Goleada blanca y el despertar de un gato llamado Benzema

Celebración del Real Madrid
Celebración del Real Madrid. / Real Madrid

El ariete francés volvió al gol en la victoria (0-6) del Real Madrid ante el APOEL. Dos tantos que quiebran la sequía.

Goleada blanca y el despertar de un gato llamado Benzema

El Madrid llegó Chipre por muchas cosas. Más que la victoria, que era lo más fácil, buscó reencontrarse con su fútbol, ese buen toque y esa contra que animan a la gente. Las últimas semanas no han sido buenas para los dirigidos por Zidane. Antes del parón FIFA se despedían con un 3-1 en contra ante el Totteham. Era un partido para subir los ánimos, más que sumar los tres puntos.

Los blancos lo tenían claro. Salieron a todo pulmón, primeros minutos y Ronaldo tiene la primera opción. Un aviso; se percibía más cosas. Los chipriotas intentaron aguantar. Solo 23 minutos les duró el ímpetu. Modric aprovechó un despeje y sin parar la esférica le pegó para que fuese inalcanzable a Nauzet. Hasta allí el Madrid era media máquina. No aparecía. El tanto despertó las ganas y provocó que el juego se avivara.

Apareció “El Gato”, maulló más que nunca. Su gol sirvió para darle un mensaje a los compañeros, un aviso de que las figuras deben aparecer. Pero el delantero no se conformaba y esperaba otra oportunidad para dejar su marca.

El Madrid avanzará a los octavos de final como segundo de grupo.

Nacho sirvió de preámbulo para otra diablura del francés. El central aprovechó la ausencia de Ramos y dejar su gol. Era el 0-3 y todo apuntaba a una goleada de escándalo. Cuatro minutos más tarde volvía el “9” natural que tiene Zidane; otro gol y la celebración con el míster que le defiende a capa y espada.

Terminaba la primera parte y el marcador sentenciaba el choque. Los últimos 45 minutos predecían que serían un mero trámite para asegurar la clasificación.

La masacre continúo

El complemento arrancó como un clon de la primera parte. Los merengues no bajaron el ritmo, pero ahora el protagonismo lo tomó Cristiano que con dos goles se pone líder en la tabla de pichichis con 8 tantos.

Solo eran los primeros 10 minutos del segundo tiempo y el 0-6 podría aumentar en cualquier momento. Tras la paliza, Zidane empezó a mover sus piezas a darle minutos y confianza a los que menos ven cancha.

Ya con la clasificación en el bolsillo, el partido cambió de ritmo. El Madrid bajó los decibeles para no terminar de humillar a un rival que solo estuvo en el partido 23 minutos. El resto solo fue un monologo de los merengues, donde Benzema tuvo el papel estelar.

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