Cuatro consejos prácticos y básicos para elaborar un presupuesto personal

Hombre haciendo cálculos con sus facturas.
Hombre haciendo cálculos con sus facturas.

No gastar no es lo mismo que administrar el dinero. Por eso, MUNDIARIO presenta una corta guía de cómo iniciar un presupuesto personal e incluso familiar.

Cuatro consejos prácticos y básicos para elaborar un presupuesto personal

¿Cómo hacer para estirar el sueldo lo más posible sin tener que apretarse el cinturón hasta el extremo? Hacer un presupuesto general debería ser una obligación para absolutamente todos, independientemente de cuánto se gane al mes. Para quienes todavía no tienen este hábito –obligación, es decir-, MUNDIARIO presenta cuatro claves para elaborar uno que permita a cada persona cumplir sus objetivos sin tener que inclinarse por una vida de austeridades:

1- Identificar los gastos fijos: es un primer paso y un primer mandamiento también. Identificar los gastos fijos se refiere a identificar todos aquellos gastos que son constantes cada mes, independientemente de qué época del año sea. Dentro de estos gastos se encuentran el alquiler de vivienda, electricidad, agua, etc. Antes de empezar a determinar en qué se gastará cada billete, pero primero hay que determinar a cuánto ascienden estos gastos obligatorios. Obviamente, lo ideal es buscar alguna forma para que estos gastos se mantengan en mínimos siempre.

2- Identificar los gastos variables: aquí entran todos los gastos relacionados a diversiones, por ejemplo, o aquellos que pueden variar según la época del año. Los expertos siempre advierten de tener mucho cuidado en los “gastos hormiga”, es decir, aquellos pequeños gastos que todos tenemos día a día, como comprar un cigarro o una golosina para acompañar el almuerzo. Puede que el precio de cada uno sean apenas un par de monedas, pero al final del mes ese par de monedas puede juntar un monto excesivo. Es importante fijar una parte del sueldo a estos gastos, tanto a nivel individual como a los miembros de la familia –si se tuviera- pero monitorear siempre que los gastos se mantengan a raya.

3- Agrupar los ingresos: Los ingresos deben ser monitoreados, es decir, se trata de administrar y gastar el dinero siempre de buena forma, pero no por eso se puede descuidar la o las fuentes de ingresos. Para ello, hay que identificar los ingresos fijos y los variables. Los fijos pueden ser los salarios, mientras que los variables pueden ser bonificaciones por metas cumplidas en el trabajo, por ejemplo. Los ingresos variables, eso sí, no deben tomarse en cuenta al momento de hacer los presupuestos mensuales salvo que se tenga la certeza que se recibirá sí o sí.

4- Revisar periódicamente el presupuesto: Una vez se tenga listo el presupuesto, es importante actualizarlo. Esto se debe a que habrán factores que obligarán a cambiarlo, como un alza o caída en los precios de combustible, por ejemplo. De igual forma, se recomienda comparar el plan de presupuesto con el total de lo gastado y ahorrado a fin de determinar si los números cuadran.

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