El debate electoral analizado desde el punto de vista de un futbolero empedernido

Captura televisiva del debate 'a cuatro'.
Captura televisiva del debate 'a cuatro'.

En un debate, como en un partido de fútbol, hay vencedores y vencidos, jugadas polémicas, decisiones arbitrales discutibles... pero al final cada protagonista interpreta el resultado a su manera.

El debate electoral analizado desde el punto de vista de un futbolero empedernido

Programa más visto del año, récord mundial de tuits, trending topic durante toda la noche... el debate electoral 'a cuatro' se ha convertido en el referente de esta campaña electoral que finalizará en las urnas el día 20 de diciembre. Futbolísticamente, por la atención y la pasión que despertó y la puesta en escena por parte de los organizadores, con previa y tertulia posterior, fue equiparable a 'un clásico'. Importante destacar que los árbitros – Pastor y Vallés – no influyeron en el resultado. Éste es el análisis político-futbolero del debate:

Partido Popular: Eliminado por alineación indebida. Estaba convocado Mariano Rajoy, pero se presentó Soraya Sáenz de Santamaría, ante la complacencia del organizador y las críticas del respetable. Con el 'cheryshevgate' todavía candente pareció una provocación. ¿Actuará de oficio el comité electoral? De todas formas, buena actuación de la suplente, que no desentonó antes los números uno de los equipos – partidos – rivales. Hay cantera.

PSOE: Salimos reforzados. Dificultades estratégicas en la pizarra para Pedro Sánchez, ante la obligatoriedad de atacar al gobierno y, al mismo tiempo, defender su posición por la derecha y por la izquierda. Al final quedó demostrado que si tienes una manta corta no puedes taparte la cabeza y los pies. Al acabar, su acólitos le acariciaron el lomo entre gritos de 'presidente, presidente', por lo que interpretó que habían salido reforzados del debate. Pan para hoy, hambre para mañana.

Cuidadanos: Amarrategui. Hay equipos que a lo largo de su historia, con suerte, tienen una oportunidad de ganar la Champions y, cuando se les presenta tienen que salir a ganar. El debate era una gran ocasión para Rivera de pescar votos en varios caladeros y, bien por nervios o bien por salir a amarrar el resultado, no dio todo lo que se le presuponía y dejó a sus rivales vivitos y coleando. Achicarle espacios al rival está bien, siempre que te sirva para robar el balón y atacar, no para contemporizar.

Podemos: El espíritu de Juanito. Pabló Iglesias llegó tocado al debate ya que las encuestas le daban en caída libre y, a base de sudor – literalmente –, consiguió meterse en el partido y forzar la prórroga para jugársela en las próximas jornadas. Comió terreno por la izquierda, se presentó como la punta de lanza de 'la nueva política' – aunque nadie sabe lo que es eso – y jugó al ataque, retando a los favoritos y exigiendo, incluso, cambios en el reglamento de juego.

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