¿Vamos camino a cumplir las predicciones que hizo Keynes en 1930 en Madrid?

El Sistema Económico Capitalista se basa en la propiedad privada y en el libremercado, donde unos obtienen más beneficios que otros. Lo que provoca que las desigualdades sociales sean cada vez más grandes y además se producen crisis económicas con regularidad. Ello implica que el sistema deba ser controlado por los gobiernos occidentales utilizando para ello las herramientas de los impuestos, el gasto público o las leyes reguladoras. El fin es orientar la economía nacional al crecimiento, al estado del bienestar y a la riqueza. Para conseguir estos objetivos se aplican dos políticas económicas distintas, el neoliberalismo y la socialdemocracia.

Los economistas Schumpeter y Von Hayek, de la Escuela Austríaca, y Milton Friedman de la Escuela de Chicago, defienden la Política Económica Neoliberal, basada en menos estado y menos leyes reguladoras. Las recetas que aplica el neoliberalismo son:

> Recortar gastos públicos sociales.

> Pedir sacrificios a los ciudadanos.

> Favorecer el despido gratuito.

> Bajar los impuestos.

Todo ello para defender los privilegios de unos pocos. En resumidas cuentas, un egoísmo que se traduce en favorecer a los poderosos contra el pueblo trabajador. La Política Económica Neoliberal origina en el mundo crisis económicas no previstas. Ocurre sobre todo en la economía financiera, no en la economía industrial, aunque las empresas industriales sufren las crisis, provocadas como consecuencia de no imponer condiciones a la banca o desregular las que había. Crisis económica como la que explotó en 2007. Esta Política Económica Neoliberal ha sido aplicada en EEUU por el presidente Ronald Reagan y en el Reino Unido por Margaret Thatcher, en la Indonesia de Suharto o en Chile por Pinochet.

Otros economistas como John Maynard Keynes, Paul Samuelson, Joseph Stigler o Paul Krugman entre otros muchos, siguen una Política Económica Socialdemócrata o Keynesiana. Keynes publicó en 1936 su obra magna “Teoría General del empleo, el interés y el dinero”. Una teoría general, macroeconómica, que explica el funcionamiento de la economía, de la renta nacional, ahorro, inversión en situaciones de sub-empleo.

En 1933, en la gran depresión, Keynes escribe una carta al presidente de EEUU Franklin Delano Roosevelt en la que expone: “En los momentos actuales las medidas de Política Fiscal, como los impuestos, solo sirven para trasladar rentas de unos a otros”. Y añade: “Es necesario una Política Monetaria, aumento del gasto público, financiado con préstamos, deuda pública, para poder aumentar el poder adquisitivo de las personas y que empiecen a gastar”.

El Keynesianismo es una Política Económica utilizada por la mayoría de naciones del mundo occidental. Se trata de aplicar el Sistema Económico Capitalista pero intervenido por los estados mediante el apoyo fiscal, interferir con inyecciones de liquidez o rescates bancarios.

John Maynard Keynes visitó Madrid el 10 de junio de 1930 para dar una conferencia en la Residencia de Estudiantes. El título de la conferencia fue “Las posibilidades económicas de nuestros nietos”. Por las fechas, nosotros podríamos ser sus nietos. Publicó la conferencia en 1931 un libro titulado “Ensayos de persuasión”, antes de haber enviado la carta a Roosevelt en 1933 o de publicar su Teoría General en 1936.  En dicha conferencia Keynes hizo dos predicciones:

> “Un aumento medio del 2% de la riqueza nacional (PIB) durante 100 años, desde 1930 a 2030, originaría que la cifra del producto nacional de 2030 sería la de 1930 multiplicada por 7.5 veces”. Esta predicción se está cumpliendo.

> También predijo que la riqueza producida y los avances tecnológicos reducirían la jornada laboral de 2030 a tres horas diarias, 15 horas semanales. Esta predicción, de momento, lleva camino de no cumplirse debido sobre todo a que la productividad lograda no se ha repartido, se ha quedado en manos de los más poderosos.

> Los trabajadores, el día reivindicativo del 1º de Mayo en España, no han pedido la reducción de la jornada laboral. En Francia se funciona con una jornada laboral de 35 horas semanales, en contra de las 40 horas en muchos países occidentales. Los trabajadores piden un puesto de trabajo a tiempo completo, 8 horas semanales. Lo que el sistema ofrece son contratos basura por horas o por horas/día. La mitad de los trabajadores en España tiene un salario menor a 1.000 euros. Esto lleva a los trabajadores al nivel de pobreza. Si la oferta salarial no cambia “Las posibilidades económicas de nuestros nietos” no serán las mismas que las nuestras, no se cumplirá la predicción de Keynes.