Berlín ambiciona hacerse con la presidencia del Banco Central Europeo
Angela Merkel lo necesitaría para vender una integración más profunda de la eurozona a un escéptico público alemán.
Para los que gustan de las ideas de Emmanuel Macron sobre tener un ministro de finanzas de la eurozona equipado con un presupuesto y autonomía, confían en que al menos parte de su proyecto se convertirá en realidad después de las elecciones alemanas de septiembre.
A pesar de ello la apertura de la canciller alemana Angela Merkel a la propuesta no ha sido demasiada, y a cambio Alemania quiere algo más: el control del Banco Central Europeo. Merkel, que probablemente será reelegida canciller, ha ofrecido un vago respaldo a la iniciativa de Macron, pero aún no ha explicado públicamente sus términos. Detrás de las escenas, sin embargo, el regateo está bien encaminado, y el trabajo del BCE está en la parte superior de la lista de deseos de Berlín.
Cualquiera que sea la forma que adopte un presupuesto de la eurozona, Alemania será la principal fuente de financiación por la sencilla razón de que es el país que más puede permitirse hacerlo en el bloque de una sola moneda. Esa dinámica da a Berlín un amplio poder para hacer demandas.
La posición de Alemania será aún más fuerte si está de acuerdo con un ministro de finanzas de la eurozona bajo control francés. El comisario europeo de Francia, Pierre Moscovici, ya está presionando para hacerse con el papel. Si Merkel está de acuerdo con algún tipo de componente fiscal, como un presupuesto común o un fondo de inversión, necesitará una gran concesión de otros miembros para venderla a su propio partido y al pueblo alemán. Los próximos días serán cruciales.
