Chavela Vargas y El Candidato, en el 26 Festival de Biarritz - América Latina

Documental Chavela Vargas  \ Catherine Gund y Dareska Kyi
Chavela Vargas. / Catherine Gund y Dareska Kyi

Un documental y un largometraje de ficciòn acaparan la atenciòn de muchos espectadores en otra jornada de buen cine en este certamen.

Chavela Vargas y El Candidato, en el 26 Festival de Biarritz - América Latina

El documental “Chavela Vargas”, codirigido por Catherine Gund y Dareska Kyl, y coproducido por México, Estados Unidos y España (90 minutos), muestra la vida personal y artística de esa mítica intérprete de la música  ranchera mexicana, en un trabajo encomiable de investigación, y un homenaje póstumo a la figura que sigue siendo un emblema de las mujeres homosexuales de México.

Desde su nacimiento en Costa Rica (1919), donde fue rechazada por los padres, hasta su muerte en México DF en el 2012, el filme nos va mostrando una Chavela Vargas apasionada por la vida, por el amor y y por su arte. Rompió estereotipos en su trayectoria humana y artística, se enfrentó a convencionalismos y prejuicios, dada su condición sexual, impuso su voluntad y cantó desde el desgarro la soledad, el amor y el desamor.

Pùblico en la proyecciòn del documental Chavela Vargas \ Francisco Puñal

Pùblico a la entrada de la sala donde se proyectaba el documental Chavela Vargas. / Francisco Puñal

 

“Hay en mi dos personas –dice la intérprete en la cinta – Isabel como me llamaba mi madre, de la que nunca recibí el cariño que siempre añoré, y Chavela, que representa todo lo malo que hay en mi”.

El documental con un formato clásico, edita imágenes de archivo (fotos, actuaciones, películas) con fragmentos de entrevistas de numerosas personalidades que la conocieron, tanto en México (la cantante Tania Libertad, la compositora Marcela Rodríguez, el hijo de Juan Gabriel, la abogada Alicia Pérez Duarte, su amante más duradera), como en España (Pedro Almodóvar, Miguel Bossé, Elena Benaroch, Laura García Lorca, entre otros).

Su renacer, tras doce años de ausencia provocada por severo alcoholismo (“enfermedad del alma” según sus propias palabras) que casi la destruye, se produce cuando llega a Madrid en la primera mitad de los 90, y recibe el apoyo del mundo artístico y cultural, más progresista del momento. Vive su segunda etapa de esplendor con masivos conciertos en la sala Pachá, Caracol, Teatro Callao, y otros, haciendo realidad su viejo sueño no realizado en México.

En 1995 su viejo sueño de actuar en el Teatro Olimpia de París se hace realidad, gracias a la mano mágica de Pedro Almodóvar, su benefactor,  quien había utilizado en la banda de su película La flor de mi secreto una de sus canciones.

El Candidato, una coproducciòn argentina-uruguaya

Cartel de El candidato, una coproducciòn argentina -uruguaya, de Daniel Hendler

Cartel de la cinta El Candidato.

 

Un empresario que quiere convertirse en político prefiere ser de extrema izquierda o extrema derecha, no del centro, y está seguro que quiere ser “cabeza de ratón a cola de león”.

El empresario cincuentón, hijo de millonario, contrata a un equipo de creativos, y especialistas en marketing político, para junto a sus asesores, lanzar su campaña  que lo muestre como líder político carismático, brillante y comprometido (aunque vive obsesionado por las críticas que le hacen los naturalistas en las redes sociales) e independizarse de su partido, que lo tiene en el quinto lugar en la lista para las próximas elecciones.

Este es el tema de "El candidato", una especie de comedia ácida, una sátira para  reflexionar y disfrutar, la segunda película del director uruguaio Daniel Hendler, bien conocido por su labor como actor en el cine y la televisión.

El filme , con una narración ágil, es una coproducción argentino-uruguaya, y se burla de la hipocresía, la manipulación, y  pone de manifiesto el carácter cínico de la política.

La reunión de asesores y creativos  con el aspirante a político, que da la sensación de caer en paracaídas en esta lisa, y que pretende proyectarse con un discurso hueco, pero capaz de conseguir votos,  se celebra en una mansión en el campo durante un fin de semana, donde el candidato Martín Marchand, interpretado de forma magistral por Diego de Paula, se revela como un hombre calculador, desconfiado, y frío, con un mayordomo que cambia cada día la contraseña del wifi de la mansión, y que nos recuerda con su mirada, el carácter tenebroso de los filmes de terror.

Sus asesores, reunidos en su casa de campo, dibujan su perfil sin descanso, incluyendo elementos como un pájaro que canta, un árbol y un color, aunque algunos de ellos hayan llegado hasta allí para deparar una sorpresa al. candidato.

Hay que reconocer que el director, Daniel Hendler, hace en "El Candidato" una punzante radiografía  de los procesos que pretenden construír la imagen buena y prometedora , basada en falacias, de personajes oportunistas y sin preparación alguna para ocupar un puesto en la política.

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