Grandes movilizaciones en las calles reflejan la profunda división de Grecia

Manifestación en Atenas. / Twitter
Manifestación en Atenas. / Twitter

Divisiones como la de este viernes en Atenas han precedido siempre a las grandes confrontaciones. Atizarla desde cualquier bando puede ser un grave error. 

Grandes movilizaciones en las calles reflejan la profunda división de Grecia

Divisiones como la de este viernes en Atenas han precedido siempre a las grandes confrontaciones. Atizarla desde cualquier bando puede ser un grave error. 

Grandes movilizaciones en las calles reflejaron estos días, y especialmente este viernes, la profunda división de Grecia, que se enraiza en las instituciones, los medios de comunicación y el conjunto de la sociedad. Pero divisiones como la de este viernes en Atenas -alertan algunos expertos- han precedido siempre a las grandes confrontaciones. "Atizarla desde cualquier bando puede ser un grave error", advierte, por ejemplo, el periodista Felipe Sahagún desde su cuenta de Twitter.

El mandatario griego Alexis Tsipras arengó a los suyos en un mitin que reunió en Atenas a más de 25.000 personas. "El domingo se vota no solo vivir en Europa sino vivir con dignidad en Europa", proclamó Tsipras.

También en la capital de Grecia, miles de personas defendieron el sí en otro mitin, aparentemente menos concurrido que el del no, según la agencia Reuters. "Prefiero votar sí, tener unos años más de austeridad y dar a mis hijos un futuro", declaró uno de los asistentes mientras sonaba el Himno de la Alegría.

En resumen, más de 40.000 partidarios del 'sí' y del 'no' se concentraron en dos actos paralelos en Atenas, y policías y manifestantes protagonizaron incidentes aislados en la plaza Syntagma.

A punto de quedar sin liquidez
La patronal bancaria de Grecia advirtió este viernes de que la liquidez de las entidades financieras se limita a menos de 1.000 millones de euros. Las sucursales podrían quedarse sin efectivo este lunes. En solo cinco días de controles de capital, la economía griega se desintegra a toda velocidad: hay problemas para los importadores, los exportadores, el sector turístico, los pensionistas y por supuesto para los bancos, que sin dinero fresco van hacia la quiebra. Según El País, esas dificultades imponen una enorme presión sobre el referéndum del domingo: el BCE y la eurozona anuncian que actuarán en función del resultado. El sí generará graves dificultades políticas. El no, advierte Bruselas, puede precipitar a Grecia hacia la salida del euro.

 

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