Cayetana de Alba, la duquesa rebelde, murió en Sevilla a los 88 años

La duquesa de Alba.
La duquesa de Alba.

Una gran herencia en juego. La duquesa de Alba repartió su inmenso patrimonio entre sus hijos en el año 2011, antes de contraer matrimonio en terceras nupcias con Alfonso Díez.

Cayetana de Alba, la duquesa rebelde, murió en Sevilla a los 88 años

Una gran herencia en juego. La duquesa de Alba repartió su inmenso patrimonio entre sus hijos en el año 2011, antes de contraer matrimonio en terceras nupcias con Alfonso Díez.

Cayetana Fitz-James Stuart y Silva (Madrid, 1926 - Sevilla, 2014) murió a los 88 años en Sevilla, la ciudad en la que vivió sus últimos años y en la que se casó por tercera vez con Alfonso Díez. Catorce veces Grande de España, era la jefa de la Casa de Alba y una destacada figura de la vida social. Nació en un palacio, el de Liria en Madrid, pero siempre le gustó vivir los aires de la calle. Una mujer irrepetible. Una duquesa rebelde.

Los seis hijos de la duquesa y su marido, además de sus nietos, se reunieron en el Palacio de Dueñas. La capilla ardiente está en el salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla.

Una gran herencia está ahora en juego. La duquesa de Alba repartió su inmenso patrimonio entre sus hijos en el año 2011, antes de contraer matrimonio en terceras nupcias con Alfonso Díez.

Más títulos que ningún otro noble

Cayetana de Alba fue una noble y aristócrata, XVIII duquesa de Alba de Tormes, XI duquesa de Berwick, Grande de España, jefa de la Casa de Alba y destacada figura social. Tercera mujer en ostentar el título ducal por derecho propio dentro de la familia, era descendiente directa del rey Jacobo II de Inglaterra a través de un hijo ilegítimo y bastardo, James Fitz-James, que dicho rey tuvo con su amante Arabella Churchill.

Según el Libro Guinness de los récords, la duquesa rebelde poseía más títulos que ningún otro noble en el mundo legalmente ante un Estado vigente que los reconoce: es cinco veces duquesa, dieciocho veces marquesa, veinte condesa, vizcondesa, condesa-duquesa y condestablesa, además de ser catorce veces Grande de España.

Una mujer que hablaba cinco idiomas

Cayetana nació la noche del 28 de marzo de 1926 en una de las habitaciones del Palacio de Liria. Fue la primera y única hija de Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII duque de Alba y María del Rosario de Silva y Gurtubay, X marquesa de San Vicente del Barco. En el mismo momento de su nacimiento, su padre, estaba reunido con tres de sus mejores amigos: el doctor Gregorio Marañón, el filósofo José Ortega y Gasset y el escritor Ramón Pérez de Ayala. Según destaca la Wikipedia, el hecho de ser niña no molestó a su padre, aunque su madre sí prefería un varón. Fue bautizada el 17 de abril en el Palacio Real, siendo sus padrinos el rey Alfonso XIII y su esposa la reina, Victoria Eugenia. Para su bautizo se trajo la pila bautismal de Santo Domingo de Guzmán, una pila que sólo se utilizaba para bautizar a monarcas o sus descendientes. Recibió los nombres de María del Rosario Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza Fitz-James Stuart y de Silva Falcó y Gurtubay. De sus nombres, ella siempre ha dicho que prefiere el de Cayetana, y que el que menos le gusta es el de Alfonsa, aunque era en honor a su padrino.

Cuando los reyes partieron al exilio, el 14 de abril de 1931, el Duque de Alba decidió partir también rumbo a París. Allí se trasladaron al hotel Prince de Galles, cerca de donde vivía Alfonso XIII que también estaba allí exiliado. Cayetana no tenía buenos recuerdos de su vida en París, ni de su colegio. En París, fue operada de apendicitis. Aunque en el momento de su Primera Comunión residían en París, se trasladaron a Madrid para efectuarla en la capilla del Palacio de Liria.

El Duque de Alba quiso que Cayetana viajase cada verano. Además de París, visitaron en varias ocasiones Londres, Italia y Egipto. En Italia, Cayetana recuerda cuánto le impresionó El Coliseo. En Egipto estuvieron acompañados en todo momento de Howard Carter y pudieron visitar excavaciones, templos y pirámides. En El Cairo, Cayetana se vistió de mendiga y se sentó en el suelo a pedir.

Al estallar la Guerra Civil Española en el verano de 1936, los Alba se exiliaron en Londres, lugar donde su padre sería nombrado embajador de España, cargo que mantendría hasta la publicación del Manifiesto de Lausana. Atrás dejaron el Palacio de Liria, su residencia oficial, que a finales del mismo año quedaría destruido casi al completo debido a un bombardeo de la aviación franquista. Afortunadamente el siniestro no destruyó los principales tesoros de la familia: algunas de las obras de arte de los Alba habían sido trasladadas con anterioridad a los sótanos del Banco de España y otras fueron rescatadas del fuego por milicianos y voluntarios.

Durante su exilio en la capital británica, Cayetana sufrió los estragos de la Segunda Guerra Mundial y vivió en carne propia la serie de bombardeos que afectaron a la ciudad. A los 16 años, tenía como compañero de clases a un nieto de Tolstoi, entre otros compañeros de diversas partes del mundo, hijos todos ellos de diplomáticos. En varias ocasiones estuvo de visita en la residencia de su pariente, sir Winston Churchill, donde las hijas de éste le hacían la reverencia protocolaria. Asimismo compartió juegos con la futura reina Isabel II del Reino Unido. Fruto de su esmerada educación, hablaba con fluidez cinco idiomas. Además de castellano, inglés, francés, alemán e italiano.

Tres matrimonios

De vuelta a España, Cayetana, siguiendo las recomendaciones de su padre, contrajo matrimonio con el ingeniero industrial Luis Martínez de Irujo y Artázcoz (1919-1972), hijo de los duques de Sotomayor y marqueses de Casa Irujo, en una celebración que tuvo lugar en la catedral de Sevilla el 12 de octubre de 1947. El enlace tuvo gran repercusión social hasta el punto que el periódico Liberation lo calificó como "la boda más cara del mundo" al costar cerca de los 20 millones de pesetas de la época. De este matrimonio nacieron sus seis hijos, a cada uno de los cuales la duquesa de Alba ha distribuido un título nobiliario con Grandeza de España.

Tras enviudar de su primer esposo en 1972, la duquesa se volvió a casar el 16 de marzo de 1978 con Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate (1937-2001), doctor en Teología, cuya condición de ex-sacerdote jesuita e hijo de madre soltera causó una gran polémica en su momento. Jesús era un hombre culto, once años menor que la duquesa, que se llevó bien con los hijos de ésta desde el principio. Desde su matrimonio se dedicó, con la ayuda de su hijastro Carlos, a gestionar el patrimonio familiar de los Alba. En 2001, la duquesa enviudó por segunda vez: Jesús Aguirre fallecía por un cáncer de laringe.

A comienzos de 2008 surgieron rumores sobre una posible relación de la duquesa con el funcionario Alfonso Díez Carabantes (Palencia, 1950), a quien había conocido muchos años antes gracias a su amistad con Jesús Aguirre. Alfonso es uno de los doce hijos de José Díez, militar, quien fue muy popular en la capital palentina, y de su esposa, Pilar Carabantes, perteneciente a una familia de médicos. En abril de 2010, tanto Cayetana como Alfonso confirmaron su noviazgo. La pareja había estrechado su relación gracias a varias aficiones comunes, como el arte y los viajes. En agosto de 2011, la duquesa y Alfonso anunciaron mediante un comunicado que contraerían matrimonio a principios del mes de octubre en el Palacio de las Dueñas, y que los padrinos del enlace serían su primogénito Carlos, duque de Huéscar, y Carmen Tello y Barbadillo, ex-marquesa de Valencina y amiga de Cayetana.

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