7 cosas que deberías quitar cuanto antes de tu currículum

Entrevista de trabajo.
Entrevista de trabajo.

Aunque la intuición te diga que deberías añadir todas tus nuevas capacidades y experiencias de trabajo, quitar algunas cosas que sobran puede ser la jugada más inteligente (e igual de importante).

7 cosas que deberías quitar cuanto antes de tu currículum

El mundo laboral es cada vez más impredecible. Con una tasa alarmante de contratos temporales sobre indefinidos, en los últimos años se ha disparado la incertidumbre y se ha vuelto cada vez más fácil que uno pase de estar contratado felizmente un mes a encontrarse en el paro al siguiente.

Y si te despidieran o decidieras buscar otro trabajo con un cargo superior o mejor pagado, ¿tienes tu currículum al día y presentable? Una cosa es tener un buen traje para la entrevista o llevar preparadas las posibles preguntas… ¿pero está tu currículum a punto? Y, por cierto, una entrevista de trabajo importante suele ser una buena excusa para renovar tu ropa de trabajo, pero si te falta algo de dinero te recomendamos recurrir a préstamos personales rápidos pensados para este tipo de gastos.

Volviendo al CV, recuerda que el currículum que utilizaste para conseguir tu actual trabajo no necesariamente es el más indicado para el puesto que quieres. Cada paso que des en tu carrera te obligará a ir ajustando tu carta de presentación… y esto se vuelve especialmente cierto cuando no has tenido entrevistas en un tiempo. Aunque la intuición te diga que deberías añadir todas tus nuevas capacidades y experiencias de trabajo, quitar algunas cosas que sobran puede ser la jugada más inteligente (e igual de importante).

Así que, con aquí van 7 cosas que deberías quitar cuanto antes de tu CV si quieres hacerte con el puesto:

1. Tu dirección de correo desde los 15 años

Tu marca personal va más allá de cómo vistes o tu manera de dirigirte a otros profesionalmente. Dicho lo cual, ya deberías saber que tu dirección de correo de la universidad o la de cuando eras adolescente no te van a ayudar a la hora de buscar trabajo. Tu entrevistador te juzgará, entre otras cosas, por la dirección de correo desde la que escribes… así que si deshazte de ‘[email protected]’ o ‘[email protected]’ y crea una dirección con tu nombre y tu primer apellido, algo simple pero que siempre resulta profesional.

2. El selfie

Evita a toda costa mezclar tus fotos para redes sociales de tu perfil profesional. La foto es siempre un tema problemático, ya que se presta muy fácilmente a prejuicios por parte del entrevistador y los responsables de Recursos Humanos de la empresa, pero si decides incluir una foto en tu currículum, procura que resulte profesional y formal sin parecer un retrato robot. Piensa que se trata de convencer con una imagen de que eres alguien fiable y responsable pero también agradable y que puede encajar bien en un equipo… ¡una ligera sonrisa no le hace daño a nadie!

3. Detalles sobre tu vida

Al igual que ocurre con el tema de los hobbies personales, conviene evitar incluir datos demasiado personales e información que directamente no es relevante (y nadie ha pedido). Es genial que estés casado/a desde hace cuatro años o que tengas dos hijos pero, ¿cómo te ayuda eso para conseguir el puesto? De hecho es posible que hasta juegue en tu contra, ya que tu entrevistador podría elegir a otro candidato si entiende que tus hijos pueden mantenerte menos dedicado al trabajo que un soltero.

4. Trabajos y puestos irrelevantes

Es posible que en tu vida pasada fueras el mejor camarero de toda tu ciudad, pero si estás optando a un puesto de un campo completamente distinto a la hostelería esas capacidades pueden no sumar puntos para el trabajo que buscas. A la hora de presentar un currículum, intenta incluir toda aquella experiencia laboral que juegue a tu favor y te ayude a conseguir el trabajo, y elimina todo lo demás. Un entrevistador se fijará especialmente en si has desarrollado funciones similares en trabajos previos.

5. Uso de la tercera persona

Hablar de ti y tu trayectoria profesional en tercera persona queda directamente raro. Nada más que añadir.

6. Información falsa

Si hay títulos o cargos en tu currículum que no son ciertos o están maquillados… no hay por dónde cogerlo, deberías quitarlos cuanto antes. La mayoría de entrevistadores y responsables de Recursos Humanos comprueban la validez de los títulos y aptitudes de sus candidatos, principalmente para no asumir riesgos innecesarios. Si descubren una sola mentira en tu relato no se lo van a pensar dos veces antes de descartarte para el puesto. Es normal que queramos engrandecer nuestras habilidades para impresionar a la persona de la que depende nuestro contrato, pero mentir en nuestro currículum es quizás la peor idea que podemos tener para conseguir un trabajo.

7. Páginas innecesarias

Aunque cuentes con una extensa experiencia laboral y pienses que no hay nada que puedas quitar de tu currículum y necesites contar hasta el más mínimo detalle, lo cierto es que nadie va a leer un CV de 3 o 4 hojas. Asegúrate de que tu trayectoria es concisa, clara y obedece una lógica. Al fin y al cabo, se trata de demostrar que eres el candidato idóneo para el puesto en el número mínimo de páginas posible, y a no ser que seas manager senior con una trayectoria apabullante, es mejor dejar tu currículum en una o dos hojas.

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