Manuel Andújar, un trasterrado

Cuentos completos de Manuel Andújar.
Cuentos completos de Manuel Andújar.

 Andalucía será dentro de unos años tierra de cruces y culturas.

Manuel Andújar, un trasterrado

“La sociedad de la tecnociencia y del conocimiento nos mandó al exilio, nos robó el  sentimiento de un hogar y de una patria y principalmente nuestra capacidad de conmovernos, de llorar, de reír con gusto y de apasionarnos por la naturaleza y por la vida”. Leonardo Boff

El título de este artículo no me pertenece y hay que decirlo, su propiedad corresponde a Manuel Andújar Muñoz (La Carolina, Jaén, 4 de enero de 1913 – Madrid, 14 de abril de 1994), escritor español. Un escritor andaluz, caballero de palabra y firme apretón de mano, lamentablemente un tanto olvidado. Él vivió el mestizaje del exilio que fue una emigración forzada para salvar cárcel o fusilamiento, siendo inocentes. Herida por el desgarro; muchos murieron de ella.

Y me provoca este artículo los discursos de Trump con su parafernalia, esas frases de “Una rebelión terremoto" y “Renovar el espíritu de América”, pura demagogia contra la inmigración de millones de seres humanos. Y recuerdo, como cuando la emigración de los sesenta hacia Alemania y Suiza, el escritor  Max Frisch escribió una frase que se hizo célebre: “Pedimos mano de obra barata y nos mandaron seres humanos”

Andalucía será dentro de unos años tierra de cruces y culturas, las mujeres que llegan en pateras con hijos pequeños, otras que  vienen embarazadas, en esa travesía de la miseria hasta cruzar un Mediterráneo enlutado hasta arribar a nuestras costas. Intentar permanecer en España con esos negritos que tanta gracia hacen, que con el tiempo irán viviendo una integración pausada, los niños crecerán y en cuanto suelten el pecho de las madres y salgan a la calle, dirán con acento andaluz: caballo, tambor, ordenador, mi amigo Pepe, la pelota. Los niños, con la misma facilidad y rapidez que se hacen amigos aprenden idiomas, uno lo ha visto por ahí, lenguas difíciles, el ruso, el alemán. Conozco a  corresponsales hijas e hijos de españoles que hablan ruso y alemán. Que traducen a Chéjov y Thomas Mann Las lenguas solidarizan, unen, claro que también existe el odio separatista, y racista, que nada más quiere ese reducido mundo de su aldea mental, el nacionalismo exacerbado que hasta mata si es necesario para calmar la sed de la ignorancia.

Es lo que escribo y pienso desde las experiencias vividas, dentro de un cuarto de siglo esta tierra que todo lo acoge, lo trasforma pacíficamente, haciendo suyo aquello que cito  por ser tierra de mestizaje. Yo no espero mucho de los que los que gobiernan actualmente, pues no ven más allá del diario deportivo Marca, quiero decir que pertenecen a ese batallón de neoconservadores que logran un cargo por su fidelidad al amo y a irle a por tabaco si es preciso, se estén dando cuenta de esta actitud no es el mejor método para la integración social y cultural de una nación.  Y aquí queda esta breve reseña, mas bien sentida, sacada de mi memoria, recordando la entrañable e inmensa figura caballerosa, amable y solidaria de Manuel Andújar autor de una rica y variada obra: novelista, poeta, escritor de una pieza y gran profesional del libro, que supo hacer España tanto en el exilio como a su vuelta a su sentida y herida patria. Autor de ensayos relevantes como muestra La literatura catalana en el destierro y Andalucía e Hispanoamérica Crisol de mestizajes. Negar y combatir esta insistencia perjudicial de la ignorancia voluntaria de la que nos puso en guardia el poeta sevillano Luis Cernuda. Por ser Imposible lograr el progreso de una nación sin cultura. La cultura de base, no de escaparate, que con meditación y táctica neoconservadora practican Trump en América y Rajoy en España, con fines muy concretos lejanos de la verdadera democracia y el progreso. Tengámoslo en cuenta, una buena lectura es un escudo contra la alienación y el nuevo populismo.

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