El Supremo provoca una nueva guerra abierta en el deportivismo

Augusto César Lendoiro y Tino Fernández. / RCD
Augusto César Lendoiro y Tino Fernández. / RCD

El Deportivo ha perdido la batalla judicial que emprendió y lo que es peor deja tocada la imagen del club y sus cuentas en una nueva situación comprometida de la que tendrá que responder a corto plazo y siempre con el agua al cuello pendiente, cada temporada, de su permanencia.

El Supremo provoca una nueva guerra abierta en el deportivismo

La sentencia del Tribual Supremo despertó la peor pesadilla que tenía pendiente el Deportivo. Una herida que parecía cerrada ya, toda vez que el club estaba cumpliendo escrupulosamente con el plan de pagos que ha pactado con Hacienda, ha vuelto a supurar por el peor sitio. El Supremo se ha encargado de abrir la herida y en la peor semana posible. Cuando el Deportivo lamía sus heridas deportivas, saboreaba el dulce gusto de una sabrosa victoria sobre el Fútbol Club Barcelona y en unos días en que toda la actualidad se centraba en el derbi gallego, que se juega este domingo en Riazor y que enfrenta a Deportivo y Celta, otra vez por la supremacía del fútbol galaico. 

Pero el Alto Tribunal ha devuelto la inquietud al club de Primera División herculino al considerar que es justa la reclamación que Hacienda hacía sobre la reclasificación de una parte de la deuda, a pesar de haberse firmado en el concurso de acreedores y de haber llevado el beneplácito del Tribunal Mercantil y de la Audiencia Provincial. Pero la postura del Supremo, y sus reflexiones, han vuelto a desenterrar el conflicto y la divergencia de opiniones sobre la interpretación que realizó el anterior Consejo de Administración, presidido por Augusto César Lendoiro, que pignoró los derechos de cobro por futuros derechos de televisión utilizándolos como prenda para resolver las deudas con la agencia tributaria. El asunto, que parecía casi olvidado, ha devuelto a la arena económica y de la gestión deportiva si el criterio usado por el Consejo de Administración que presidía Lendoiro era realmente legal. Para Hacienda, no. Para el Mercantil número 2 de A Coruña, que firmó la resolución del concurso sí lo era. Para la Audiencia Provincial de A Coruña, también era válido el criterio usado por el club deportivista. Pero para el Supremo, última instancia, no es un criterio correcto. Lo peor es que no se ha quedado ahí. Ha ido mucho más allá en su razonamiento ya que sospecha que el criterio usado tiene indicios para ser considerado un delito.

Sea como fuere para el Deportivo es un mazazo en toda regla. Es un volantazo en plena curva, que exige otro volantazo para recuperar el gobierno de este Ferrarien que se ha convertido el club tras seis títulos conquistados en los últimos veinte años, Liga, Copa, Supercopa, además de 5 años en la Liga de Campeonesuna semifinal de Recopa de Europa y otra semifinal de Liga de Campeones. El problema es que la enorme deuda que ha acumulado la entidad, sobre todo en los últimos diez años, ha convertido el Ferrari en el actual Honda de Fernando Alonso y, lo peor, es que va camino de estrellarse, otra vez si en lo deportivo el equipo se sale de la curva, es decir, si pierde la máxima categoría nacional de la Liga antes de seis años. 

La sentencia del Tribunal Supremo exige al club que debe pagar más y en menos tiempo la deuda privilegiada que el club tiene con Hacienda y otros acreedores. La sentencia no es sólo una reclasificación, también supone más volumen a la masa deudora porque los 21,7 millones de euros que pasan a partir de esta semana a engrosar la deuda privilegiada formaban parte, tras el acuerdo con los acreedores, de la deuda subordinada en la que había una quita del 33%. Es decir, en realidad, el Deportivo, aplicando esa quita a los 21,7 millones de euros, la cantidad se rebajaba hasta 14,5 millones de euros. Cantidad que había que pagar en 17 años a partir del año 2034. Ahora, el Supremo devuelve a Hacienda el derecho de cobro de la deuda a su origen, en su totalidad, y que tendrá que satisfacerse, salvo acuerdo entre partes, antes del 2023.

El Deportivo tenía un plan escrupuloso de pago. Cada semestre estaba ingresando religiosa y puntualmente a Hacienda 3,3 millones de euros. Además, Hacienda está recibiendo el 25% de los ingresos por la venta de futbolistas, como el reciente caso de Lucas Pérez. Sólo el año 2016, Hacienda recibió del Deportivo más de 15 millones de euros. Con la sentencia del Supremo el plan de pagos se hace más grueso, pero el embudo por el que hay que hacer pasar la deuda es el mismo. A los 3,3 millones de euros cada semestre -al año son 6,6 millones de euros-, hay que añadir al nuevo plan semestral otros 2,5 millones de euros, que son los que se calculan a partir de ahora por los nuevos rectores herculinos, encargados, desde que ganaron las elecciones a Lendoiro, de devolver la estabilidad económica y el equilibrio financiero al club. 

El Dépor podría tener que acudir a un fondo buitre para reconducir la situación financiera tras el varapalo de Hacienda

Es decir, la merma en la capacidad de gestión para seguir dirigiendo el Ferrari, ahora reconvertido a Honda de Fernando Alonso, es enorme. Tanto es así, que con la misma dirección el bólido tendrá que cambiar de motor. La nueva para en boxes que tendrá que hacer elDeportivo es para trazar el nuevo rumbo económico y va camino de dejar de pilotar un coche de carreras por llevar una carrilera de Esteiro cuesta abajo, aunque el piloto sea Fernando Alonso. Como primera medida, el club ya ha ha anunciado que ha dejado aparcado su proyecto del museo. Su plan para crear la Fundación del Deportivo, probablemente, se vea cortocircuitado. Y renace la peligrosa maniobra financiera de vender toda la deuda de Hacienda a un fondo buitre, para conseguir a cambio más plazo y reducir las cantidades a pagar. Esa opción tienen un coste. Los intereses que el fondo buitre o un banco le quieran poner. El Deportivo tiene que mantener una prioridad. Mantener al equipo en Primera División. Y tiene que conseguirlo, por lo menos, seis años consecutivos, para no poner en peligro la viabilidad del club. Estar en Primera significa garantizar cada año 42 millones de euros, sólo en derechos de televisión. El club tiene que manejarse sobre un fino hilo funambulista, entre el pago de las deudas y capaz de formar una plantilla, de las más bajas salarialmente, que asuma el reto de permanecer en la categoría, la única exigencia posible en las circunstancias actuales. 

Por eso, la reacción a la sentencia no se ha hecho esperar. Tino Fernández explicó en la misma tarde en la que se hizo público el fallo del Supremo que el club «entra en un periodo de reflexión estratégica. Este ajuste duro pensábamos dejarlo atrás con tres años más, pero ahora igual se prolonga otros tres, seis en total. Es difícil estar siempre compitiendo en inferioridad si hay algo bueno en esto asunto es que ahora ya sabemos el enunciado completo del problema, porque siempre había una parte que dejaba dudas. Está la vía financiera tradicional, con los bancos que ya trabajamos e incluso nuevos y otras que encajarían en lo de vender la deuda. También está la vía judicial, para ver si hay alguna posibilidad con esta sentencia. En el propio convenio también hay alguna fórmula para tratar de ajustar y repartir las cargas. De la combinación saldrá la solución. Estoy preocupado y jorobado, pero estuvimos en otras peores», comentó el dirigente deportivista. 

Augusto César Lendoiro vuelve al ataque

A quien no se esperaba era a la otra parte, a pesar de que ha habido siempre un grupo minoritario que está a la espera de cualquier fallo o traspié del nuevo consejo de administración, es al antiguo presidente blanquiazul. Augusto César Lendoiro ha decidido volver a la arena. Lendoiro promete respuesta a partir del lunes y parece que lo hará atacando al actual consejo, adelantando ya su malestar con el consejo presidido por Tino Fernández en un escueto comunicado que ha hecho llegar a los medios de comunicación. El ex presidente deportivista vuelve a desenterrar el hacha de guerra que ya se vio durante el periodo electoral, aunque, finalmente los accionistas tomaron partido en la lucha y Lendoiro perdió la disputa por una abultada mayorí, en la que Constantino Fernández recibió de la Asamblea el 72,09% de los apoyos, ordenando el cambio en la dirección y un giro en el rumbo de la gestión económica. En el comunicado Lendoiro dice: «Ante la trascendencia de la reciente sentencia dictada por el Tribunal Supremo el pasado día 13, y la interpretación interesada que de la misma se viene haciendo por parte del actual Consejo de Administración del R.C. Deportivo me veo en la obligación de salir al paso de las falsedades que se vienen vertiendo, pero al objeto de no desviar la atención del muy importante encuentro del domingo, anuncio que será el próximo lunes cuando haré público mi comunicado». El ex presidente deportivista, por tanto, ha declarado de nuevo la guerra. Esta declaración estaba siendo aguardada por un sector minoritario que se ha puesto al frente de la división del club, principalmente usando las redes sociales. Ahora ven el este comunicado armas para reunirse y amenazar el pacifismo que ya se respiraba en el deportivismo. 

Antes de que llegue el comunicado, y ya veremos si la respuesta del nuevo Consejo de Administración, hay que pararse en el fallo del Tribunal Supremo y ver cuál ha sido su razonamiento. 

La conclusión más dura de la posición de los magistrados del Alto Tribunal no se centra en la rectificación de la deuda recurrida por Hacienda. Lo más preocupante para la entidad herculina, sobre todo para el anterior Consejo de Administración, e incluso para el Ministerio Fiscal es la interpretación que hace el Supremo de la pignoración de los derechos de televisión de los que hizo uso el Deportivo. Es decir, el uso como prenda de ingresos futuros como garantía de pago de la deuda presente. 

Para los jueces del Supremo, y no así para los de la Audiencia Provincial, ni para el juez que resolvió el concurso de acreedores en el juzgado Mercantil número 2, el Deportivo utilizó la misma estrategia dos veces y que, por tanto, esta acción conduce a la interpretación de que se ha cometido un delito económico. En el fallo de la condena que ha firmado el Tribunal Supremo dice en su párrafo final: «Dedúzcase testimonio al Ministerio Fiscal por si la conducta consistente en gravar, como libres de cargas, derechos que se alega que se encontraban ya gravados, fuera constitutiva de delito». Esta duro mandato a la fiscalía para que investigue si ha habido delito o no fue madurado por el tribunal con la siguiente reflexión que desestimaba el planteamiento defendido por los abogados del Deportivo para lograr el favor del tribunal para que todo quedase como estaba. «Tampoco pueden aceptarse, para desestimar el recurso, las alegaciones de hechos ilícitos, que podrían incluso ser constitutivos de delito, que se alegan por el Deportivo de la Coruña, como es que cuando constituyó ciertas garantías en favor de la AEAT, el Deportivo de la Coruña dispuso, como si estuvieran libres de carga, de derechos que se encontraban ya gravados. Nadie puede alegar en su favor su propia conducta ilícita. Más aún cuando se reconoce que puede llegar a constituir una infracción de naturaleza penal, lo que determina que deba deducirse testimonio al Ministerio Fiscal». Es decir, el Tribunal Supremoconsidera probado que el Deportivo usó dos veces el mismo derecho de pignoración para pagar la misma deuda.

El Supremo se alineó con Hacienda para justificar que el Dépor pretendió usar el mismo derecho de cobro dos veces y ve delito en ello

El Alto tribunal, en una posición que parece más ejemplarizante y que tendrá consecuencias más allá de las que le corresponden al Deportivo, ya que sentará un precedente para otros casos litigiosos, se ha alineado con la Agencia Tributaria en todo el hilo expositivo de la sentencia y desestimando la postura del club blanquiazul en todo momento. De tal modo, que el texto de la fundamentación jurídica resalta la pulcritud en la exposición de motivos de Hacienda en la defensa de su postura. «La AEAT, que es demandada en el incidente de impugnación de la lista de acreedores, ha formulado en todo momento alegaciones de defensa ajustadas a la acción ejercitada en la demanda, y ha impugnado la sentencia de la Audiencia Provincial combatiendo los argumentos que en dicha sentencia se expresan para fundar el fallo. Las alegaciones del recurso de casación se han situado en el ámbito de lo debatido en el proceso incidental», consideran los jueces.

Para argumentar la posición a favor de Hacienda y no del Deportivo, el Tribunal Supremo reflexiona sobre el derecho y el uso de las prendas frente a una deuda tributaria del siguiente modo: «La consecuencia de lo expuesto es que los créditos de que era titular la AEAT frente al Deportivo de la Coruña que estaban garantizados con una prenda de créditos futuros no existentes en el momento de declararse el concurso, pero que derivaban de contratos concertados o de relaciones jurídicas existentes antes de la declaración del concurso, han de considerarse resistentes a este y otorgan a tales créditos la calificación de créditos con privilegio especial, aunque el crédito pignorado haya nacido tras la declaración de concurso. La calificación de crédito con privilegio especial realizada por la administración concursal es correcta, pues consta que al menos varias de las prendas constituidas son resistentes a la declaración de concurso, por cuanto que los créditos pignorados han nacido de contratos o relaciones jurídicas preexistentes a la declaración de concurso. El objeto de la pignoración puede ser determinado «sin necesidad de nuevo convenio entre los contratantes» (art. 1273 del Código Civil). Que la prenda se constituyera para garantizar una deuda tributaria aplazada no supone que la extinción del aplazamiento extinga la prenda. Por el contrario, la exigibilidad de la deuda por la extinción del aplazamiento justificaría, en todo caso, la posibilidad de ejecutar la prenda», zanja el Alto Tribunal.

De este último argumento manejado por los jueces del Supremo, se deduce que en la pública guerra abierta que se vivió en la fase de administración concursal entre Lendoiro y los administradores concursales nombrados por el juez mercantil número 2 de A Coruña, el Supremo también se decanta en favor de los administradores concursales con una frase esclarecedora sobre el asunto que tanta controversia y disparidad había separado de todo entendimiento a administrador concursal y consejo de administración. «La calificación de crédito con privilegio especial realizada por la administración concursal es correcta». 

El razonamiento para considerar que la prenda se usó dos veces por el Deportivoes que aunque «la AEAT haya optado en algunos casos por embargar algunos de estos créditos en procedimientos de apremio no supone que la prenda esté extinguida ni le impide sostener el carácter especialmente privilegiado de su crédito, porque no supone una renuncia al derecho de prenda». 

Por tanto, la conclusión para el Supremo es afear la resolución del tribunal anterior que juzgó la pignoración de los derechos de televisión que tenía el Deportivo. «La sentencia de la Audiencia Provincial deba ser revocada, deba estimarse el recurso de apelación y, en consecuencia, sea desestimada la demanda incidental promovida por el Deportivo de la Coruña».

En los hechos probados de la sentencia aparecen todas las cantidades que Hacienda mantenía con el Deportivo en el momento de la firma del convenio del concurso de acreedores. La Agencia Estatal de Administración Tributariaconcedió al Real Club Deportivo de La Coruña, S.A.D el aplazamiento de pago de diversas deudas tributarias, que garantizó mediante la constitución de garantías sobre créditos futuros del Deportivo de la Coruña (ingresos por cesión de derechos audiovisuales, devoluciones de impuestos, ingresos por explotación de locales del estadio, ingresos por participación en la recaudación de las quinielas, 50% de los ingresos por futuras ventas, traspasos, cesiones o cualquier acto de disposición de derechos federativos sobre jugadores). 

A la fecha de 29 de enero de 2013 las deudas con Hacienda eran las siguientes, según consta en el fallo del Tribunal Supremo. La deuda a la AEAT de Galiciasuma un total de 93.705.978,02 euros, de los que 63.248.565,33 euros se correspondían con "deuda principal pendiente", 17.155.740,60 euros con "intereses de demora" y 13.301.672,09 euros con "recargos de apremio».

El Deportivo de La Coruña en esa fecha había interpuesto una demanda de incidente concursal en la que impugnó la lista de acreedores, con relación a los créditos reconocidos a la AEAT. En dicha demanda solicitó, en primer lugar, que se redujera el importe de los créditos reconocidos a la AEAT, pues debían descontarse del principal de la deuda «las sentencias ganadas» a la AEAT, que sumaban la cantidad de 20.779.749,06 euros, con el consiguiente recálculo de intereses y anulación de sanciones, y debían también descontarse catorce millones de euros «que la propia Agencia Tributaria ha impedido cobrar a esta parte», y «las cantidades correspondientes a IRPF e IVA de la liquidación correspondiente al mes de enero de 2013. Los jueces acerca de la demanda deportivista que hizo llegar al Supremo subraya que «abordó la impugnación referida a los créditos garantizados con prendas sobre diversos créditos futuros (futuras devoluciones de la AEAT, futuros ingresos por la participación en la recaudación de las quinielas, cantidades que percibieran por la explotación de los locales de los bajos del estadio de Riazor, el 50% de los derechos de contenido económico por la venta, traspaso o cualquier acto de disposición de los derechos federativos de determinados jugadores o de cualquier otro jugador sobre el que no existiera una carga previa de idéntica naturaleza, que se produjeran durante el aplazamiento del pago a la AEAT)».

Finalmente, el Deportivo ha perdido la batalla judicial que emprendió y lo que es peor deja tocada la imagen del club y sus cuentas en una nueva situación comprometida de la que tendrá que responder a corto plazo y siempre con el agua al cuello pendiente, cada temporada, de su permanencia en Primera División. Un resbalón deportivo volvería a accionar el botón de liquidación del club. La afición deportivista y el club vuelven a estar en vilo seis años más.

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