Cómo hacer que una mujer llegue al squirt en cinco pasos
Hacer que una mujer eyacule es posible, pero se necesita mucha concentración y paciencia.
La eyaculación femenina o squirt, es una práctica muy nueva que muchos apenas están conociendo, en parte, gracias a las películas pornográficas que han logrado extender el término y la curiosidad entre ambos géneros. Pero también engrandecen una cuestión erótica que puede llevar tiempo y parte de tu paciencia. Para hacer que una mujer llegue a chorros, presentamos cinco sencillos pasos:
1. El cuerpo: ella debe acostarse y en una superficie cómoda, relajarse y prepararse para disfrutar. Lo primero, es estimular el clítoris con suaves caricias, siendo idóneo el uso de lubricantes.
2. Los dedos: luego de las caricias, es necesario introducir el dedo corazón o el anular – pueden ser ambos- dentro de la vagina y con la palma hacia arriba. No es necesario sumergirlo completamente porque la próstata fémina está justamente detrás del hueso púbico, se trata de una superficie rugosa que debes estimular. Cuando ella empiece a sentir ganas de orinar, entonces sabrás que estás haciendo bien el trabajo.
3. La estimulación: para lograr tu objetivo y hacerla llegar a chorros, es necesario estimular la próstata femenina a través de distintos movimientos. Puedes optar por pasear tus dedos de forma circular, por toques rápidos, lineales y ejercer presión. Luego de un rato, es probable que la mujer experimente varios orgasmos antes de eyacular, así que es una cuestión que puede ser beneficiosa por partida doble.
4. El trabajo de ella: en el squirt, ella también puede hacer algunas cosas para ayudar. Mientras el chico sigue estimulando, ella se puede encargar de realizar contracciones pélvicas para hacer que los movimientos sean intensos.
5. No parar: con la combinación de orgasmos, estimulación y contracciones, la próstata seguirá lubricándose, cuestión esencial para que ella puede venirse a chorros. En función a lo excitada que esté, puedes continuar masturbando con mayor fuerza, porque hay menos probabilidades de que la dañes de alguna forma. Finalmente, cuando ella no aguante esas ganas de orinar, debe levantar sus caderas mientras continuas con el proceso, hasta producir el codiciado squirt.
