La reforma financiera de Wall Street, iniciada en 2008, está funcionando

Señal de Wall Street.
Señal de Wall Street.

Gracias a la reforma por fin ya existe una Oficina para la Protección Financiera del Consumidor independiente con una única misión: proteger a los consumidores de EE UU.

La reforma financiera de Wall Street, iniciada en 2008, está funcionando

Gracias a la reforma por fin ya existe una Oficina para la Protección Financiera del Consumidor independiente con una única misión: proteger a los consumidores de EE UU.

Ya pasaron siete años desde la peor crisis financiera de las últimas generaciones originada en Wall Street y que perjudicó a todos los estratos de la sociedad; una crisis que le costó el trabajo, las viviendas y los ahorros de toda la vida a personas que viven en Estados Unidos. Esta crisis nos costó mucho a todos, y nos hizo recordar que todos, absolutamente todos, estamos en el mismo barco.

Así es como hemos salido a flote estos último seis años y medio: juntos. Aún hay trabajo por hacer, pero juntos evitamos que acaeciera una segunda Gran Depresión. Nuestras empresas han creado casi 13 millones nuevos puestos de trabajo en los últimos 64 meses. El mercado de la vivienda mejoró. El mercado de valores se duplicó y con ello se han podido recuperar los ahorros para el retiro de millones de personas. Las personas que viven en Estados Unidos de todas las clases sociales se fajaron los pantalones, se llevaron la manga al codo y trabajaron juntos para que el país se recuperara. Tuvimos que hacer algo más para proteger lo que habíamos logrado: asegurarnos de que este tipo de crisis no suceda nunca jamás.

Es por ello que en una semana como esta hace cinco años, proclamamos la reforma del sector financiero más estricta de la historia: nuevos reglamentos para proteger a los negocios, los consumidores y la economía entera contra el tipo de irresponsabilidad que nos amenazó a todos. Esto es lo que se ha logrado con la reforma cinco años después.

Las empresas de EE UU han creado casi 13 millones nuevos puestos de trabajo en los últimos 64 meses

 

La reforma de Wall Street volteó la página a la época en la que se pensaba que era “demasiado grande para que falle.” Hoy en día, en Estados Unidos, aceptamos la búsqueda de ganancias. Sin embargo, si su negocio falla, no deberíamos tener que rescatarlo. Por ello ya no lo haremos más, ya que conforme a los nuevos reglamentos los días de los rescates financieros financiados con el dinero de los contribuyentes llegaron a su fin.

La Reforma de Wall Street ahora nos permite encargarnos de los peores tipos de imprudencias que ocasionaron el colapso económico, desde los bancos haciendo grandes inversiones riesgosas usando dinero prestado hasta recompensando a los ejecutivos de forma que se les premiaba su conducta irresponsable.

Gracias a la Reforma de Wall Street por fin ya existe una Oficina para la Protección Financiera del Consumidor independiente con una única misión: proteger a los consumidores de Estados Unidos. Ya han enjuiciado a agentes hipotecarios predatorios y sin escrúpulos, instituciones que prestan a estudiantes, empresas de tarjetas de crédito, y han ganado, devolviendo casi $11 mil millones a los bolsillos de más de 26 millones de consumidores quienes has sido defraudados.

Esta ley está funcionando. Y seguimos trabajando para proteger a más familias. Tan solo esta semana, anunciamos que estamos tomando medidas enérgicas contra las peores prácticas de préstamos de día de pago en bases militares, evitando que nuestras tropas y sus familias acaben atrapados en un círculo vicioso de deudas. Mientras sea Presidente, seguiré haciendo lo necesario para proteger a los consumidores y a la economía entera de ese tipo de irresponsabilidades que llevaron a cabo la Gran Recesión.

Avanzando y no retrocediendo
Nada de esto ha sido fácil, ya que hemos tenido que superar poderosas campañas de cabildeo provenientes de los interesados especiales y sus aliados del Congreso. Siguen tratando de hacer lo que sea para atacar estas reformas: desde ocultar vigencia retroactiva de protecciones importantes que contienen proyectos de ley que no tienen ninguna relación hasta evitar que los policías financieros cumplan con su trabajo. Siguen diciendo que esta reforma de Wall Street les perjudicará su negocio de una forma u otra. Pero eso no explica los 13 millones trabajos nuevos y las ganancias del mercado de valores que alcanza cifras récord. Esta ley solo afecta a los negocios si el modelo comercial de este depende de la imprudencia que amenaza nuestra economía o de la irresponsabilidad que amenaza a las familias de la clase trabajadora. No podemos arriesgar la seguridad de nuestras familias regresando a esos días en los que los grandes bancos o los malos actores tenían permitido hacer sus propias reglas. Y vetaré todo proyecto de ley que llegue a mis manos y trate de deshacer el nuevo reglamento para Wall Street. Hemos trabajado arduamente para recuperarnos de esta crisis como para arriesgar caer en otra.
En Estados Unidos se debería recompensar la motivación, la innovación y el cumplimiento de la ley. Eso es precisamente lo que se logra con la reforma financiera. Se asegura de que todos jueguen conforme a las mismas reglas. Si seguimos avanzando y no retrocediendo, si continuamos construyendo una economía que recompense ser responsable en lugar de imprudente, entonces no volveremos a lo mismo, sino que lograremos una solidez nunca antes vista.

 

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