Hay previsiones de Rajoy que no coinciden con las del Ministerio de Economía

Mariano Rajoy, bajo la sombra de Angela Merkel.
Mariano Rajoy, bajo la sombra de Angela Merkel.

Por curioso que parezca, el Gobierno dice unas cosas desde su programa de estabilidad y otras muy distintas por boca de Mariano Rajoy. A Bruselas mandan las que dice Economía.

Hay previsiones de Rajoy que no coinciden con las del Ministerio de Economía

Por curioso que parezca, el Gobierno español dice unas cosas desde el llamado programa de estabilidad y otras muy distintas por boca de Mariano Rajoy. A Bruselas mandan las que dice Economía…

Vienen más recortes de camino: habrá más ajustes. De dinero y de derechos. Para conocer la nueva agenda económica del Gobierno podemos escuchar al presidente Rajoy, quien rara vez cumple lo que dice; hacerle caso al Programa de Estabilidad 2013-2016 que elabora Economía, y que por alguna extraña razón no siempre coincide con el discurso del presidente, o tener en cuenta lo que subraya la Comisión Europea, desde Bruselas. Sea como sea, habrá ajustes adicionales ante los que, como diría el presidente John Fitzgerald Kennedy, conviene tener presente que si una sociedad libre no puede ayudar a sus muchos pobres, tampoco podrá salvar a sus pocos ricos.

¿Qué está pasando? Todo parte de que Bruselas no se cree los números del Gobierno y le echa en cara que así no cumplirá el objetivo de déficit para 2014, del 5,8%, lo cual tampoco sería una gran novedad. Quiere eso decir que Madrid presupuesta un escenario macroeconómico con unos ingresos que Bruselas no ve realistas. ¿Solución? Seguir recortando por el lado del gasto. ¿Cómo? De entrada, con una revisión de la reforma laboral que permita ahorrar al menos 2.500 millones de euros.

Llegados a este punto, ya nadie sabe muy bien cómo se hará eso. Lo ‘fácil’ sería rebajar las prestaciones y los subsidios de desempleo, como ya se hizo en julio de 2012, pero el Gobierno dice que no irá por ahí. Tampoco aclara por dónde, lo cual es todo un misterio. Cabe la opción de confiar en que un mayor crecimiento genere más empleo y, por tanto, menos prestaciones, pero ese tipo de cuentas de la lechera, de ser ciertas, tardan tiempo en plasmarse. Para eso podrían contarnos el cuento de la economía sumergida y acabarían antes. Aflorando dinero b, el Estado recaudaría más y asunto arreglado. Pero va a ser que no… Con su peculiar manera de hablar, Mariano Rajoy sólo se compromete a que los nuevos ajustes sean “no tan importantes” como los de años pasados.

Otro frente en el que Rajoy ha empeñado de nuevo su palabra es el del paro. Dice el presidente que terminará la legislatura con menos desempleo del que encontró a su llegada a la Moncloa. Como él no lo hizo, vamos a traducir su mensaje a números y porcentajes. Rajoy heredó 5,2 millones de parados (22,9%) y en un año subió el desempleo a 5,9 millones (26,0%), que es más o menos por donde anda ahora. Para cumplir su palabra tendrá que crear al menos 631.000 puestos de trabajo -¡ojo, netos!- en dos años. Una pena que sólo lo insinúe en la radio pública y que no lo mande consignar en el Programa de Estabilidad 2013-2016, que no sólo dice eso, sino todo lo contrario.

Como avanzó el diario La Región, de la lectura de la actualización de dicho programa no se desprende precisamente lo que proclama el presidente del Gobierno. De hecho, el Ministerio de Economía sostiene que si bien en 2014 podría crearse empleo neto, será 2015 “el primer año que registre un crecimiento interanual de esta variable”, objetivo que fundamenta, por cierto, en la moderación salarial, sin que en ninguna de sus tablas aparezca el paro al nivel del 22,4% del año 2011. Para encontrar un porcentaje así, el documento apunta al año 2017.

Las cosas están como están y esto es lo que hay. En el mejor de los casos, vienen años de más exportaciones, ligadas a salarios más bajos; un mercado interno flojo y más ajuste en el sector público, camino de alcanzar un déficit público del 3% en 2016, con un objetivo del 5,8% para 2014.  @J_L_Gomez

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