La fuga de empresas de Cataluña no sólo se limitó a cambiar el domicilio social

Oficina de la Agencia Tributaria./ Archivo
Oficina de la Agencia Tributaria./ Archivo

Las ventas declaradas por empresas domiciliadas en Cataluña se han desplomado casi tres puntos porcentuales durante la segunda quincena de octubre.

La fuga de empresas de Cataluña no sólo se limitó a cambiar el domicilio social

Casi un millar de compañías que figuraban con domicilio fiscal en Cataluña trasladaron esta sede a otras comunidades autónomas entre octubre y los primeros días de noviembre, según revelaron fuentes de la Agencia Tributaria al diario El País. La fuga de empresas de Cataluña suma ya las 2.471 y aunque un cambio de domicilio fiscal no tenga un impacto inmediato en la economía catalana, refleja que la pérdida de compañías es una decisión con cierta vocación de permanencia.

Las fuentes también explican que las ventas declaradas por empresas domiciliadas en Cataluña se han desplomado casi tres puntos porcentuales durante la segunda quincena de octubre frente a la primera. El peso medio diario de las ventas en Cataluña respecto al total de España ha caído desde el 22,4 % registrado en los primeros quince días hasta el 19,6 % de la segunda mitad de octubre. Este descenso en ventas se observa sobre todo en algunos sectores como energía, agua y construcción. En estas ramas se han anotado desplomes de hasta cerca de 20 puntos. También se ha dado un recorte de unos 4 puntos en el campo financiero y de seguros.

La lista de empresas que han trasladado su sede social fuera de Cataluña asciende ya a 2.471 desde que se celebró el referéndum soberanista del 1 de octubre, según los datos facilitados por el Colegio de Registradores a fecha de 13 de noviembre. El pasado lunes se fueron de la comunidad otras 30 compañías, lo que significa que incluso con la aplicación del artículo 155 de la Constitución y la convocatoria de elecciones autonómicas continúa la fuga de empresas.

De acuerdo a El País, este éxodo empresarial en principio no debería tener una repercusión inmediata sobre el empleo, el negocio o los impuestos recaudados en Cataluña. Sin embargo, mover la sede fiscal lleva consigo el cambio de ubicación de unidades directivas que lo justifiquen y, según los expertos, eso siempre termina arrastrando consigo parte de las operaciones y, en muchas ocasiones, suele detener las inversiones en el territorio que se abandona.

Entre las empresas que se han marchado figuran grandes corporaciones como Planeta, Gas Natural, CaixaBank, Sabadell, Abertis, Catalana Occidente, Cellnex, Applus, eDreams Odigeo, Bimbo, Codorniú, Aguas de Barcelona, Torraspapel o Idilia Foods. Solo las primeras trece cotizadas que cambiaron su domicilio reúnen una capitalización conjunta de 84.396 millones y una cifra de negocio de 49.327 millones, según cálculos de El País.

El Gobierno de Mariano Rajoy facilitó el proceso para realizar el cambio de sede de las compañías aprobando un real decreto ley de medidas urgentes por el que éstas pueden realizar un traslado de su sede social de forma exprés sin tener que someterlo al voto de los accionistas.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, afirmó semanas atrás que espera que las empresas catalanas vuelvan, porque la aplicación de la legalidad “garantiza un entorno de tranquilidad y de normalidad”. El ministro dijo que con la vuelta al marco constitucional y la convocatoria de elecciones autonómicas no hay ningún motivo para que las empresas dejen Cataluña, ni para la salida de depósitos ni para el boicot a los productos catalanes. @mundiario

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