Estados Unidos debe hacer frente a unos recortes que serán insuficientes

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Los futuros gobiernos se verán obligados a hacer fuertes recortes en todas las partidas presupuestarias, principalmente en las de carácter social, pues cada vez es menor el número de contribuyentes.
Estados Unidos debe hacer frente a unos recortes que serán insuficientes

El pasado jueves expiraba el plazo para que los miembros del Congreso de los Estados Unidos llegasen a un acuerdo para evitar el “secuestro” ( recortes) del presupuesto del gobierno federal, secuestro que finalmente ha terminado por ocurrir. Es sabido que la constitución de los Estados Unidos exige desde el año 1917 que el Congreso apruebe todos y cada uno de los gastos que pretende llevar a cabo el gobierno de la nación, estableciendo también el límite máximo de deuda en el que éste puede incurrir en cada ejercicio económico. Así en el año 2011, la administración Obama agotó antes del 30 de Septiembre (fecha en la que finaliza el año fiscal norteamericano), concretamente en Abril, el volumen de deuda establecido para ese año (14.294 billones de dólares) debido al enorme déficit de las cuentas públicas, por lo que se vio obligado a pedir al Congreso un incremento del techo de deuda y evitar así la suspensión de pagos. En las negociaciones con el Partido Republicano, que domina el Congreso, estos aceptaron el incremento del techo de deuda a cambio de que a partir del 1 de Enero del año 2013 entraran en vigor una combinación de recortes (gasto militar y social) y subidas impositivas (renta, patrimonio y sociedades) de forma automática, aunque finalmente el presidente consiguió que el recorte de gasto, unos 85 mil millones de dólares, se aplazase dos meses, hasta Marzo de 2013. Así que llegamos a esta fecha y finalmente Barack Obama no ha podido darse otro respiro y ganar tiempo, viéndose obligado a firmar el acta que certifica el inicio de los recortes anteriormente citados, estimándose un impacto en el PIB Norteamericano de un 1,2%.

Recortes presupuestarios que serán insuficientes

La situación de las cuentas fiscales de los Estados Unidos es un gran problema que tarde o temprano, ésta y futuras administraciones tendrán que afrontar con decisión y con todas las consecuencias. Si bien la cifra del recorte que se avecina es importante, ni mucho menos es un recorte tan drástico como nos quieren hacer ver. Representa un 0,5% de la deuda total federal ($ 85,000M Vs $ 16, 687,289M) que, como se puede ver, es el mayor volumen de deuda de la historia del país, y en términos de PIB ya alcanza el 107%.

El problema fiscal de los Estados Unidos surge como consecuencia de un elevado déficit presupuestario que comienza su gestación a finales de los años noventa, fecha en la que el país contaba con un superávit fiscal del 2,5% del PIB. A partir del año 2001, con el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, se desencadena una respuesta militar por parte de los Estados Unidos tanto en Afganistán como en Irak, alargándose esta última en el tiempo más de lo esperado. Durante esta época se produjo un incremento importantísimo del gasto militar por parte de la administración Bush, cerrando su mandato con un gasto de 675 mil millones de dólares, lo que supuso un incremento del 65% de esta partida durante sus ocho años de mandato. La llegada de Obama al gobierno de la nación  a principios del año 2009 no implicó una revisión de la política de gasto, aprobando paquetes de planes de estímulo millonarios que apenas han tenido éxito, yendo a parar gran parte de ese dinero a la nacionalización de bancos y empresas, como General Motors. Por supuesto se ha seguido incrementando el gasto militar pero a un ritmo muchísimo menor, cerrándose el año 2012 con un gasto de 718 mil millones de dólares.

Las subidas impositivas aprobadas por Obama recientemente no surtirán ningún efecto positivo en las cuentas públicas, pues el incremento del gasto que tiene programado la actual administración es muy superior a la recaudación esperada. El gasto total del gobierno federal ha pasado de representar un 19% del PIB en el año 2009 a un 24% en el año 2012 y en los planes gubernamentales no entra la reducción de éste en los próximos años.

Así, todo este exceso de gasto gestado durante más de una década ha sido financiado a través de la emisión de deuda, que como hemos comentado anteriormente se encuentra actualmente en su mayor volumen desde que existen datos oficiales. Como decíamos la semana pasada,  cualquier país que supere en umbral del 90% sobre el PIB de deuda verá mermada su capacidad de crecimiento real. Según las estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, en inglés), de seguir con el actual ritmo de endeudamiento, la economía Norteamericana podría alcanzar una deuda del 240% del PIB en el año 2040. Si la deuda soberana de los Estados Unidos no se ha deteriorado es por un lado por la salvaje monetización de deuda por parte de la FED y por ser tanto su moneda como su deuda, un activo refugio para el resto de la economía mundial. De hecho la deuda americana en manos de acreedores extranjeros ya representa un volumen equivalente al 35% del PIB de USA.

Estados Unidos tiene un serio problema en sus cuantas públicas del que son responsables las últimas administraciones (algunos analistas americanos culpan también a Clinton), pues todas participaron alegremente en esta burbuja de gasto público. Los futuros gobiernos se verán obligados a hacer fuertes recortes en todas las partidas presupuestarias, principalmente en las de carácter social, pues cada vez es menor el número de contribuyentes que cubren a los perceptores del Medicare, Medicaid y resto de prestaciones sociales, a lo que se le añadirá el problema de atajar el creciente volumen de deuda, augurando muchos economistas la posibilidad de ver fuertes aumentos impositivos en los próximos años y en consecuencia, bajas tasas de crecimiento de la economía. @PabloS_F

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