Manual del Atleti para llegar a la final de la máxima competición del fútbol sin jugar al fútbol

Koke muestra sonriente la pegatina de 'Respect' en la manga
Koke muestra sonriente la pegatina de 'Respect' en la manga. / RRSS

Una sórdida acumulación de árbitros, suerte, juego sucio y defensores bajo la portería de Oblak, lleva al Atletico de Madrid a su segunda final de Champions League en tres años.

Manual del Atleti para llegar a la final de la máxima competición del fútbol sin jugar al fútbol

Para disgusto del alcalde Pisapia, en la encrucijada de, o cambiarle el nombre a San Siro por pizza Pepperoni, para homenajear a los chorizos que tendrá el estadio italiano a finales de Mayo, o pedir ayuda internacional para controlar al mayor número de atracadores por metro cuadrado que se ha visto en una ciudad italiana desde los saqueos de Atila, el Atlético de Madrid se ha convertido en el primer finalista de la presente edición de la Liga de Campeones tras eliminar, inmerecidamente, a un Bayern Munich que fue superior en todas las variantes del juego y que fue quitado del medio tras una actuación coordinada de artimañas extradeportivas, suerte y árbitro que quedará para los anales de la historia.

Si hace unas semanas publicábamos el manual del madrid para jugar las semifinales de la Champions League sin jugar la Champions League, hoy el técnico atlético nos ha presentado el Manual del Atleti para llegar a la final de la máxima competición del fútbol, sin jugar al fútbol.

El ‘Chulo’ Simeone que, tras pasarse por el forro la sanción de la Liga por lanzar balones al campo, reaparecía amenazante en las proximidades del terreno demostró, más chulo que nunca, como un equipo antideportivo, que no juega a nada y que pierde tiempo hasta cuando va en desventaja puede llegar a una Final de Copa de Europa sin pasar del centro del campo durante 160 minutos

Una defensa por acumulación que fue un coladero, un centro del campo inexistente, y dos delanteros que no tocaron la bola hicieron presencia en el Allianz Arena simplemente para observar y aplaudir inertes la actuación de un árbitro que, del mismo modo que sucedió contra el Barcelona, les entregó la eliminatoria en bandeja tras concederles un gol en posición ilegal e intentar rematarlos con un penalty metro y medio fuera del área - por no recordar los dos penalties que otro trencilla se comió en el Calderón a favor de los bávaros -. Curiosa la percepción arbitral del ‘dentro/fuera’: cuando Gabi le da con la mano un metro dentro del área, fuera. Cuando Torres es derribado claramente fuera, dentro.

La UEFA, que necesita blanquear su imagen corrompida dando de comper a un par de mendigos, ha decidido hacerlo llevando en volandas sin rubor alguno a la final de su máxima competición futbolística a un equipo que huye del ‘respect’ como el agua del aceite, y que juega al fútbol un poco menos que nada, pero que ha sabido vender al mundo su imagen victimista comercializada a golpe de ‘molestamos’, mientras en el campo se ha doctorado con honores en juego sucio, con especialización en impunidad.

A solo 90 minutos de levantar su primera Champions League desde el ‘Big Bang’ ya solo les queda a los colchoneros rezar para que mañana no se clasifique para la final su primo hermano de Chamartín, que disputa el partido de vuelta ante el Manchester City en tierras del Visirato.

Y más les vale que pase el City, porque en un duelo a muerte contra el equipo más ladrón de la historia del fútbol la experiencia es un grado y los ‘dentro’ seguirán siendo ‘fuera’, y los ‘fuera’ seguirán siendo ‘dentro’ pero, esta vez, como siempre ha pasado, empujando a los blancos. @SirDanielC

>Este artículo también ha sido publicado en la web del autor www.bloggol.es

 

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