La credibilidad del gigante de la tecnología enfrenta su prueba más exigente hasta ahora

Google. / RRSS
Google. / RRSS

El castigo económico impuesto por Bruselas no deja de dañar la marca y la reputación del gigante tecnológico. Las consecuencias aún están por verse. 

La credibilidad del gigante de la tecnología enfrenta su prueba más exigente hasta ahora

Google recibió un fuerte golpe a su bolsillo y a su propia imagen el martes pasado, toda vez que la Comisión Europea emitió una multa para la compañía de 2.424 millones de euros por abusar de una posición dominante sobre la búsqueda en Internet.

Ahora la empresa estadounidense tendrá que modificar  la forma en que lleva a cabo negocios en Europa y tendrá que ponerse al día rápidamente. El martes fue el día en que Margrethe Vestager, la máxima responsable de la competencia empresarial en Europa, le dijo a Google que se cambiará sus formas después de encontrar que la empresa manipula sistemáticamente su página de resultados de búsqueda.

El efecto fue promover su propio servicio de Google Shopping y empujar a los rivales más pequeños hacia abajo en los rankings de búsqueda. "La visibilidad y el tráfico son dos caras de la misma moneda", dijo Vestager. "Cuantos más consumidores hagan clic en los resultados de las compras comparativas, más dinero Google ganará".

La Comisión está avanzando en otras dos series de cargos, contra el sistema operativo móvil Android de Google y su negocio de publicidad. Esto representa la primera gran sanción para Google en el ámbito regulatorio, nacional o internacional. El proyecto que solía decir a sus empleados "Do not be evil", o “No seas malvado” ahora está en camino de unirse a otros gigantes corporativos como Standard Oil, AT & T y Microsoft en el salón de la fama antimonopolio.

La decisión plantea múltiples peligros para Google. El llamamiento de Vestager a la firma para asegurar la "igualdad de trato" es una amenaza ambigua y abierta a su capacidad para competir sin restricciones con rivales de gran envergadura como Apple, Amazon y Facebook. El impacto real se verá en el comportamiento futuro de los negocios en línea.

Probablemente lo más importante en un futuro inmediato para Google, que rechaza las conclusiones y dice que puede apelar, es que la decisión servirá como un modelo para los reguladores de todo el mundo que escudriñan de cerca a Google, y reforzará las medidas reguladoras incluso en los Estados Unidos.

Además es innegable que la decisión perjudica la marca y la reputación de Google. Su franquicia de búsqueda se basa en la noción de que es un intermediario honesto de la información que circula en el mundo, y si esa visión se pierde, sus competidores podrán avanzarle por la izquierda.

Ese daño puede funcionar de manera significativa y duradera. Recordemos por ejemplo las agresivas tácticas de Microsoft y los problemas antimonopolio que lo hicieron menos atractivo para algunos de los mejores ingenieros y talentos universitarios, que optaron por unirse a compañías más agradables, precisamente como Google.

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