Piqué y su lado más diplomático antes del 21-D

Piqué es Piqué y no hay modo. El internacional español no es ajeno a la realidad que le rodea. La frontalidad es su forma inequívoca de ver las cosas. Ya sea desde el punto de vista deportivo o político, siempre en su verborrea habrá tema y una postura que defenderá a rajatabla.

Esta vez habló del Barcelona, Neymar y el panorama catalán, el cual está a la espera de una jornada electoral el venidero 21 de diciembre, en donde el Gobierno español intentará restaurar los poderes de la comunidad autonómica que hace dos meses coqueteó con ser república.

"El único problema es que hay mucha gente aquí en Cataluña que quiere separarse de España y mucha gente que no. Estamos hablando de un 50-50, más o menos, y por eso es tan difícil. Cuando tienes tanta gente pensando tan diferente es difícil llegar a una posición en la que todos estén contentos. Si te explicas con respeto y tratando de explicar por qué te sientes así no hay problema en absoluto", aseguró sobre la intención independentista de su región.

Si habló de Cataluña, también lo hizo sobre España, lugar al cual considera su nación, por lo menos en su discurso más diplomático.

"La política siempre es algo complicado de lo que hablar porque, como en el fútbol, las visiones son radicales. Tú piensas de esta manera, el otro piensa todo lo contrario. Es casi como una pelea y los sentimientos son muy fuertes. No es fácil. Creo que la gente fuera de España piensa que las cosas están peor de lo que están. No creo que estemos en una situación muy mala. Es un problema político pero creo que se solucionará hablando, con los políticos haciendo su trabajo. Al final del día no hay violencia ni peleas. Nada de eso. Es muy calmado, igual que hace un año", aseguró.