La crisis actual no es solo económica, tiene raíces en una crisis ética y antropológica
¿Dónde se ha quedado el humanismo? En este artículo, el autor refleja la falta de humanismo que detectamos en la sociedad del poder, la sociedad del tener por encima del ser.
"La libertad de pensamiento es al revés, lo primero es razonar y luego creeremos lo que nos ha parecido bien de lo que razonamos."
José Luis Sampedro
¿Dónde se ha quedado el humanismo? En este artículo, el autor refleja la falta de humanismo que detectamos en la sociedad del poder, la sociedad del tener por encima del ser.
La inspiración es el primer paso hacia el cambio. Caminamos por la vida consumiendo etapas, explorando sensaciones. Hemos de dirigir el camino y tomar decisiones. Regar la vida con la experiencia acumulada y focalizar los esfuerzos en una dirección. “El día que se nace uno se empieza un poco a morir.“ En pocas frases se puede concentrar tanta lógica. ¿Dónde se ha quedado el humanismo? En este artículo reflejo la falta de humanismo que detectamos en la sociedad del poder, la sociedad del tener por encima del ser. Desde la infancia nos enseñan; primero a creer lo que nos dicen. Y luego a razonar sobre lo que hemos creído. La libertad de pensamiento es al revés, lo primero es razonar y luego creeremos lo que nos ha parecido bien de lo que razonamos, dicho en palabras de José Luis Sampedro.
El ser ha de estar siempre por encima del poder. La crisis actual no es solo económica ni financiera, tiene sus raíces en una crisis ética y antropológica. Por encima de la lógica del dinero o el poder se encuentra la dignidad humana. Las personas influyentes dirigen la orquesta del mundo, su batuta ha de trabajar para la humanidad, para la educación, para la cultura, para el desarrollo de una sociedad que puede variar el rumbo de la vida. Los valores son el cimiento para nuestra razón y para nuestro ser.
Los ídolos del poder, del dinero. El provecho en muchos casos está por encima del valor de la persona, se ha vuelto una norma demasiado básica y establecida entre los criterios decisivos de muchas organizaciones. Por encima de la lógica de los negocios, de los parámetros del mercado está el ser humano. Ofrecer la posibilidad de vivir y participar activamente en la sociedad, en el bien común. Todas las actividades humanas incluyendo las económicas deben articularse e institucionalizarse de manera ética.
El libro de los abrazos
Hace unos meses una persona muy especial que sabe volar alto pero con los pies en la tierra me regaló El libro de los abrazos, de Eduardo Galeano. Gracias a esta persona he descubierto una parte de mi que estaba apagada; mi pensamiento no estaba todo en el ser que debería y en gran parte este artículo lleva su marca. "Hay que ser sentipensante."
En la actitud de vida sentipensante convive la evolución socio-económica, que, al ser constante y rápida presenta aspectos nuevos, complejos, que requieren mayor reflexión y conocimiento para hacer emerger toda la fecundidad del valor humano. “No hay peor pobreza material que aquella que no permite ganarse el pan y que priva de la dignidad del trabajo”. Algo no funciona, hemos de repensar la solidaridad y no como un replanteamiento o ayuda a los más necesitados, sino como un planteamiento global del sistema. Hemos de reformular y corregir los movimientos de la batuta que dirige el mundo para que este suene con mayor armonía. “Pintemos el mundo de color ahora que es redondo.”
El ser humano ha de estar por delante de las ideas y proyectos. Las personas influyentes tienen en sus manos la oportunidad de mejorar la calidad de vida, la base del sustento para la sociedad. Las estrategias globales, los proyectos; ponemos por delante la idea sin pensar en las personas, en las consecuencias. Desde mi punto de vista merece una reflexión y una obligación. Las personas por delante de las IDEOLOGÍAS, por delante del poder del partidismo y al servicio de la sociedad. Tenemos que eliminar el ruido y la ineficacia trabajando las comunicación por encima de los intereses. Escuchando y sumando ganamos todos. Nuestra sociedad genera talento y no lo aprovechamos; es algo completamente absurdo invertir en talento y no permitir su exposición al beneficio de la sociedad.