La peregrinación a Santiago, a la altura de Jerusalén y Roma

Peregrino medieval. / Xacopedia
Peregrino medieval. / Xacopedia

Además de las  peregrinaciones populares multitudinarias, a lo largo de la historia, han peregrinado a Santiago personajes de la aristocracia, la realeza y  la religión, cuyos perfiles aparecen hoy debidamente documentados.

La peregrinación a Santiago, a la altura de Jerusalén y Roma

Si en la Edad Media, el Camino de Santiago alcanza un esplendor extraordinario, hoy los estudiosos se siguen preguntando por la razón de que la peregrinación a Santiago de Compostela aparezca en el ámbito de la cristiandad,  a la altura  de Jerusalén y Roma. En el Simposio de antropología celebrado en Santiago en el año 2002, bajo el título “En el Camino, cultura y patrimonio”,  en  el que participaron  investigadores de China, India, Mali, Méxco y varios países europeos, entre ellos España, y que estudió el fenómeno de las peregrinaciones a lo largo de la historia en las diversas  partes del mundo, llama la atención la  extraordinaria importancia y centralidad de Santiago,  planteando interrogantes difíciles de responder. Partiendo del hecho  de que los restos encontrados sean los del Apóstol, se suscitó la siguiente pregunta: ¿Era Santiago un personaje tan extraordinariamente importante en la cultura occidental como para desencadenar una tradición peregrina tan intensa y duradera  por tantos siglos?

Además de las  peregrinaciones populares multitudinarias, a lo largo de la historia, han peregrinado a Santiago personajes de la aristocracia, la realeza y  la religión, cuyos perfiles aparecen hoy debidamente documentados.

El Rey Alfonso II El Casto fue el primer peregrino y mentor del hoy llamado Camino Primitivo. Entre los siglos XI y  XVI , peregrinaron a Santiago, Condes, Duques, Reyes de Castilla, León, Aquitania, Francia, Suecia, Portugal, Navarra, los Reyes Católicos Isabel y Fernando, Carlos V, Felipe II, Cosme III de Médicis y el pretendiente  a la Corona de Inglaterra, a muchos de los cuales, seguramente les movieron motivos  políticos a la par que religiosos. También peregrinaron insignes figuras de la Iglesia Católica, como Papas y otras que hoy ocupan lugar en los altares, como es el caso de San Francisco de Asís y Santa Brígida, que peregrinó desde Suecia en el Siglo XIV.

Pero si en la Edad Media, el Camino alcanza un esplendor extraordinario, este esplendor languidece en los albores de la Edad Moderna, transcurrido el Siglo XV 

Pero si en la Edad Media, el Camino alcanza un esplendor extraordinario, este esplendor languidece en los albores de la Edad Moderna, transcurrido el Siglo XV.  Existen razones históricas para explicar que los  Caminos a Santiago hayan alternado períodos de esplendor con otros de decadencia, desde el comienzo de su difusión en el Siglo XI, alcanzando el máximo esplendor, en los siglos posteriores de la Edad Media.

Es de reseñar, que después de la invention-descubrimiento del Sepulcro del Apóstol Santiago, la peregrinación a Tierra Santa, se hace especialmente peligrosa por la dominación musulmana. La  existencia de otro lugar con un alto valor simbólico y religioso,  sugiere un viaje por un camino más seguro y  practicable al Finisterre  peninsular, a la tumba del Apóstol. Y a la practicabilidad y seguridad del Camino, se fueron  uniendo las facilidades y ayudas que dieron muchos monarcas. Hospitales, albergues, órdenes religiosas de apoyo, convirtieron  a Santiago en el mayor centro de atracción viajera y  peregrinación  de la  cristiandad, durante buena parte de la Edad Media.

En palabras de la historiadora Ofelia Rey Castelao, tras el esplendor  medieval, el culto Jacobeo y sobre todo su expresión más  conocida, las peregrinaciones, entraron en una rápida decadencia, convirtiéndose en algo minoritario

Pero en palabras de la historiadora Ofelia Rey Castelao, tras el esplendor  medieval, el culto Jacobeo y sobre todo su expresión más  conocida, las peregrinaciones, entraron en una rápida decadencia, convirtiéndose en algo minoritario, un proceso de regresión largo de explicar, pero que como ya hemos dicho, tiene su comienzo en los años  finales del  siglo XV. 

Quizá  el último hito del esplendor peregrino a Santiago, lo marca la visita de los Reyes Católicos Isabel y Fernando, que acuden a Compostela  implorando la  ayuda del Apóstol en la conquista de Granada, y haciendo la promesa de  construir  en Santiago un  hospital para peregrinos y su mantenimiento en el futuro a costa del erario  rea. Se comprometieron también a resolver los problemas de  financiación del Culto Jacobeo, para cuyos fines, destinarían el botín de guerra de la conquista de Granada. Lo cierto es que, tras la conquista, el hospital se construye, siendo hoy un emblemático  edificio de la ciudad, dedicado a Hospedería “Hostal de los Reyes Católicos”  y Sede de la Orden del Camino de Santiago y de la  Academia Jacobea. Ambas dos promesas se pagaron con los ingresos del llamado Voto de Santiago, una parte de las rentas que pagaba la población cristiana que luego se impusieron  a los llamados moriscos.

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