las bases para convertir a España en la primera potencia como zona turística de "sol y playa". Gracias a esos turistas pudimos pagar la factura del petróleo con las divisas que ellos traían, porque entonces no había euros y siendo nuestra moneda, la peseta, una de las más débiles de Europa, al cambio ellos les parecía todo barato y a nosotros nos parecía una lluvia de dinero. Otros países como Noruega, Reino Unido, Holanda, Dinamarca o Alemania, tuvieron la fortuna de encontrar el llamado oro negro en el Mar de Norte, lo que permitió a países pobres como Noruega pasar a ser el ejemplo de estado rico y social. En cambio España sumó el Turismo con los Polos de Desarrollo Industrial y la emigración, y pasó de ser un país de alpargata a ser una potencia mundial, todo a base de trabajo. En España no hay petróleo, no hay oro, no hay diamantes, no hay otra riqueza natural que no sea el clima, nuestra historia, y nuestra capacidad de sacrificio. 

Mucha gente se queja de que el turismo masifica nuestras costas, que provocan alquileres fraudulentos, que alteran el orden y hasta las horas de sueño, lo cual implica que hay que tomar medidas para corregir esas inconvenientes, pero siendo conscientes que España hoy no tiene alternativa, que vivimos del dinero que traen esos 75 millones de turistas extranjeros que se dejaron 77.000 millones de euros en nuestro país, y que son el motor de la economía junto con el turismo interior que también aporta riqueza. Quizás algún día  esto sea diferente porque tengamos una élite universitaria e investigadora que aporte otras soluciones, pero los recursos para transformar nuestras 83 universidades y sus  243 campus, en algunas menos pero punteras, habrá salido en parte de esos turistas molestos.

Es costumbre dirigirse al turismo con el término "lacra" porque a sus inconvenientes se suma que el trabajo que crean es temporal, poco cualificado, y nos convierte en un país de camareros. Aparte de que ser camarero, cocinero, o empleado de limpieza no dejan de ser puestos dignos a cubrir, hay que ser conscientes de que el turista es cada vez más de interior, de visitar ciudades, cultura, o de hacer el Camino de Santiago, pero sobre todo de hacer gasto. Cuando come está ayudando a  mantener el sector agrícola y ganadero, cuando duerme en hoteles, casas de alquiler o se compra un chalet, está ayudando al sector de la construcción, de los fabricantes de muebles, de productos de limpieza, también usan televisiones, van a espectáculos, o toman bebidas y alquilan coches que en su gran parte se fabrican en España. En otras palabras, son en gran parte el motor de la economía. Esto sin contar los extranjeros, ingleses y alemanes fundamentalmente, que fijan en España su residencia y aportan algunos miles de euros mensuales cada uno siendo la base para el soporte la estacionalidad en la zona mediterránea

¿Alguien piensa aún que el turismo es una lacra y que esos casi 100.000 millones de euros no son necesarios para mantener nuestro nivel de vida?

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