¿Auspicia la CEOE que el empleo ha de ser jungla donde cace el patrón menos escrupuloso?

Juan Rosell. / elperiodicodearagon.com
Juan Rosell. / elperiodicodearagon.com

Asquea la traza indecorosa de un sujeto como el Sr. Rosell, presidente de esa CEOE que se distingue por tener ilustres miembros entre rejas por sus latrocinios. Cínicamente afirma que los empleos de calidad y duración son una antigualla del siglo XIX.

¿Auspicia la CEOE que el empleo ha de ser jungla donde cace el patrón menos escrupuloso?

La catadura moral de una sociedad que permanece indiferente ante una madre que deja atada una hija de pocos meses a una piedra, porque no tiene a quien dejarla y está de sol a sol, cavando zanjas por tres dólares al día con su esposo, solo convoca al horror…Y esto pasa en una potencia nuclear, la India. Algo común en diversos grados en muchos otros países, asiáticos, africanos o americanos… Forbes dedicará lo mejor de su papel couche a ensalzar las grandes fortunas amasadas con la sangre, el sudor y la miseria  de esas gentes, que  mueren cada día un poco más, sin que nadie derrame una lagrima por ellas.

Jean Paul Sartre en “La náusea” nos habla de repugnancia, nausea, obscenidad…También de la brutalidad de la existencia, de buenos burgueses que adrede ignoran la realidad cotidiana y la relegan dando espaldas al progreso y al futuro …Sin saberlo con casi ochenta años de anticipación no sitúa ante la sensación de asco y nausea que produce una Europa desteñida de su moral, de su ética, que olvida su nobleza de dama republicana, imagen de valores y derechos, y se muestra como vieja prostituta encanallada, en cuyo rostro se dibujan la insolidaridad, la codicia y el miedo, mientras da la espalda o ignora, a los que huyen del horror y la muerte.

Es difícil no montar en cólera ante un gobierno que regatea a la justicia los medios  para procesar delincuentes de cuello blanco y alma negra, gurtelianos y demás especies de sabandijas del dinero del común, y  torticeramente acorta los plazos procedimentales, haciendo que la impunidad  quede más al alcance del criminal encorbatado. Y es mayor la repulsa si cabe, cuando en estos días una inmensa mayoría de ciudadanas y ciudadanos honrados, sujetos de una nómina, acosados y vigilados al milímetro por una incorruptible Agencia Tributaria, que jamás admitiría, -como es bien sabido-, facturas falsas para salvar de un delito a ninguna dama en apuros, (aunque menstrúe sangre azul) cumplen sus obligaciones con el fisco. Ciudadanía honesta bajo sospecha, tratada como delincuentes potenciales, mientras los ladrones, comisionistas (incluidos los que operan en el Golfo Pérsico con aristocrática desenvoltura), extorsionistas, evasores, corruptos de mil pelajes, pululan felices entre amnistías fiscales y prescripciones administrativas carcajeándose de  “la plebe”…

Aun sin descartar un mayor dislate, asquea la traza indecorosa de un sujeto como el Sr. Rosell, presidente de esa CEOE que se distingue por tener ilustres miembros entre rejas por sus latrocinios. Este individuo, auspicia que el empleo ha de ser jungla donde cace el patrón menos escrupuloso, mientras cínicamente afirma, que los empleos de calidad y duración son una antigualla del siglo XIX. Tan indignante, como la actitud de un gobierno que ve indiferente irse a sus jóvenes más preparados, y que incluso lo traduce como algo positivo, mientras cercena recursos para la investigación y la ciencia, y deja sin protección a los dependientes y a los sectores más vulnerables.

Es indecente un presidente de gobierno que tiene la desvergüenza de afirmar que le preocupa y va a trabajar para consolidar el sistema de pensiones, tras haber saqueado su Fondo de Reserva

Es indecente un presidente de gobierno que tiene la desvergüenza de afirmar que le preocupa y va a trabajar para consolidar el sistema de pensiones, tras haber saqueado su Fondo de Reserva. El mimo presidente cuyo ministro del interior ante la felona ocurrencia de las “esteladas”, alude a “decisiones técnicas”…y escurre, en el colmo del impudor, su responsabilidad diciendo que es una resolución de su Delegada en Madrid…Nada menos que en una decisión. sobre un acto que reúne a 60 o setenta mil aficionado, al Jefe del Estado y afecta a las complejas relaciones con Cataluña. Indigna la mendacidad del ministro una vez más, individuo cuyos más sonados éxitos se cuentan por filtraciones a la prensa, vírgenes condecoradas o nominaciones de comisario honorario al Sr. Maruenda, más popular que por ser Director de la Razón, por mostrarse fiel lacayo del  presidente en funciones, Sr. Rajoy. Y bochornoso es para la ciudadanía observar como tal presidente, inclina el lomo servil ante titulares de siglas insolidarias o grupos económicos foráneos o interiores, mientras pisotea sin humanidad a su pueblo, robándole a su dictado, sus derechos y su futuro.

Revuelve el estómago más templado la impudicia de los que tras pasar por ejercicio de lo público, presuntamente al servicio de la comunidad, a continuación venden los relaciones y conocimientos habidos al mejor postor como vulgares meretrices…Siempre empresas que medran de sus relaciones con la administración en detrimento de los administrados. Un comportamiento que desmoraliza a la ciudadanía ante el sistemático deterioro de algo tan noble y digno como la política.  Indispensable para vida democrática de los pueblos. Práctica ineludible para que nadie se tome las atribuciones de suplantar el derecho y la decisión de los ciudadanos. Y que provoca un a entendible cólera ante  los que la prostituyen y denigran. Que la distorsionan al servicio de intereses espurios y de ella medran, hacen oficio y beneficio, en medio de un barullo y ruido en el que esconder su pobreza moral e intelectual. Ignorando por malevolencia o indigencia ética, lo que es  y significa el sentido de estado y el interés del común.

Es vergonzoso el cinismo de los austericidas que tras injuriar y denostar al Sr. Rodríguez Zapatero, maltrataron sin conciencia a la ciudadanía y dejan al país endeudado como jamás estuvo en toda su historia. Hipotecado, necesitado de recortes por más de 8.000 millones de euros, que se sumaran a los ya habidos. Y con la espada de Damocles de una multa descomunal por incumplimientos y trampas, (curiosamente aplazada hasta un mes después de las elecciones).

El irlandés Samuel Beckett en su tragicomedia sitúa en un camino incierto a dos vagabundos, Vladimir y Estragón que esperan en vano junto a un camino a un tal Godot. Una situación, teatro de lo absurdo, que se acomoda a nuestra realidad, en la que no alcanza con el buen ánimo de “puedo prometer y prometo” desempolvado de la hemeroteca como soporte de un dialogo transversal, que aun pudiendo ser propuesta de interés, no debe hacer olvidar donde cada comensal ha de sentarse a la mesa. Algo que quedaba ya claro en 1789, en la Asamblea Nacional Constituyente de Francia…A la derecha  los girondinos (nobleza, burguesía y propietarios)… A la izquierda, los jacobinos (republicanos, representantes del progresismo, el librepensamiento y las clases populares) y en el centro…los indecisos, de ideología ambigua, sin filiación partidista definida. La Marisma que decían los constituyentes franceses…

El centro, Ítaca brumosa, de procelosa arribada, enfilado por su propia esencia con nave de  ideología lábil y palabra confusa, conlleva como poco, ser proclive a propiciar bofetadas de ambos extremos, como clown en pista de circo, con riesgo de terminar, como pollo sin cabeza en cercado ajeno… Y desde luego no parece prometedor, desempolvar el cadáver del Cid, para tirando de él, lograr que gane batallas después de muerto. Amén de pura quimera literaria, es apenas febril fábula para atardeceres con licores espiritosos…

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