EE UU ajustó cuentas con Rusia y Venezuela, Cuba supo verlo y parece a salvo

Capitolio, en La Habana. En primer plano, un Chevrolet de 1957.
Capitolio, en La Habana. En primer plano, un Chevrolet de 1957.

En Cuba, sus dirigentes están por la labor de un modelo chino, pero tienen muy cerca Estados Unidos, como para eludir un cambio democrático. Pero esto el tiempo nos lo mostrará.

EE UU ajustó cuentas con Rusia y Venezuela, Cuba supo verlo y parece a salvo

En Cuba, sus dirigentes están por la labor de un modelo chino, pero tienen muy cerca Estados Unidos, como para eludir un cambio democrático. Pero esto el tiempo nos lo mostrará.

Durante un cierto período de tiempo, sobre todo en los últimos meses de 2014, la presencia de Rusia en el mundo político tomó el protagonismo de la gran potencia que intentaría recomponer territorialmente la vieja Unión Soviética, y de esa manera lograba tener un fuerte protagonismo en los mercados de la energía. No hay que olvidar que el gas de Europa Central viene de Rusia, cruzando antiguas repúblicas soviéticas. De lograrlo, Putin sería uno de los grandes líderes mundiales.

El primer paso se dio con Crimea, pero este movimiento de anexión a Rusia está dentro de la estrategia internacional puesto que es donde reside la flota rusa del Mediterráneo. Moscú actuó de manera tal que no se produjese un conflicto que a Europa le ocasionase graves problemas, de ahí el tácito acuerdo que permitió resolver el tema de Crimea. Parecía el camino acertado.

Pero los pasos siguientes de apropiarse de la voluntad de las países lindantes con la UE se vieron truncados de inmediato. Alemania se jugaba demasiado como que Ucrania firmase un tratado económico con Rusia que le premitiese ser la llave de su importación de gas, Ucrania tenía que alejarse de los criterios de Putin, y a partir de aquí empieza una estrategia política con derivaciones económicas hasta ahora totalmente desconocidas.

Esta vez la guerra no fue con ejércitos

Esta estrategia se desarrolla en un contexto económico deflacionista pero con signos aunque débiles bastante alentadores que vislumbran una salida de la crisis en EE UU y ciertas esperanzas de que la UE no empeoraría la situación económíca. Por lo tanto había que encontrar el arma que parase en seco y de manera definitiva las pretensiones de Putin, y no sería, como en otros tiempos se hubiese hecho, a través de ejércitos que derivaban en conflictos bélicos.

¿Qué instrumento se utilizará? ¿qué arma podrá detener las ambiciones de Putin? Esta vez será económica, dañando los ingresos que nutren su PIB y fundamentalmente los procedentes de la exportación de energía, ¿Cómo se conseguirá? Dejando que el precio del barril de petróleo caiga en caída libre, sin que nadie y principalmente los árabes practiquen como era habitual en otras ocasiones, reducir la producción de barriles, que contuviesen la caída del precio, algo insólito pero cierto. Lógicamente, para que estos productores de petróleo no se viesen perjudicados, en paralelo el dólar iniciaba una carrera alcista que elevaba el valor de las reservas de árabes y chinos, con lo cual se llevaba tranquilidad a dos grandes players.

La caída libre del barril logró una depreciación del rublo espectacular, que es el presagio de la fuga de capitales de Rusia, aunque en paralelo el Banco Central elevase los tipos de interés. En definitiva, Rusia puede registrar un -4,5% en el 2015 en su PIB y un rublo depreciado al extremo de llegar hasta los sesenta por euro como mínimo, y lo más importante: los precios de oferta en base a los costes de extracción y a la aparición de nuevos productores, como es el caso de EE UU, mantendrán los precios lejos de los 100 dólares, lo cual provoca la expulsión de players: aquellos cuya extracción no le cubra sus propios costes, o que aun produciendo los ingresos se ven tan mermados que le obliga a practicar otro tipo de política internacional, como es el caso de Rusia y será el caso de Venezuela.

Americanos y cubanos

Y aquí encajan las negociaciones de americanos y cubanos. La importancia es de gran trascendencia porque Venezuela está inmersa en esta nueva política de precios del barril y tendrá que cambiar su política con Cuba, de ahí estas declaraciones, que son el inicio de una etapa que aunque llena de obstáculos da la impresión de unas expectativas cargadas de moderado optimismo. Nadie pensaba que Colombia negociase su paz en Cuba y que los cubanos estuviesen en Canadá negociando el desbloqueo que pueda en el tiempo llevar a Cuba a un régimen democrático, pero para ello hace falta un tiempo y unas condiciones que permitan lograr esas expectativas de paz.

Una situación cubana encaminada, una Colombia sin guerrillas, una Venezuela calmada... permitirán derivar economías cuasi de guerra a economías de paz con los efectos tan beneficiosos que esto tiene para el crecimiento del PIB. Venezuela y Colombia, aunque tendrían que pasar su reválida, tienen más avanzadas sus democracias que Cuba, cuya evolución en ningún caso ha de ser a la rusa sino más bien a la chilena o a la española, de modo que primero vayan estabilizando su economía para después estar en un proceso de consolidación democrática.

Retos económicos necesarios para la democracia en Cuba 
Además de recuperar su demanda interna y de consolidar su democracia, Cuba tendrá que equilibrar intereses de los que están y de los exiliados, algo parecido a lo practicado por Alemania para la reunificación. De no ser así, sería difícil una integración no traumática al mismo tiempo tiene que afrontar retos como los siguientes:
> Liberalizar su economía gradualmente basándose en los sectores clave: turismo, tabaco, etc.
> Mejoras salariales que permitan incentivar la demanda interna y esta a su vez propicie emprendimientos innovadores.
> Una política monetaria que tenga un peso en su valor real.
> Una política segura para las inversiones extranjeras.
Lógicamente, sin olvidar que se producirá al inicio un proceso inflacionista que será controlado por un Banco Central, de la misma forma que en China.

 

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